Cual ‘ave fénix’, Juan Fernando Quintero volvió superar las adversidades y demostró por qué es uno de los jugadores más talentosos de todo Sudamérica. El volante colombiano fue la brújula que llevó a Racing de Avellaneda a una nueva final continental tras superar a Corinthians y con él los hinchas de la ‘Academia’ se ilusionan para conquistar su segunda Sudamericana.
A pesar de las numerosas críticas sembradas por un grueso de la prensa, además de las incógnitas que siempre expusieron los medios sobre su estado físico y su compromiso con el club, dos goles al conjunto brasileño permitieron que la balanza se decantara para los de Avellaneda.
La fiesta orquestada en el Cilindro no fue en vano. El escenario estaba dispuesto para que el colombiano pudiera relucir, como siempre lo ha hecho en las grandes citas. Muchos pensaban que aquel ‘JuanFer’ de River Plate que les sacó campeones de Libertadores ante Boca Juniors en Madrid no se volvería a ver más. Que de aquel Quintero no quedaba nada. Sin embargo, ante más críticas y más problemas, mejor fue la respuesta.
Buscando siempre el protagonismo y la responsabilidad, Quintero fue la voz cantante en el campo. Los brasileños se pusieron en ventaja, pero ante eso, mejor fue la respuesta del ‘8’. Tras tomar la batuta, fue quien orquestó el gol del empate, bajando hasta zona media y generando todos los espacios para que Salas desbordara en banda y encontrara el penal. Evidentemente la responsabilidad caía en Quintero. Fuerte, al centro y sin pudor, el colombiano puso el primero.
Tres minutos más tarde y recorriendo más de 40 metros a campo abierto, el colombiano recibió, ganó ventaja y anotó un gol que emocionó a toda Avellaneda. El llanto lo contuvo y con dedicatoria al cielo siguió con su exhibición.
Más opciones siguieron lloviendo de los pies del antioqueño, pero no fueron concretadas. No obstante, eso no impidió que Racing pasara, y mucho menos que al minuto 77 se fuera ovacionado por todo el estadio. Aplausos y cantos en su nombre profirieron los hinchas, que gracias su creativo están en la disputa de un torneo continental.
El puño apretado, la mirada al cielo y los cortes en su voz a la hora de declarar, fueron la muestra del retorno de un jugador especial, distinto. “Fue un año muy difícil, no tengo palabras para explicarlo. Le quiero dedicar el triunfo a mi familia, lamentablemente no pueden estar, pero ellos saben que mi corazón está con ustedes. Soy un privilegiado del fútbol”, dijo el volante al borde del llanto tras ser declarado como la figura del encuentro.
Gustavo Costas, su entrenador, lo destacó, y más allá de elogiar su nivel, enalteció el compromiso que le había hecho el jugador en junio. A pesar de sus problemas familiares, el mediocampista le prometió que “me voy a quedar en Racing para ganarla Copa Sudamericana”, cosa que el estratega reconoció en rueda de prensa, y que sigue más vigente que nunca.
Y también lo dijo Gastón Martirena, compañero de Quintero en Racing: “Sabemos la calidad de jugadores que tenemos, nos gusta competir y cuando ‘JuanFer’ se calienta, pasan cosas”.
Ahora Racing debe centrarse en liga. El título local se ve lejano, pero las opciones aún están en la mesa. Y, cómo no, pensar en la gran final. Será un reto grande para ‘JuanFer’, tal cual vivió en Madrid, pero que supo llevar con grandeza y en el que dejó su huella marcada en la que muchos catalogan como la final más importante de la Copa Libertadores. Con los de Avellaneda ya labró el camino y solo le queda por sentenciar un momento más en su historia personal.