Una situación similar a la que se vivió en Chile con la activista estudiantil, Camila Vallejo, se podría presentar en Colombia en las próximas elecciones congresionales, pues algunos líderes de la MANE serán candidatos al Congreso y entre sus planteamientos está promover la reforma a la educación por la que se han movilizado en los dos últimos años.

El fin de semana pasado en las elecciones de Cámara de Diputados en Chile, Vallejo se convirtió en un verdadero fenómeno político en el país austral y en la más joven de los nuevos parlamentarios, luego de ser una de las líderes más visibles en 2011 del movimiento estudiantil por educación gratuita y de calidad, que se caracterizó por grandes movilizaciones en Santiago y otras ciudades,  como no se veía desde las protestas contra la dictadura de Augusto Pinochet.

Otros tres líderes estudiantiles Giorgio Jackson, Gabriel Boric y Karol Cariola lograron escaños en la Cámara de diputados en el Congreso chileno a nombre de varias colectividades políticas, pero al igual que Vallejo, fueron favorecidos por el electorado también por la lucha que libraron por una mejor educación pública.

Jackson, expresidente de los estudiantes de la Universidad Católica, se presentó como candidato independiente; Vallejo, expresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), fue respaldada por el Partido Comunista; Boric, también líder de la FECH, se presentó como candidato de la Izquierda Autónoma; mientras que Cariola, exdirigente de la Universidad de Concepción, se presentó por el Pacto de Nueva Mayoría.

En Colombia

Un proyecto de ley que presentó la administración Santos en 2011 para reformar la Ley 30 de educación superior fue el detonante para que los estudiantes colombianos, inspirados en sus homólogos chilenos, desarrollaran un movimiento a nivel nacional en cabeza de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), para oponerse a dicha reforma, entre otras, porque preveía la participación del capital privado para la financiación de la educación pública.

Luego de un paro superior a un mes en las universidades a cargo del Estado, el Gobierno nacional optó por retirar dicho proyecto en noviembre del 2011 con la promesa de sentarse con los jóvenes a discutir una nueva iniciativa de reforma, lo cual no se ha podido concretar, por lo menos en los términos que expresa la MANE, que es la creación de un espacio democrático de concertación para discutir la propuesta oficial de reforma junto con la propuesta alternativa de educación a cargo de los estudiantes, que ya tienen prácticamente lista.

Sergio Fernández

La MANE como organización gremial no tiene la intención de presentar candidatos a las próximas elecciones de Congreso, sin embargo algunos de sus líderes sí lo harán por diferentes colectividades políticas, aunque aclaran que de tiempo atrás vienen realizando un trabajo social y político, y que su aspiración no pretende sacar provecho de lo hecho por el movimiento estudiantil.

Es el caso de Sergio Fernández, quien justamente el martes pasado presentó su renuncia al cuerpo de voceros de la MANE para aspirar a la Cámara de Representantes por el Polo Democrático Alternativo.

Fernández explicó que renunció a su calidad de vocero porque “hay una definición de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil desde su encuentro organizativo que definió el cuerpo de vocerías, que señala que hay una inhabilidad para ser vocero de la MANE y ser candidato. Por eso me separo de la vocería para aspirar a una candidatura, pero además para dedicarme de lleno al tema de la candidatura”.

Fernández, quien desde hace años hace parte del Polo Democrático y en la actualidad es miembro del Comité Ejecutivo Nacional, calificó como extraordinario para el movimiento estudiantil chileno el resultado que lograron Vallejo y otros líderes como Boric. Sin embargo independiente de eso, dijo,  “creo que es un deber de los líderes sociales en Colombia saltar a la lucha política”.

Añadió que “hay que proscribir esa idea de que los jóvenes no se meten en política o que los líderes sociales tampoco se pueden meter en política, porque es un poco dejarle el camino libre a los que llevan 200 años haciendo y deshaciendo con este país”.

Hay quienes sostienen que independiente del valor que pueda tener de la propuesta de reforma a la educación que tienen los estudiantes, que pretende una mejor calidad de este servicio y resolver el grave déficit fiscal de la universidad pública, valorado en $11 billones, sin el respaldo de los partidos y del Gobierno es poco probable que sobreviva en el Congreso. Sin embargo, Fernández indicó que “nosotros hemos planteado en primer lugar que esa propuesta que ha construido la MANE dependerá en todo caso de la capacidad de movilización que tengan los estudiantes para defender esa propuesta. Pero en segundo lugar, tener en el Congreso de la República aliados. Tengo como compromiso cuando llegue a la Cámara de Representantes, defender esa propuesta de ley de la MANE y los postulados que siempre he defendido, que es la universidad pública gratuita y de calidad, el derecho a la educación”.

Víctor Correa

Es uno de los dirigentes estudiantiles que ha tenido liderazgo en el departamento de Antioquia por el trabajo que ha realizado dentro de la MANE, sin embargo en este tiempo no ha tenido la calidad formal de vocero, sino ha sido más por el reconocimiento que ha ganado dentro de la gente. 

Víctor Correa, quien aspirará en 2014 a la Cámara de Representantes por Antioquia con el respaldo del Polo Democrático Alternativo, además de activista del movimiento estudiantil forma parte en la actualidad del movimiento por la salud y es vocero nacional del Movimiento Dignidad Cafetera.

En ese sentido advierte que quiere desarrollar en el Congreso varios temas además de la educación. En este último caso explica que “uno de los ejes de trabajo de la propuesta y el ejercicio político en el Congreso parte por tratar de buscarle solución a los problemas que actualmente tiene la educación superior en el país y que tanto hemos denunciado desde los distintos escenarios de movilización”.

Aclaró que se propone trabajar en el Legislativo de la mano del movimiento estudiantil, “pero respetando la independencia política de estos espacios. Es decir, una cosa es la intención electoral de Víctor Correa y otras cosa muy distinta es el movimiento estudiantil”.