El ambiguo Baltasar Garzón. Las ambivalentes posiciones del suspendido juez Baltasar Garzón ya son francamente preocupantes, no solo para el alto gobierno sino para el propio fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre. La suspicacia aflora cuando Garzón, en entrevista concedida a la periodista Cecilia Orozco Tascón, en la edición dominical de El Espectador, declaró que deben respetarse los derechos de verdad, justicia y reparación de las víctimas.

Una invitación particular. El polémico jurista ibérico invitó a las cincuentenarias Farc a cambiar de perspectiva de negociación, porque según lo trascendido, ellas se llaman a sí mismas “víctimas del conflicto” y no admiten la existencia de las víctimas inocentes que produjeron durante la guerra. Tampoco reconocen ni asumen tipo alguno de responsabilidad sobre ellas. ¿Habrase visto semejante descaro?

Cínica e inaceptable. Pero el exjuez Garzón no ahorra calificativos al cacareado “Marco jurídico para la Paz”: refiriéndose al marco para la impunidad que busca  la guerrilla dijo textualmente en la aludida entrevista que “esa posición le parece cínica e inaceptable”.  También la consideró inconveniente para los propios miembros de las Farc, si aspiran a integrarse a la sociedad.

Una esperanza. Igualmente, el señor Garzón expresó: “Tengo la esperanza de que los insurgentes reconsideren esa actitud porque, hasta en el último de los escenarios hay un núcleo jurídico del que no se puede prescindir porque está perfectamente definido por la Corte Constitucional y por la legislación internacional. Probablemente habrá que hacerlos comprender que llámense como se llamen, no hay otro marco legal diferente al que establece la comunidad internacional que protege a las víctimas”.

Una pregunta pertinente. Creemos que frente a todas estas reflexiones hechas por Garzón, quien fue contratado por el Gobierno Nacional y  la propia Fiscalía, cabe este interrogante:

¿Qué dirá el ministro del Interior, Fernando Carrillo Flórez, defensor del proyecto de marras, a quien paradójicamente le tocó abrirle paso a  la impunidad, la misma de la que se beneficiaron a sus anchas el temible narcoterrorista Pablo Escobar Gaviria y sus secuaces?

Recordemos que el jefe del llamado “Cartel de Medellín” y sus compinches  terminaron fugándose de la finca-cárcel de 5 estrellas que les proporcionó en los altos de “La Catedral”, de Envigado, el   llamado por el expresidente Pastrana como “El  camarero del peor narcotraficante de que se tenga historia”.    

Las vueltas que da la vida. Algo más: ¿quién iba a creer que el exjuez español Baltasar Garzón resultaría coincidiendo con el expresidente Álvaro Uribe, con el procurador general Alejandro Ordoñez y con el exministro Fernando Londoño?

¿Qué responderá el fiscal Montealegre al sesudo cuestionario al que sometió doña Cecilia Orozco Tascón al juez español, en donde aparece en contravía de Montealegre Linnet, uno de sus actuales mentores?

¿Qué dirán en la mesa de La Habana los negociadores tanto de las Farc como los del Gobierno?