EL PROYECTO de ley con el que se busca aumentar el cupo de endeudamiento sigue generando intensos debates entre sectores políticos a favor y en contra del Gobierno. Ya el presidente Gustavo Petro advirtió que el país podría entrar en una cesación de pagos de no aprobarse la iniciativa en el Congreso, lo que lo llevaría a decretar una emergencia económica.
Sobre este planteamiento han surgido discusiones en torno a si es necesario o no que la propuesta sea avalada en el legislativo. Por una parte, el senador David Racero, del Pacto Histórico, defiende esta tesis, considerando que es una herramienta para hacer sostenible la deuda; mientras que, por la otra está Miguel Uribe, congresista del Centro Democrático, quien asegura que el cupo de endeudamiento será usado por el Gobierno para tener más liquidez y financiar sus proyectos.
“Urgente que se apruebe el cupo de endeudamiento en el Congreso. Una herramienta para hacer sostenible la deuda y garantizar la inversión pública. Desde 1990 se han realizado nueve autorizaciones, es decir, una ampliación del cupo de endeudamiento cada tres años y medio, aunque en algunos gobiernos se han realizado hasta en dos ocasiones”, trinó Racero.
Además, dijo que “la destinación del cupo de endeudamiento de alrededor de $70 billones que autorice el Congreso de la República será para el pago total de la deuda externa del Gobierno nacional central, y así retomar una deuda externa a tasa de interés menor (es decir, más barata) y a un tiempo de pago prudencial para no afectar la destinación de rubros presupuestales vitales para el desarrollo social y económico tanto nacional como local de cada uno de los territorios”.
Asimismo, indicó que “2024 debe ser el año de los ajustes macroeconómicos, entre ellos organizar la deuda externa, que permitan sentar las bases de la reactivación económica y, con ello, hacer del año 2025 el año de la convergencia de la inflación a la meta nacional, convergencia del crecimiento nacional al crecimiento potencial del país y crecimiento económico sostenible e inclusivo, es decir, como base del desarrollo económico y social nacional y local en los territorios”.
Por su parte, Uribe manifestó que el presidente “Petro quiere más plata para su proyecto politiquero, esa es la verdad. Y quiere pasarle por encima al Congreso. Lo que dice en su trino es falso y además altamente peligroso. Con los ingresos adicionales de la reforma tributaria de 2022 o con los presupuestos no ejecutados de 2023. el gobierno actual tenía casi 50 billones para pagos de deuda”.
El uribista manifestó que “ahora que las calificadoras de riesgo han puesto alertas sobre el mal manejo de las finanzas, la renegociación de la deuda será más costosa, afectando la vida de los colombianos”.