El presidente de CRL Legal, Eduardo Cardona Mora, es una de las personas que promueve el uso de la tecnología para bajar la ‘tramitomanía’ judicial. Indica que “durante generaciones hemos escuchado”, que “la justicia cojea, pero llega”, “que la vida útil de un abogado son dos procesos ordinarios” o que, “es mejor un mal arreglo que un buen pleito”. Esta ha sido la narrativa con la que explicamos nuestra administración de justicia desde siempre y no es para menos”.
Desde la década de los 90, según la judicatura, la demanda de justicia ha aumentado 350% mientras que los jueces apenas un 20%. “Al parecer, se abre una esperanza de la mano de la tecnología para nuestro sistema judicial, en el marco de la cuarta revolución industrial que nos permite estar ad portas de un avance sin precedentes en la descongestión de la justicia”, sostiene.
Indica que “se necesitó una pandemia para adoptar normas que ya estaban en nuestra legislación desde hace 20 años como la Ley 527 de 1999, que desde entonces autorizó la firma digital; o la presunción de autenticidad de los documentos firmados sin trámite notarial pero sin eco en la rama judicial para documentos esenciales como los poderes; o la autorización para el uso de los correos electrónicos para trámites judiciales permitida desde hace casi 10 años por las leyes 1564 de 2012 (CGP) y 1437 de 2011 (CPACA) y aunque ya hay juzgados limitando horarios para enviar correos electrónicos, tenemos esperanza de que no estropeen esta oportunidad de facilitar las cosas para los usuarios”.
Sostiene que “a la Corte Constitucional, por ejemplo, ya no llegarán en físico 123 mil tutelas represadas por la pandemia. La Pandemia y las TIC nos reformarán la justica, siempre y cuando, de acuerdo con nuestros roles judiciales, tengamos compromiso y permitamos que la tecnología haga el trabajo mecánico que lesiona la economía procesal y acabemos con esa ‘barandiada’ de abogados y jueces con expedientes de papel, que representan no sé cuántos bosques talados en nuestras manos”.