Un anuncio que intranquiliza | El Nuevo Siglo
Domingo, 12 de Octubre de 2014

En  la mayoría de países latinoamericanos, más aún en algunos centroamericanos, el problema más grave es el de la criminalidad por acción de bandas de delincuentes, entre éstas los Maras. Otra nación afectada por la delincuencia, con uno de los índices más altos de homicidios es Venezuela. Hacia la parte Norte, México enfrenta a los poderosos carteles de la droga, que en el pasado gobierno de Felipe Calderón desataron una ola de barbarie sin precedentes. En la actual administración de Enrique Peña Nieto han caído algunos capos de la mafia mexicana.

Colombia, en décadas pasadas padeció la cruenta arremetida de los grandes carteles del narcotráfico. Aunque éstos desaparecieron, no quiere decir que el ilícito negocio se haya acabado. Ahora existen organizaciones dedicadas a esa siniestra actividad. Hay empeño de la policía en la persecución de narcotraficantes. Es una tarea permanente el combate a todas las formas del delito en el país. No obstante en las grandes ciudades, como Bogotá, Medellín, Cali y otras, la criminalidad crece. Siguen asaltando a las personas en las calles, en los vehículos de servicio urbano, las casas, apartamentos. Los operativos policiales son continuos, en los que se desmantelan bandas de ladrones, sin embargo, pronto surgen otras en distintos lugares de la metrópoli.

Es una situación que mantiene en zozobra a los habitantes, ante el incremento de los grupos de antisociales que siembran el terror por todas partes. La policía ha diseñado estrategias contra el hurto a personas, empero, la capacidad del hampa a veces pareciera superar a la de la ley. Las cosas empeoran, el sistema Transmilenio se tornó peligroso para los usuarios, todos los días roban a la gente en los articulados y estaciones. Además, se lo tomaron vendedores ambulantes, mendigos, indigentes y ‘colados’. Es un ambiente de indefensión en el que discurre la vida de los ciudadanos, que siempre abrigan la esperanza de acciones efectivas contra los malhechores y parece que éstas no dan los resultados que se esperan. Por lo menos esa sensación queda en la población inerme ante las proyecciones de expertos de la policía respecto al incremento de los atracos y delitos diversos este año. Es un anuncio que intranquiliza por los riesgos que implica para la comunidad el aumento de la delincuencia.