La salomónica propuesta | El Nuevo Siglo
Martes, 3 de Diciembre de 2013

*Una salida inteligente

*¿Y los dineros de la salud qué?

 

El  editorial de nuestros colegas de El Tiempo de ayer se refiere a la honda preocupación que les perturba por cuenta de los enfrentamientos que distancian al fiscal Eduardo Montealegre y la contralora Sandra Morelli, dos personajes de la vida nacional que ocupan importantes cargos en dos de los más poderosos entes del Estado. La mesura del escrito y el deseo de contribuir a que esas instituciones abandonen la hostilidad permanente con perjuicio de su prestigio y eficacia, como el deseo de evitar que en los actuales momentos de crisis y anarquía generalizada, se agrie más la controversia, muestran la inquietud que los anima. En particular por la gravedad de los hechos que aducen las partes son desestabilizadores, “de tal tenor que no deben quedarse en el aire”. Opinión que compartimos.  Como se sabe dentro de lo que se conoce como la división de poderes de Montesquieu, las instituciones tienen su rol independiente en el Estado, sin que les sea dado a ninguno de esos organismos avasallar al otro, lo que no impide que de consuno se entiendan para cumplir con mayor eficacia sus funciones. En este caso las cosas se complican porque la Contraloría de acuerdo con su competencia debió proceder a indagar sobre las movidas financieras de Salucoop, en cuanto se refiere al manejo de dineros oficiales en un escándalo que por la cuantía de  los recursos en juego son de los más graves de nuestra historia.

Sostiene El Tiempo que: “Si bien no hay consenso sobre quién tiene la razón en el gravísimo enfrentamiento que hoy distancia al fiscal Eduardo Montealegre y a la contralora Sandra Morelli, sí hay acuerdo en que tal nivel de tensión no puede prolongarse”. Y agrega: “La semana pasada, Morelli amplió su denuncia contra Montealegre en la Comisión de Acusación por su supuesto vínculo con Saludcoop, mientras que de la Fiscalía se conocieron nuevas investigaciones contra la encargada de vigilar la ejecución de los recursos públicos, esta vez por contratos con firmas dedicadas a la seguridad informática. Es menester que se sepa pronto quién falta a la verdad”. Es de anotar que las denuncias y las investigaciones que se adelantan en la Comisión de Acusación contra altos funcionarios del Estado colombiano, incluidos los magistrados,  son inanes, no prosperan, no pasan de la palabrería habitual que da para unos ocasionales titulares de prensa  por cuenta de la gravedad de los asuntos, para quedar en nada y después seguir con otro escándalos que tapan el anterior, todos de inmensa gravedad, sin que avance ninguno y a la larga todos terminen archivados, como garantía de la ineficacia de esa entidad y de impunidad. Lo que demuestra que la democracia colombiana es apenas de fachada, mientras se condena a los infelices que por estar desnutridos y llevar días sin probar bocado se desesperan y se toman un caldo sin permiso en una tienda o cogen un  pan.

Lo que parece más práctico y  conveniente de la sugestiva propuesta de El Tiempo es su validez  en el clásico concepto salomónico del término, más en estos tiempos confusos en los cuales las gentes asumen actitudes descriteriadas o de un negativismo intransigente. Y los diarios deben mantener a toda costa la imparcialidad y objetividad. Puesto que están en juego hechos gravísimos que no pueden quedar en la impunidad en lo que se refiere a la salud, así como esclarecer las mutuas acusaciones. Por lo mismo estiman que la Corte Suprema de Justicia debiera atender la recusación de la señora Morelli, “contra  el vicefiscal, Jorge Perdomo, quien por ser subalterno directo de Montealegre también está inmerso en la confrontación, puede ser la oportunidad para hacerle el quite al actual estado de cosas, que muestra un callejón sin salida”.

El Tiemposolicita que el Primer Magistrado nombre un Contralor ad hoc, para que siga con las indagaciones que hace la contralora Morelli contra la Fiscalía, lo cual en cierta forma es inviable ni comparativamente similar en cuanto ella no lleva ninguna investigación contra el Fiscal, sino que como corresponde en derecho acudió a presentar su denuncia en la Comisión de Acusación. Desconocemos el alcance de las investigaciones de la Contraloría contra Saludcoop, por lo que se deduce a primera vista que no le corresponde al Presidente la escogencia del funcionario ad hoc, pero la idea es positiva y habrá que encontrar una salida jurídica, puesto que la Contraloría tiene facultades para  investigar al Poder Ejecutivo.

La opinión pública sigue con sumo interés no exento de perplejidad los incidentes en torno de las investigaciones sobre el descalabro de millones y millones de pesos de la salud, que es un tema que atañe a todos los colombianos, puesto que resulta vergonzoso que cuando en el país no había recursos para la salud, el ISS cumplía una encomiable labor en favor de sus afiliados, hasta que llegaron los politiqueros y los administradores venales y lo asfixiaron.