Tras un mes de aplicación del esquema de racionamiento de agua en la capital del país, los resultados, al tenor de lo informado este fin de semana por la administración distrital, son positivos. De hecho, en estas cuatro semanas los habitantes de la capital del país y de los municipios que surte la Empresa de Acueducto y Alcantarillado han logrado ahorrar casi cinco millones de metros cúbicos del vital líquido, equivalentes a la capacidad de 1.983 piscinas olímpicas.

Si bien es cierto que al comienzo no se lograron las expectativas de reducción de consumo, poco a poco los hogares, la industria, el comercio y todos los sectores que generan productos, bienes y servicios han logrado ir adaptando patrones de conducta de ahorro. De hecho, según el alcalde mayor, Carlos Fernando Galán, se logró ya disminuir el consumo en Bogotá a 15 metros cúbicos por segundo, después de arrancar de 17,62 dicho indicador.

Aunque el riesgo de una afectación más fuerte en el servicio todavía no ha desaparecido, sin duda es un ejercicio positivo de cultura y concientización ciudadana lo que ha pasado en estos tres primeros ciclos de racionamiento gradual y sectorizado.

No hay, entonces, que confiarse. Si bien es cierto que la temporada invernal arrancó ya con fuerza, el promedio de los embalses que surten a la ciudad-región todavía es muy bajo. El nivel del sistema Chingaza está apenas por encima del 20 % y la meta a diciembre es llegar al 70 %, dado que la caída en los primeros meses de este 2024 fue de tal magnitud que recuperar los valores normales tardará más tiempo de lo esperado.

De allí, entonces, que el llamado sea a no bajar la guardia. Los hogares tienen que esforzarse más en sus prácticas cotidianas de ahorro y consumo responsable. De hecho, se necesita trabajar con más intensidad en las zonas en cuyos turnos de corte se registra el comportamiento menos disciplinado. Asimismo, es imperativo conocer por qué los días de la semana con una tendencia decreciente constante en el consumo son los sábados y miércoles, aunque el jueves es el más positivo en este aspecto.

De igual manera, la administración distrital insiste en que sectores como los hoteles, moteles y tintorerías deben trabajar con más eficiencia para hacer un uso responsable del agua.

Los tres primeros ciclos de racionamiento, como se ve, han sido positivos, pero la tarea no ha terminado. Hay que seguir ahorrando.