Plan de choque policial | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Abril de 2023

* Más allá del relevo en la Dirección General

* Ajustar política de seguridad y orden público

 

El relevo en la Dirección General de la Policía aplicado ayer por el Gobierno, que determinó la salida del general Henry Sanabria y la llegada del general retirado William René Salamanca, debe dar pie a ajustar la estrategia y plan operacional de la institución para hacer frente con más eficiencia a una serie de problemáticas que se han agravado en los últimos meses.

Uno de los flagelos que requiere implementar acciones más contundentes es, precisamente, el de la inseguridad ciudadana. Tanto los gobernadores como los alcaldes, así como la Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, centros de estudios, organizaciones no gubernamentales e incluso informes como de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, han coincidido en advertir que hay un rebrote de la violencia y la criminalidad en distintas partes del país, protagonizado por factores de delincuencia común y organizada. Los incumplimientos de los ceses el fuego pactados por el Gobierno con grupos residuales de las Farc y bandas criminales como el ‘Clan del Golfo’ (este último ya suspendido) así como el aumento del accionar del Eln están deteriorando de forma sustancial el orden público en varios departamentos y municipios…

Si bien debe destacarse la reducción de homicidios, incluyendo los de líderes sociales y desmovilizados, hay un alarmante repunte de otros delitos de alto impacto como hurtos, extorsiones, microtráfico y casos de sicariato, entre otras conductas. Los índices de victimización ciudadana van en aumento y las encuestas evidencian una escalada en los índices de percepción de inseguridad urbana y rural.

Es imperativo que las autoridades reaccionen con más contundencia a esta situación, que incluso se torna más preocupante porque coincide con el arranque en firme de la campaña para los comicios de octubre.

El general Salamanca, quien ya había salido de la línea de mando y se venía desempeñando como cónsul en Miami, es un experto en seguridad ciudadana y seguridad estratégica. Esa característica resulta vital para reforzar el plan de choque ante el pico de criminalidad que se está registrando en el país. Es urgente que tanto la Policía como las Fuerzas Militares aumenten su operatividad contra la delincuencia común y organizada.

De otro lado, el relevo en la Dirección General es una oportunidad para definir, de una vez por todas, la hoja de ruta en materia de lucha antidroga. La caída sustancial en las cifras de erradicación de narcocultivos y el auge de producción de narcóticos en algunas zonas, unido al incremento del microtráfico a nivel urbano, evidencian que el cambio de óptica gubernamental en el combate a este flagelo se está tornando muy preocupante. El solo hecho que voces expertas adviertan que la extensión de sembradíos ilícitos podría llegar este año a la inédita cifra de 300 mil hectáreas, es un campanazo que urge correctivos urgentes en la estrategia oficial y su implementación por parte de la institución policial. Igual ocurre con el incremento de delitos como el de la minería criminal.

En esa misma línea de los ajustes, se espera que el nuevo Director lidere un proceso en el que tanto a los uniformados como a la ciudadanía les quede claro cuáles son los nuevos protocolos para reaccionar en casos de desborde violento de la protesta social o el secuestro de uniformados por parte de turbas de manifestantes. Resulta innegable que algunas situaciones recientes, en donde el accionar de los policiales ha sido confuso e incluso terminó por exponerlos a vejámenes, no solo han lesionado la aplicación del principio de autoridad legítima e institucional, sino que generó dudas en la ciudadanía en torno al rol de la Fuerza Pública para proteger la vida, honra y bienes de todos los colombianos.

Como se ve, más allá de las polémicas en que se vio incurso el saliente Director y las controversias ayer por la reactivación de un general retirado para dirigir la institución, siendo muy altas y reconocidas las calidades personales y profesionales de ambos oficiales, la prioridad para el país en estos momentos en que en la Policía se genere un plan de choque para enfrentar esas crisis coyunturales y estructurales que han llevado a un deterioro grave de la seguridad y el orden público. Esta es una circunstancia palpable, que sufren a diario muchos compatriotas y que no desaparece por más que se imbuya en el desgastante caldero de la polarización política.