EL NUEVO SIGLO: Luego que el presidente Gustavo Petro anunció que el presupuesto de 2025 será por decreto, ¿qué pasos siguen?
EFRAÍN CEPEDA: El paso a seguir es decir que no hay antecedentes en la historia reciente de Colombia de que el Congreso haya hundido un Presupuesto General de la Nación a un Gobierno.
Realmente, esto se hizo porque se quería incluir 12 billones de pesos y una reforma tributaria que no se ha debatido y que no podíamos aprobar a ciegas.
Sería una falta de respeto con los colombianos y nuestros electores decir que recetábamos 12 billones de pesos sin discutirlos y conocerlos. En general, hay una falta de concertación hasta tal punto que los ponentes firmaron una ponencia y en la plenaria del Senado apareció otra.
Segundo, ese zarpazo que se le quiso dar a la democracia, restándole 77% a la Registraduría, alrededor de dos y medio de billones de pesos. Eso es arrodillar la democracia, eso es pasarlo a un fondo del Ministerio de Hacienda. Es obligar al registrador a que se ponga rodilleras y que esté todos los meses en el despacho de un ministro, viceministro o un funcionamiento de segundo o tercer nivel rogando por recursos.
Los recursos para la democracia tienen que ser absolutamente protegidos y sagrados como lo es la democracia colombiana. De manera que por eso se hundió ese presupuesto como jamás se había negado ya.
ENS: Entonces, ¿qué viene?
EC: Los pasos a seguir son, el Gobierno nacional tiene que sacarlo por decreto. A pesar de que el presidente ha dicho que lo sacará por los mismos 523 billones de pesos, realmente no se puede sacar un presupuesto por temas que no están financiados y no están financiados los 12 billones de pesos.
¿Dónde están los 12 billones de pesos? En un proyecto de ley que puede o no que se apruebe y eso iría a un presupuesto adicional. Lo sensato y lo que creo que harán las Cortes es que el presupuesto aprobado por decreto tiene que ser sobre los recursos que tienen financiación que son 511, hacemos entonces la discusión de la ley de financiamiento y lo que de allí resulte irá a un presupuesto adicional. Ese es el deber ser, eso es lo que, por lo menos el Senado, dijo desde el primer día.
Con el Presupuesto General de la Nación para 2024, que se discutió el año pasado, el Congreso le dio un cheque en blanco al Gobierno nacional de 15 billones de pesos que ellos dijeron que podían recaudar a través de unos tribunales de arbitramento. Eso fracasó estruendosamente, no hubo tal recaudo, por lo que el Gobierno tuvo que hacer un doloroso recorte de 20 billones de pesos.
Ya el Congreso había dado ese cheque en blanco para el 2024 y no nos podían pedir que lo diéramos, máxime que era una reforma tributaria; todo lo contrario, el Gobierno tenía que acceder a que se probaran los 511, que nos fuéramos a la tributaria o ley de financiamiento, y luego el Presupuesto Nacional.
Aprobar por 523 primero hubiera sido irresponsable porque era como aprobar a ciegas y expresa una reforma tributaria.
Segundo porque con seguridad eso no saldría por los 12 billones de pesos y tendría el gobierno que hacer un nuevo recorte presupuestal del año entrante. Eso no era sensato, el Gobierno no quiso concertar con el Congreso y quiero decir que el Congreso de la República es una rama autónoma y que, por supuesto, no somos notarios de ninguna iniciativa legislativa.
ENS: ¿Este es un mensaje claro para todas las reformas que el Gobierno ha presentado como la de salud o la de educación?
EC: Recordemos que la reforma a la salud tampoco se quiso concertar y se hundió inexorablemente.
En cambio, la tributaria anterior, el Plan Nacional de Desarrollo, los presupuestos, la jurisdicción agraria como enmienda legislativa… todo ello se concertó y esos proyectos salieron.
Pero la reforma a la salud que se presenta nuevamente está sin concertación, a pesar de los anuncios del Gobierno que se iban a concertar con las bancadas.
Y será una discusión difícil si el Gobierno insiste en volver a los esquemas del Seguro Social altamente burocratizados y politizados.
ENS: Se dice que esta reforma a la salud que presentó el Gobierno nuevamente es similar al proyecto presentado originalmente, ¿qué piensa?
EC: No lo hemos visto todavía en bancada, pero sí… un poco los comentarios de los analistas dan en ese sentido. A pesar de que esta es una de 48 artículos y no de 168, sí es el mismo espíritu.
Al medir y olfatear el ambiente en el Senado de la República, volver a pasar un proyecto con las mismas características y sin concertación, no tendrá resultados positivos.
Otras reformas
ENS: Igualmente, viene la reforma política, ¿qué puntos trae este proyecto que presentó el Gobierno?
EC: Esa la presentó este martes. No quiero pronunciarme sobre ella, pero veo que viene una reforma al Consejo Nacional Electoral.
Primero que tampoco ha sido concertada con los partidos. Segundo, que una reforma al Consejo Nacional Electoral debe consultar los pesos y contrapesos, además del equilibrio de poderes.
Creo que esto del Consejo Electoral puede tener “tufillo de revancha”, por las decisiones que está cerca de tomar. Hay que mirarla con atención, pero estas reformas políticas sin concertación y con imposiciones no tienen como buen pronóstico.
ENS: Ahora que toca el tema del Consejo Nacional Electoral, la semana pasada al presidente Gustavo Petro le echó puyas a su persona por un supuesto ‘golpe blando’, ¿qué piensa de esas críticas?
EC: El Congreso es autónomo. No tiene jefes. Es una de las tres ramas autónomas del poder público y toma decisiones. Nadie le ordena el camino. Es independiente y si negar iniciativas se toma como ‘golpe blando’, es una gran equivocación.
ENS: Viene la elección de procurador, ¿cómo ve ese proceso en el que está Gregorio Eljach como candidato?
EC: Es lo que ha venido observando el país y son las decisiones de las bancadas. Las decisiones de las bancadas, las que hasta ahora han salido, que son la mayoría, son en favor del doctor Gregorio Eljach. Por supuesto, hay un profundo aprecio por los otros dos candidatos.