Aumentan crímenes contra periodistas | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Octubre de 2014

Por   estos días se ha recordado el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, como la morosidad de la justicia en la investigación, por lo que los expresidentes Belisario Betancur, Andrés Pastrana y César Gaviria, interpretando el querer nacional solicitaron sea declarado crimen de lesa humanidad. Álvaro Gómez, fuera de ser un notable humanista, académico y político, se destacó por haber ejercido el periodismo de manera magistral desde su juventud. El líder conservador amaba la profesión y consideraba que los dirigentes tenían el deber de opinar, no solamente para transmitir sus conocimientos e interpretar la realidad, sino para orientar la sociedad. Lo mismo que para que sus ideas fuesen rebatidas por sus contrarios, como para conseguir el consenso nacional. La importancia de sus escritos y los debates públicos en los que participó lo hicieron no pocas veces blanco de los violentos. En los últimos días intensos de su vida se dedicó a denunciar el Régimen, siendo acogidas sus valientes y agudas críticas por la gran masa de los colombianos que querían un cambio y salir de la decadencia en la que rodábamos.

Álvaro Gómez estaba en esos nobles esfuerzos de servicio a la Patria, cuando los pistoleros lo emboscaron al salir de dictar la cátedra de cultura en la Universidad Sergio Arboleda, en una de las acciones terroristas más viles de nuestra historia. Ese crimen atroz sigue en la impunidad. Lo que desalienta a los familiares y amigos de otros colombianos que han caído por expresar sus ideas. La paz pasa por mantener el imperio de la ley y sancionar a los culpables de atentados atroces como este.

Las amenazas contra los periodistas aumentan en el país y en el exterior. En Colombia, apenas hace unos días, los Urabeños, la banda que aterroriza a medio país, amenazó a ocho periodistas de distintos medios de comunicación en Buenaventura y en Cali, donde en el pasado han caído otros profesionales por cumplir su deber. Esos ocho periodistas figuran en un panfleto donde se dice que los van silenciar, con la finalidad da acallarlos y asustar a otros, por si intentan denunciar sus crímenes. Se calcula que cada semana es asesinado en el mundo un periodista, más de 6.000 periodistas han sido asesinados en los últimos diez años. La mafia se ensaña cada vez más contra los periodistas. En el 2012 y 2013 se doblan las amenazas y sigue la impunidad. La impunidad en el crimen de Álvaro Gómez es un escarnio para la justicia colombiana.