A la par con el aumento de la generación de empleo que ha registrado el país en los últimos años, entre 2010 y 2013 se han creado 2,5 millones de ocupaciones de calidad, cuando entre 2002 y 2010 se generaron 1,6 millones de puestos.

De acuerdo con un reporte del Ministerio de Hacienda, “en lo corrido de este año, la generación de empleo de calidad asciende a 1,2 millones de empleos”.

Estos resultados muestran que está disminuyendo el número de subempleados en la economía, lo que tiene un impacto importante en la calidad de vida de los trabajadores colombianos, que estarían encontrando oportunidades laborales en forma correspondiente a su calificación, horas deseadas de trabajo y expectativas de ingresos.

El informe señala que los resultados en generación de nuevos puestos de trabajo y reducción del desempleo tienen dos importantes elementos. En primer lugar, la tasa de desempleo se ubicó en octubre de 2013 en 7,8%, la cifra más baja desde el año 1995, con una tasa de ocupación que se ubicó en su máximo histórico desde 1991.

En segundo lugar, esta importante reducción en la tasa de desempleo se alcanzó a pesar de que actualmente se observa la segunda tasa más alta de participación laboral desde esa misma fecha. Es decir, el desempleo ha bajado de forma consistente con un aumento de la tasa de ocupación y no por disminuciones en la tasa global de participación, como sucedió hasta hace pocos años.

Los resultados indican que Colombia fue el país que más empleo generó en los últimos tres años (Gráfico 1), entre seis de las principales economías de la región, creando 10,7% de nuevos empleos en términos de la PEA, seguido de Chile (8,5%), Perú (5,6%) y México (5,3%). Estos resultados son destacables por cuanto la generación de empleo es más de dos veces la de una economía como Perú, que ha presentado las mayores tasas de crecimiento económico en la región durante los últimos años.

Durante los últimos años, la generación de empleo ha registrado un alto dinamismo, explicado principalmente por una mayor contribución del empleo formal. En tal sentido, las cifras muestran algunos cambios importantes de tendencia, ya que hasta mediados del año 2010, la generación de empleo formal había sido de 123 mil personas en términos anuales, con un crecimiento promedio de 1,7%.

No obstante, hacia finales del año 2010 se empezó a registrar un incremento sistemático en el empleo formal, en la medida en que la economía presentaba un mayor crecimiento. Incluso, la generación de empleo formal superó lo registrado en la fase expansiva de los años 2006-2007, y alcanza en la actualidad niveles que se ubican en máximos históricos. De hecho, los ocupados formales a nivel nacional pasaron en promedio en 6,8 millones de personas entre los años 2002 y mediados del año 2010 a 8,5 millones de personas en la actualidad, con una marcada tendencia creciente.

De otra parte, después de la aprobación de la Reforma Tributaria en diciembre de 2012, se ha observado un alto dinamismo del empleo formal, en detrimento del empleo informal. Al mes de octubre de 2013, el crecimiento anual del empleo formal en las principales trece ciudades se ubicó en 7,6%, mientras que el empleo informal presentó una reducción anual de 2,3%, considerando el criterio de afiliación a seguridad social como empleo formal.

Estos resultados señalan el cambio estructural en la generación de empleo formal a partir de la aprobación de la reforma tributaria en diciembre de 2012.

Es importante recordar que esta reforma fue orientada a promover el crecimiento económico y la formalización laboral y empresarial, a través de una reducción en los costos no salariales. En particular, desde mayo de 2013, con la eliminación del pago de parafiscales asociados al SENA y el ICBF (equivalentes al 5% del salario), el empleo formal registró un mayor impulso, pasando de un crecimiento promedio de 4,4% durante los primeros cuatro meses de 2013 a 7,2% en promedio entre los meses de mayo y octubre. Este resultado refleja de manera clara los mayores incentivos para la generación de empleo formal.

Si bien los costos no salariales permanecen en un nivel elevado en términos comparativos a otros países de la región, la reforma tributaria de 2012 dio un paso muy importante en la dirección correcta con la reducción de estos costos, que también se ha reflejado en un aumento del número de cotizantes en el sistema de seguridad social. En efecto, el Gráfico 4 muestra que el número de cotizantes presenta un incremento anual de 15% en el mes de septiembre y una tendencia creciente que se acentúa después de la reducción de los parafiscales que ocurrió en el mes de mayo de este año.