Conectividad y privacidad, flancos débiles para moneda digital en Colombia | El Nuevo Siglo
Jonathan Malagón, Juan Carlos Portilla y Jairo Andrés Rendón coincidieron en que debe revisarse una política masiva de acceso a internet. / Fotos Asobancaria / Universidades la Sabana y Javeriana
Viernes, 19 de Julio de 2024
Mayra Baquero

La digitalización de las economías y la innovación tecnológica en los mercados financieros han motivado una revisión del rol de los bancos centrales en el ecosistema de pagos electrónicos. Con dichos avances se han generados nuevos riesgos financieros, operativos y legales, así como desafíos asociados con asequibilidad y potenciales ineficiencias de mercado.

A raíz de lo anterior, los bancos centrales han venido estudiando el posible marco estructural y operativo de las denominadas monedas digitales de banco central (MDBC), la cual sería una nueva forma de dinero de curso legal, complementaria al efectivo (billetes y monedas) y a las reservas de las entidades financieras en las cuentas de depósito del banco central.

El Banco de la República de Colombia asegura que la emisión de una moneda digital en Colombia podría mejorar la inclusión financiera. Frente a dicha afirmación, EL NUEVO SIGLO consultó a tres expertos para conocer qué piensan.

“Es un paso importante, sin duda”, aseguró Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, quien también resaltó que el Banco de la República ha venido señalando tres beneficios principales de la Moneda Digital de Banco Central (MDBC): “promover el acceso a pagos electrónicos y la inclusión financiera; facilitar la competencia, la eficiencia y resiliencia del sistema de pagos; y mantener el acceso al dinero del banco central en la era digital”.

Según le dijo el ejecutivo a este diario, desde Asobancaria apoyan la adopción de medios de pago digitales, dada la apropiación que tienen los usuarios de los medios digitales, ya que, de acuerdo con sus datos, en el primer trimestre de 2024 el 78 % de las operaciones en Colombia se realizaron por canales digitales.

Así las cosas, para Malagón, con la adopción prudente de la MDBC, unida al próximo sistema de pagos inmediatos del Banco de la República y la estrategia de datos abiertos, “esperamos transformar y fortalecer los ecosistemas digitales y profundizar la inclusión crediticia en el país, lo que beneficiará a millones de colombianos y fomentará un desarrollo económico más equitativo”.

A su turno, Juan Carlos Portilla, profesor de Derecho Financiero Internacional de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, indicó que en efecto la moneda digital podría mejorar la inclusión financiera, pero el gran reto recae en llevar conectividad y acceso a internet a todos los rincones de Colombia, pues para su uso se necesita conectarse y así obtener los beneficios: “con la emisión de la moneda digital del Banco de la República utilizando la tecnología blockchain puede haber un ahorro fiscal grande, al no tener efectivo baja el riesgo de corrupción, así como también el lavado de dinero”.

Por su parte, Jairo Andrés Rendón, profesor asociado del Departamento de Administración de Empresas de la Pontificia Universidad Javeriana, manifestó que la emisión de este tipo de moneda permitiría al público acceder al dinero digital sin necesidad de una entidad privado, ya que el Emisor gestionaría los registros y las transacciones, lo que haría que las transacciones fueran más rápidas y económicas, eliminando intermediarios y favoreciendo la inclusión financiera.

Asimismo, resaltó que aunque el Banco de la República reconoce el potencial de una moneda digital para promover la inclusión financiera, su informe concluye que no hay razones suficientes para emitirla, ya que los beneficios no parecen ser suficientes. “En mi opinión, no debemos cometer el error de quedarnos como espectadores mientras otros países avanzan. La introducción de monedas digitales por bancos centrales en el extranjero o las criptomonedas existentes podrían facilitar el acceso de los colombianos a estas opciones, afectando así la influencia que nuestra autoridad monetaria tiene sobre las tasas de cambio y la estabilidad financiera. Es crucial participar en estos avances y colaborar con otras iniciativas de monedas digitales de bancos centrales en otros países para mitigar posibles efectos no deseados”, añadió Rendón.

Riesgos

Al hablar con los tres expertos sobre los posibles riesgos que corre la economía colombiana con la creación de una moneda digital, el presidente de Asobancaria manifestó que están asociados con la implementación de un diseño inadecuado que podría generar desintermediación financiera, una menor provisión de crédito, mayores tasas de interés y fuentes costosas de fondeo, además de los riesgos asociados a su implementación.

En lo que respecta a la desintermediación financiera, en un escenario de introducción de una MDBC con intereses, debe contemplarse que, si la tasa de remuneración es alta, el grado de desintermediación será mayor dado que los bancos se verían obligados a ajustar sus tasas de interés activas ante el posible incremento de las tasas pasivas para evitar la transferencia de depósitos hacia la moneda digital.

En lo concerniente a la estabilidad financiera, la MDBC, al representar una reserva de valor más segura que los depósitos que no están totalmente garantizados, podría aumentar la probabilidad de una corrida bancaria y afectar la estabilidad del sistema. Adicionalmente, existe el riesgo de reducir la efectividad de la política monetaria en un contexto de estrés financiero y, por esta vía, requerir una política de prestamista de última instancia más activa.

Por último, cabe mencionar que existen riesgos de implementación relacionados con la privacidad de la información de los ciudadanos, la ciberseguridad y el fraude. En particular, la centralización de datos y control que conlleva la implementación de una MDBC puede aumentar la vulnerabilidad a ataques cibernéticos que comprometan la integridad y disponibilidad del sistema de pagos y la confianza pública en el sistema financiero.

De la misma forma, el experto de la Sabana le dijo a EL NUEVO SIGLO que cree que el mayor riesgo es la exclusión financiera si no se hace una política masiva de acceso a internet. Asimismo, Portilla aseguró que en relación con dicho panorama hay unas preguntas que deben hacerse al Banco de la República: “¿Cómo va a hacer el Gobierno nacional conjuntamente con el Estado para garantizar un acceso masivo al internet y a la conectividad para poder tener acceso al peso digital colombiano? Y, segundo, ¿cómo va a hacer el Emisor para manejar la política monetaria a través de las operaciones de mercado abierto y tasas de interés sin la existencia de efectivo”.

Por otro lado, añadió, “propongo un régimen de transición en el sentido de que mientras se va haciendo una política masiva de acceso a internet gratuito, se hace un periodo de transición a 3, 5 o 7 años, para tener acceso al peso digital colombiano y se va recogiendo poco a poco el efectivo hasta eliminarlo y también en el mismo periodo de transición el Banco adquiriría toda la nueva tecnología –blockchain– y los nuevos conocimientos para hacer la política monetaria a través de las operaciones de mercado abierto con el peso digital y a través de la imposición de tasas de interés o reducción de tasa de interés, de acuerdo con la política monetaria inflacionaria, a través de tasa de interés del peso digital”.

Finalmente, para el profesor de la Javeriana, el principal riesgo es la privacidad. “Con las transacciones en efectivo, el público disfruta de un cierto grado de privacidad, especialmente para transacciones de bajo monto. Con una moneda digital del Banco Central, toda la información sería registrada y almacenada por el Banco de la República”.

Sumado a lo anterior, indicó que otro problema potencial es la disrupción en el funcionamiento de la banca privada, pues si las personas no guardan sus depósitos en los bancos, se afecta la capacidad de estos para otorgar préstamos.

Y un tercer riesgo, para Rendón, es la adopción de la tecnología y ¿qué tan dispuestos están los colombianos a aceptar la moneda digital? La implementación de esta tecnología requiere que los usuarios utilicen billeteras digitales y aprendan a manejarlas.