General Montoya | El Nuevo Siglo
Viernes, 16 de Diciembre de 2011

Una juez delegada ante la Corte Suprema se dispone a deliberar en la tercera semana de enero y a emitir luego sentencia sobre el general Mario Montoya, ex Comandante de las Fuerzas Militares. A semejanza de otros colegas en circunstancias similares, Montoya está preparado síquicamente para oír invectivas sobre sus años de servicio en altas posiciones. ¿Qué han hecho él y otros militares sobre quienes la Justicia ladeó los ojos? ¡Ser útiles al país como se los ordena la Constitución! Su actividad ofendió a ONG nacionales y extranjeras. Por tanto, necesitan defenderse con cargo al propio bolsillo y sin mínimo apoyo estatal.

Incuria oficial
Vecinos de la Laguna de Fúquene, entre Cundinamarca y Boyacá, no cesan de quejarse porque ambas administraciones departamentales y la nacional nada realmente efectivo han hecho a fin de ampararlos de nuevas inundaciones. Con lluvias que eleven dos o tres metros el nivel de las aguas, la región quedaría otra vez anegada. Cultivos y pastizales recibirían graves perjuicios. Al secarse la tierra, los pastos quedan en proceso de putrefacción, amenazando la salud de los semovientes.

Ingenuidad total
Por más que vivamos en la centuria 21, la ingenuidad no deja de ser rasgo cotidiano de miles de compatriotas. Separados por una cuadra, funcionan en el centro del barrio bogotano de Teusaquillo dos supuestos “templos laicos” que coincidencialmente benefician a otros tantos antioqueños: uno es el “profesor Salomón” y otro el “profesor Marín”, bautizado con los términos de Luis Enrique. Ambos apuestan a quien goza de “más fieles” y capta, en consecuencia, mayor cantidad de dinero. Para controlarse mutuamente, exigen a su “feligresía” suscribir dos libros entre el 6 de diciembre actual y el 24 de diciembre de 2012. Son 374 firmas que estampa cada persona. Las devotas de Salomón deben consignar cada una $2.000. Marín, más pilluelo, exige $ 3.500 por rúbrica.