Varios son los retos que le esperan a James Rodríguez en su nuevo club, el Rayo Vallecano, al que estará vinculado, inicialmente, por una temporada.
El cucuteño llegó libre y tras ser nombrado el mejor jugador de la Copa América, torneo en el que marcó un gol y realizó seis asistencias. Con ello, el jugador de 33 años cumplió su sueño de regresar a la capital española, después de que se marchara en 2020 del Real Madrid rumbo al Everton inglés.
James se vincula al Rayo Vallecano después de haber jugado la última campaña en las filas del Sao Paulo brasileño, con el que disputó 14 partidos en los que consiguió anotar un gol y repartir dos asistencias.
El colombiano comentó que “volver” a LaLiga es “increíble”, más aún yendo a un “club histórico” como es el Rayo. “Tengo muchas ganas de hacer las cosas bien y mucha ilusión de poder jugar un partido delante la afición”, añadió.
Desde su salida del Real Madrid, la carrera del ‘10’ entró en declive, con el Everton inglés (2020-2021) como última experiencia en uno de los cinco grandes campeonatos europeos.
De Inglaterra puso rumbo al Al-Rayyan catarí (2021-2022) y luego al Olympiakos griego (2022-2023), rescindiendo de mutuo acuerdo su contrato en ambos casos.
Su última aventura a nivel de clubes fue en Brasil, con los colores del Sao Paulo (2023-2024).
Sin embargo, muy distinta ha sido su situación con la Selección Colombia, en la que partido tras partido le da la razón al técnico Néstor Lorenzo, quien así no esté jugando lo convoca y el cucuteño responde a esa confianza, como lo hizo en la pasada Copa América, en la que Colombia perdió la final contra Argentina (1-0 en prórroga).
Pero ¿cuáles son los retos que le esperan a James?
- Trabajar. El ‘10’ deberá “ponerse el overol” para mantenerse físicamente al nivel que mostró en la Copa América. Mucho se ha hablado que James se distrae con las redes sociales y que le gusta la fiesta. Sin embargo, en esta que es su última gran oportunidad, está obligado a dar lo máximo en cada entrenamiento.
- Ganarse la titular. James debe sabes que no por ser James ya tiene un lugar asegurado en la formación titular. Por el contrario, con su trabajo diario debe demostrar que merece ser inicialista.
- Confianza del técnico. El colombiano cuenta con la confianza del técnico Iñigo Pérez, pero debe trabajar para mantenerla y para ganarse la de sus compañeros. No hay duda que James en un buen nivel le va aportar talento, ideas y alternativas para el ataque a un club que el fin de semana tuvo un rendimiento ofensivo tan pobre en los 90 minutos reglamentarios más la adición, un hizo un solo remate al arco contrario.
- Cuidado. James deberá cuidarse mucho en el aspecto físico, especialmente para no recaer en lesiones como la del sóleo. En la Copa América, sin tener continuidad en el Sao Paula, jugó todos los partidos a un alto nivel, gracias al trabajo que realizó bajo la supervisión del técnico Lorenzo y del preparador físico de la Selección Colombia.
- Respaldo. El ‘10’ tiene que ganarse la confianza de sus compañeros del Rayo Vallecano, para que lo arropen y jueguen para él, a sabiendas que será un gana gana para todos, porque así el colombiano no corra o no marque, les va a portar talento, asistencias y alternativas de gol con sus cobros de tiros libres o sus remates de media distancia.
- Difícil. No es fácil la situación para James. Todas las miradas estarán puestas sobre él. Los aficionados, directivos y cuerpo técnico esperan que sea un jugador que marque diferencia.
- Ganancia. Con la presencia de James en el Rayo Vallecano ganan el club y la Selección Colombia, pero depende de él mantenerse en un nivel competitivo. Por ahora todo hace pensar que la elección fue acertada y que este club es el que mejor puede explotar las condiciones del colombiano.
Sentar cabeza. El principal reto de James en este renacer será sentar cabeza y darlo todo para tener continuidad en el Rayo Vallecano. Después del Everton su permanencia en los clubes por los que ha pasado no es su mejor carta de presentación. Depende del ‘10’ quedarse, por lo menos, el año de contrato y hasta ganarse un cupo en un equipo de la parte más alta de la tabla de posiciones.