Enfrentados | El Nuevo Siglo
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Lunes, 10 de Octubre de 2022
Redacción Política

Sin duda uno de los aspectos que tendrán fuerte debate en el siguiente paso de la reforma tributaria en las plenarias de Senado y Cámara, es el impuesto a las iglesias que aprobaron las comisiones económicas, que si bien se mantienen como no contribuyentes, serían gravadas las actividades distintas a su fin social. 

La normatividad exime a las iglesias de pagar impuestos en razón a la labor social que desempeñan y que no tienen ánimo de lucro. No obstante, en la discusión que se ha dado en las reformas tributarias de los últimos gobiernos, no deja de estar el tema de si deberían también ser gravadas.

El artículo 72 de la reforma tributaria aprobada la semana anterior en primer debate indica que "no están gravadas con el impuesto sobre la renta y complementarios las iglesias y confesiones religiosas reconocidas por el Ministerio del Interior o por la ley, respecto a los ingresos provenientes de actividades asociadas al oficio religioso, al culto, al rito, a prácticas que promuevan el apego de los sentimientos religiosos en el cuerpo social, o actividades de educación o beneficencia realizadas bajo la misma persona jurídica".

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, explicó que "esa norma no es solo iglesias, sino todos los que son no contribuyentes. Incluso, si un fondo de empleados, que no tiene ningún impuesto, pero si comienzan a hacer actividades comerciales con sus recursos, por eso deberán constituirse como sociedad y sí pagar impuestos".

La representante a la Cámara Marelén Castillo se manifestó en desacuerdo con lo que se aprobó hasta el momento sobre las iglesias en la reforma tributaria.

“Las iglesias en Colombia han realizado tanta labor social que en muchas ocasiones han suplido la ausencia del Estado en los territorios y para nuestra gente. Gravarlas con impuestos es coartar la acción social de la fe y un pecado ético”.

Añadió la legisladora que “la reducción de descuentos tributarios a quienes contribuyen con labor social de las iglesias, a través de donaciones, es un desincentivo para ancianatos, orfanatos, clínicas y demás. Quién se imagina posible que agredan así a nuestros adultos mayores, juventudes e infancia”.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Tercera de Cámara, Katherine Miranda, dijo que “estamos muy felices con la aprobación de nuestro artículo que les pone impuestos a las iglesias. Es un tributo del 20 % a la renta para todas las actividades económicas por fuera del rito, culto, beneficencia o educación. Esto es un gran avance, porque si algunas iglesias se comportan como empresas, pues que paguen como empresas”.