Mayor reto en vacunación | El Nuevo Siglo
Domingo, 23 de Mayo de 2021

* En tercera fase meta es inmunizar a 9,5 millones

* Tercer pico de la pandemia es más largo y fatal

 

El arranque de la tercera fase del Plan Nacional de Vacunación es el reto más importante hasta ahora en el proceso de inmunización masiva de los colombianos contra el covid-19, luego de quince meses de emergencia sanitaria.
Si bien ha sido gigantesco el esfuerzo logístico que ha significado aplicar, desde el pasado 17 de febrero, 8,3 millones de biológicos (3,2 millones a personas ya con segunda dosis), es claro que ahora comienza una meta más ambiciosa. Hasta el momento, y como es apenas obvio, se logró inmunizar a la mayoría del personal de salud así como a los colombianos por encima de los sesenta años. Sin embargo, en esta tercera fase la población objetivo es sustancialmente mayor.

Como se sabe, el turno ahora es para quienes tienen entre 50 y 59 años (con y sin comorbilidades) así como para el personal de la Fuerza Pública, Fiscalía y docentes, entre otros. El cálculo del Ministerio de Salud es que en esta etapa serán inmunizados alrededor de 9,5 millones de colombianos.

Ello obliga, entonces, a que el operativo logístico del agendamiento de citas y administración de las vacunas a cargo de las EPS y demás instancias sea más exigente, sobre todo si la meta es lograr que no menos de 200 mil personas sean inoculadas a diario. Es una prueba de fuego no solo para la capacidad sanitaria instalada sino en materia de organización y coordinación.

Obviamente para que ello sea posible la prioridad es contar con la cantidad suficiente de biológicos. Hasta el viernes pasado el país había recibido más de 12,5 millones de dosis y el cronograma de entregas para lo que resta de mayo y junio está confirmado por parte de los laboratorios que producen las vacunas de Pfizer, Sinovac y AztraZeneca, al tiempo que se esperan las primeras remisiones de otras marcas ya negociadas por Colombia.

En segundo lugar, es obvio que ante un mayor flujo de personas a los puestos de vacunación se requiere un operativo más ágil y bioseguro para evitar aglomeraciones. Este es un elemento clave.

Tras lo ocurrido con las multitudes en el marco de la ola de paros en las últimas tres semanas, que tienen a varias regiones como Bogotá, Cundinamarca, Nariño y Boyacá en una preocupante situación de “doble pico largo”, es imperativo reducir al máximo las filas y garantizar el distanciamiento social en los puestos de vacunación, por más que el número de estos también se esté ampliando.

Es claro, como lo han advertido las autoridades, que las marchas y movilizaciones del último mes han sido un factor disparador de este tercer pico de la pandemia, junto a la circulación más abierta de otras cepas de covid-19 así como por el visible relajamiento por parte de muchas personas de las medidas más básicas de bioseguridad.

De hecho, si bien resulta alentador que se haya reducido la mortalidad entre el personal de salud y los mayores de 80 años, consecuencia directa de la vacunación, alarma que el país lleve más de dos semanas con promedios de muertes diarias alrededor de 480 a 500 víctimas, en rangos de edades cada vez más tempranas. A ello se suma que los contagios no muestran una baja significativa y los porcentajes de ocupación de las 13 mil camas de Unidades de Cuidado Intensivo continúan por encima del 90, 95 y más por ciento en varias ciudades.

Por lo pronto resulta evidente que la dimensión de la emergencia sanitaria continúa en niveles críticos en varias regiones de nuestro país. Estamos todavía lejos de alcanzar los 35 millones de colombianos vacunados, que se supone sería el piso mínimo poblacional para alcanzar la “inmunidad de rebaño”, a partir de la cual se reduciría de forma sustancial la velocidad de contagio así como la tasa de mortalidad.

Es más, las autoridades sanitarias indicaron la semana pasada que en vista de la curva epidemiológica de un virus que apunta a no desaparecer y volverse endémico, es muy posible que sea necesario inmunizar a toda la población, es decir a cerca de 50 millones de compatriotas, incluyendo entonces a los menores de 16 años y hasta embarazadas. Igual continúa el debate mundial en torno a si será necesaria una tercera dosis para completar el ciclo inmunizante.

Así las cosas, no hay que bajar la guardia en los protocolos de bioseguridad. El uso del tapabocas, lavado de manos permanente y distanciamiento social continúan siendo obligatorios y vitales. Si bien el país avanza en vacunación, el tercer pico de la pandemia no cede y no se descarta un cuarto en poco tiempo. El autocuidado continúa siendo el mandato nacional.