EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles fueron los factores determinantes que lo llevaron a renunciar al Congreso y a Cambio Radical?

DAVID LUNA: Esto viene de corazón y de razón. De corazón porque después de 27 años de haber iniciado mi carrera como miembro de una junta de acción comunal, la de mi barrio, de haber caminado escalón por escalón como edil, concejal, representante, candidato a la Alcaldía, me derrotaron; después viceministro, consejero presidencial, ministro, senador, pues yo siempre forjé no solamente un sueño, sino una formación para aspirar a llegar a la Presidencia de la República.

De razón porque yo creo que evidentemente el presidente Petro se quiere perpetuar en el poder, fracturando todas las instituciones, fracturando la democracia y hay que salir a enfrentarlo en el escenario que más le gusta a él moverse, que es el de la política.

No me era fácil hacerlo desde el Senado porque entre otras cosas no puedo hacer política siendo pagado con los impuestos de los colombianos. Y la renuncia al partido porque yo quiero hacer un frente ciudadano para defender la democracia y no un frente partidista. Quería tener total independencia de autonomía y, obviamente, participar en un proceso futuro de recolección de firmas.

ENS: ¿Cuáles serán los objetivos principales de este frente ciudadano que ha anunciado?

DL: Es la lucha frontal contra la corrupción de este gobierno, denunciándolo, pidiéndole a los funcionarios públicos que no se dejen achicopalar ni mangonear, sino que por el contrario nos ayuden a denunciarlo. Una lucha frontal en defensa de la institucionalidad, demandando todos los actos irregulares que este Gobierno tramita a través de decretos brincando al Congreso, defendiendo la organización electoral que fue seriamente afectada con una reducción presupuestal de casi el 60% y obviamente saliendo de las calles a contar cuáles son las mentiras y la narrativa con la cual navega Petro.

Esta crisis que causó el domingo, no es una crisis para defender la soberanía nacional, sino para victimizarse. Es una crisis para lograr tratar de que al país le impongan sanciones económicas, para con esa excusa él decir que no puede haber elecciones, tal y como pasó con Venezuela y con su socio estratégico, Nicolás Maduro.

ENS: ¿Qué nuevas ideas o propuestas traería a la agenda política colombiana?

DL: El país está muy golpeado. Acá no solamente hay una ausencia grande de confianza, sino una incredulidad muy grande. Tenemos que salir a recuperar la esperanza, a recobrar la moral, a recobrar la economía, a recuperar el país físico, el control territorial.

Así que esto va a ser muy difícil. Todos vamos a tener que aportar un granito de arena y esa va a ser la primera de las propuestas: hablar menos y hacer más. Obviamente, dedicarse a ejecutar, a echar menos carreta y a polarizar menos para después conectar con los temas que son esenciales.

El primero de ellos es que hay que desamarrarle las manos y los pies a la Fuerza Pública, a nuestra policía, para recuperar el control territorial y enfrentar estos grupos narcotraficantes y guerrilleros.

Hay que recuperar la economía y el primer paso para lograrlo es adelgazar el Estado, que está dedicado a malgastar la plata y a utilizar gran parte de sus recursos en corrupción. Obviamente, hay que pensar en alternativas distintas a las tradicionales utilizando la tecnología para el agua, para la seguridad, para el turismo y en eso estamos.

ENS: ¿Cómo evalúa la situación política en Colombia bajo el gobierno de Gustavo Petro y qué medidas deben adoptarse para garantizar la estabilidad democrática?

DL: Yo evalúo después de dos años de oposición que Petro es un mal ser humano, que no le interesa hacerle bien a la gente, sino que solo le interesa su propio beneficio político y la democracia literalmente está en riesgo. Las elecciones del 2026 ya están en riesgo y parecemos no despertar ante esa amenaza. Por eso así suene exagerado, yo vuelvo y lo digo y lo seguiré diciendo.

En cuanto a las medidas, la más importante es defender la institucionalidad electoral, que está siendo literalmente afectada por las razones que menciono, particularmente las presupuestales.

ENS: ¿Qué postura considera que debería tomar el próximo Gobierno colombiano frente a Estados Unidos para fortalecer los lazos diplomáticos y comerciales?

DL: Acá hay que sumar todas las acciones que nos ayudan a generar progreso y a generar inversión. Esto no se trata de discursos políticos diplomáticos trasnochados, del imperialismo gringo o el imperialismo ruso o el imperialismo chino o el imperialismo europeo. Se trata de ver de qué manera, con la inversión que atraemos y en virtud de la seguridad jurídica que ofrecemos, se generan más y mejores empleos.

Colombia no puede darse en estos momentos el lujo de transar unas peleas diplomáticas como lo ha hecho Petro, solamente para ganar unos likes o para generar unos estados de ánimo que enfrenten la realidad. Y en ese sentido creo que hay una dificultad grande que vale la pena tener presente y por eso mi afán de señalar las dificultades.

ENS: ¿Cuál es su mensaje para los ciudadanos que se sienten preocupados por el rumbo del país y las instituciones democráticas?

DL: Que no nos vamos a dejar doblegar, que no vamos a permitir bajo ninguna circunstancia que traten de jugar o de manipular la democracia, que la vamos a defender desde la calle, desde los departamentos, desde los municipios, que es donde se mueve el presidente, en vez de estar gobernando, haciendo política, para tratar de manipular la opinión de la ciudadanía. Vamos a enfrentarlo con respeto, pero con firmeza.