La actual candidata al Senado por el Pacto Histórico, Piedad Córdoba, aclaró en un comunicado los señalamientos que le hizo Andrés Vásquez sobre sus vínculos con las antiguas Farc y su labor como mediadora en la liberación de secuestrados. Sin embargo, el mensaje de Córdoba fue rechazado por el general y también candidato al Senado, Luis Mendieta.

Córdoba aseguró que es “víctima de un linchamiento mediático” por parte de sus enemigos políticos quienes buscan “cercenarme de mis derechos políticos, motivo por el cual exijo en mi nombre, en el de mi familia, y en el de todo el Pacto Histórico, plenas garantías para los próximos comicios y para ejercer nuestro derecho a hacer política”.

En el comunicado, señaló que “de forma malintencionada Andrés intentó involucrar y sembrar pruebas contra mi familia, que solo obran en su contra. Al conocer de estas situaciones y ante sus solicitudes de dinero a mi persona y mi familia por mi restitución de derechos políticos, que lo llevaron incluso a demandarme, rompimos relaciones políticas y personales con Andrés hace muchos años, generándose una enemistad manifiesta entre nosotros”.

Para Córdoba, las declaraciones de Vásquez ante la Corte Suprema de Justicia carecen de “fundamento alguno” además de no contar con su defensa para los respectivos descargos. Señala que dicho testigo evadió tres citaciones y que, ante la inminencia de un arresto, “acudió conminado a arresto por la Magistrada Cristina Lombana, quien se desplazó hasta Miami para hacer posible este testimonio ahora filtrado selectivamente a la prensa en clara violación de la reserva sumarial”.

Córdoba refirió que extendió una invitación a la señora Yolanda Pulecio, madre de Íngrid Betancourt, a asistir a la Comisión de la Verdad para “esclarecer estas acusaciones malintencionadas”.

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De otro lado, también se conoció ayer una declaración del general Luis Mendieta en la que expresa que el comunicado difundido por la exsenadora Piedad Córdoba no hace referencia a su poder de decisión sobre quién se quedaba o quién salía de la selva. “De nuevo, por enésima vez, trata de confundir a la opinión pública y ahora mete a todo el mundo para justificar su gestión humanitaria que pudo ser avalada por dos gobiernos y medio planeta más, pero cuya explicación a la pregunta de su poder de decidir sobre la libertad de secuestrados, no se da”.

“Yo lo dije ante la JEP, ante la Fiscalía, ante la Corte y ante todo el aparato judicial, y no investigaron. Ella le dijo a mi familia que yo saldría de último, si era que salía. Esa infamia de traficar con el dolor de los familiares y la libertad de los secuestrados fue parte de su gestión humanitaria. Pensaba en su imagen política y no en el dolor de los que esperábamos encadenados en la selva”, añadió Mendieta.

“Le cabe responsabilidad ética, moral, espiritual”, finalizó.