Desde que comenzó el actual Gobierno, fue clara su intención en ponerle zancadilla al Metro de Bogotá, sin hacer valer los argumentos de los técnicos y gestión del alcalde Carlos Fernando Galán, y quiso aprovechar cualquier circunstancia para atravesarse a la obra. Se sabía que, en cualquier oportunidad, el gobierno iba a aprovecharla para complicar el desarrollo del Metro y ésta surgió con el reporte presupuestal. De un soplo quedarán aplazados $770.000 millones para la construcción de la primera línea, y de paso, como a la mano estaba otro alcalde opositor del Gobierno, como lo es Federico Gutiérrez, de Medellín, recortó $497.630 millones para el metro ligero de la 80.
De paso, el que también resultó afectado, fue el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey al que le aplazaron recursos por $345.735 millones asignados al Regiotram de Occidente.
Y de paso quedarán otras obras afectadas con los recortes, como el desarrollo de la troncal de la calle 13 en Bogotá, entre la avenida Las Américas y el río Bogotá.
Pero también habrá un tijeretazo de $202.200 millones en la red de infraestructura vial primaria, y la que destacan proyectos como la construcción del Túnel del Toyo en el departamento de Antioquia y la carretera Rumichaca que conecta cuatro departamentos del noroccidente colombiano.
Todas estas decisiones contra la infraestructura que deben desarrollar alcaldes y gobernadores opositores, fue llevada al detalle por el Gobierno porque no lo representan ideológicamente. Sin embargo, al actual administrador del país, se le olvidó un pequeño detalle.
La tozudez y emprendimiento de los colombianos pueden más que el capricho y la envidia. Fue así que luego de conocerse los recortes, los alcaldes y gobernadores reaccionaron con más empeño. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, dijo: “Vamos a garantizar que el proyecto no se detenga. Haremos todo lo necesario para que el Distrito asuma hasta el año 2026 la carga que este incumplimiento del Gobierno nacional representa”.
Por su parte, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, señaló que “las regiones estamos tiradas por parte del Gobierno”, y dijo que conseguirá los recursos donde pueda para continuar con la obra.
Mientras el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, aseguró a la ciudadanía que el Regiotram de Occidente no será suspendido, destacando que el proyecto ya tiene un avance del 28%. Todo esto demuestra que esta vez, el desarrollo no quedará sepultado por el capricho de una ideología.