Gente. Francisco: Cuando ya no puedes caminar, aprendes a volar | El Nuevo Siglo
FRANCISCO PEDRAZA ha sido campeón en los Juegos Paranacionales en los años 2008 y 2012 en la categoría de handcycling (bicicleta de mano). / Foto cortesía Francisco Pedraza
Viernes, 17 de Noviembre de 2023
Redacción Política

UN SUBOFICIAL del Ejército Nacional cambió las condecoraciones militares por las medallas deportivas representando a Colombia en juegos paralímpicos a nivel nacional e internacional y afirmó que su mayor motivación para seguir adelante son sus tres hijos, que están en la universidad.

Se trata del sargento primero Francisco Genaro Pedraza Osorio, quien perdió sus piernas al caer en un campo minado en medio de un combate con las Farc en la Unión Peneya, en el Caquetá, cuando trataban de rescatar a un campesino de un grupo armado al margen de la ley.

Expresa que cuando terminó el bachillerato, a los 16 años, fue al Distrito Militar en Kennedy para averiguar sobre el servicio militar y un sargento segundo que estaba de servicio le sugirió ingresar a la Escuela Militar de Suboficiales, en Tolemaida, ya que era bachiller.

“Mire, pelao, vaya a la Escuela Militar e inicia la carrera de suboficial y si descubre que tiene vocación de servicio y de trabajar por el pueblo colombiano, se queda, y si no, sencillamente se retira, pero le queda la satisfacción de que lo intentó”, indicó.

Pedraza Osorio recuerda que entre sus proyectos no estaba ser militar, “pero el suboficial fue tan convincente que me puso a pensar y por esta razón trabajé muy duro como ornamentador para ahorrar dinero y así poder ingresar a la carrera de suboficial”.

“Cuando tuve el dinero me inscribí, presenté los exámenes y pasé. No les conté a mis padres y solo se enteraron cuando llevé la carta escrita para que autorizaran mi ingreso a la Escuela Inocencio Chincá”, dice.

Narra que “mi madre me preguntó que si estaba seguro de dar ese paso y si era lo que quería para mi futuro, ella me apoyaba”.

Mientras tanto, mi papa me dijo: “Hermano, ingresar a la Escuela es fuerte y no quiero que usted salga decepcionado y diga que le quedó grande y que eso lo va a traumatizar para toda su vida. Pero si eso es lo que quiere y es capaz, hágale que yo lo apoyo”.

“Estando en la Escuela, ellos me visitaban. Mi mamá se preocupaba porque había bajado de peso y creía que no comía bien. Le expliqué que debido al estudio y al ejercicio uno baja de peso y prueba de ello es que todos mis compañeros de aula también perdieron peso”, acotó.

Destaca que “cuando me gradué, me llevé la sorpresa más grande de mi vida, pues mi abuela, que nunca salía de Bogotá, estaba ahí, con mis padres. Me sentí muy orgullo, ella me abrazó, me besó, me dio ánimos y me dijo: 'vas a ser un buen militar'”.

El campo minado

Pedraza Osorio narra que “en el 2004 era integrante de un Grupo Especial y trabajaba en el rescate de dos campesinos secuestrados. En las operaciones logramos el rescate de uno de ellos. Y al otro día, cuando buscábamos liberar al otro ciudadano, entramos en combate con el grupo armado y para frenar nuestro avance activaron un campo minado”.

Precisa que “como consecuencia de la explosión, cinco uniformados resultamos heridos. Yo quedé consciente a pesar de que perdí en el lugar mi pierna izquierda a la altura de la rodilla y la derecha quedó con múltiples fracturas. Uno siempre piensa en vivir a pesar de la amenaza en medio de los combates, pues los subversivos decían que irían por nuestros fusiles luego de asesinarnos”.

Dice que afortunadamente los refuerzos llegaron y los evacuaron. “En el Hospital Militar me amputaron la pierna derecha. Aparte de esta situación también tuvieron que quitarme uno de mis riñones, porque fue perforado por una de las esquirlas y no se pudo salvar”.

Insiste en que “me dolió el no haber podido rescatar al segundo campesino, porque días después fue encontrado muerto”.

 

La nueva etapa

Asegura que a pesar de que las familias de los militares están siempre preparadas para lo peor, “no es fácil para nuestros seres queridos soportar nuestras heridas”.

Dice que “los bandidos buscan quebrantarnos con los explosivos y causarnos graves heridas para que culpemos al Ejército. A mí me amputaron mis piernas, pero lo que nunca van a poder lograr es cortarme el amor por mi patria y por mi Ejército, y mi convicción por ayudar a los demás y ser un buen soldado”.

Precisa que “soy un sargento primero que trabajé por espacio de 24 años y medio en el Ejército. Luego de mi discapacidad física seguí adelante y hoy soy licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad Javeriana y actualmente deportista paralímpico en la modalidad handcycling (bicicleta de mano)”.

“Estuve trabajando en la Dirección de Veteranos del Ministerio de Defensa con procesos de inclusión para personal militar y policial con discapacidad y haciendo todo el acompañamiento para los juegos Invictus en Düsseldorf, Alemania, en el 2023”, destacó

Revela que “entreno para los Juegos Nacionales, que serán en diciembre. Para los próximos Juegos Paralímpicos debemos esperar que abran los cupos, porque la UCI dice cuántos cupos le va a dar al país y la Comisión Paracycling de la Federación de Ciclismo Colombiano decide qué personal va a llevar a esas competencias”.

Menciona que pertenece a la Liga de las Fuerzas Militares, al tiempo que destaca que hay mucho personal militar y policial con discapacidad que hace parte de ligas departamentales por su condición y por sus capacidades deportivas. Ellos son reconocidos como militares, como policías y como veteranos”.

Recalca que “fui campeón de handcycling en los años 2008 y 2012 con medalla de oro en los Juegos Paranacionales; en el 2016 fui medalla de plata en los Juegos Paranacionales. Fui a dos copas mundo en Segovia, España, en el 2010 y 2011”.

Apunta que “participé en maratones internacionales en Nueva York, Los Marines en Washington, en Miami, en Panamá. Hice parte también de la delegación de los juegos Parapanamericanos en Guadalajara”.

Cuenta que “intervine en los juegos Invictus, en Düsseldorf, en Alemania, evento para personal militar con discapacidad de 25 naciones. Obtuve dos medallas de oro, una de plata y dos de bronce”.

Recalca que “sabiendo que vamos a tener juegos Parapanamericanos para el año 2027 en Barranquilla, voy a trabajar para ser convocado y creo que ese sería mi cierre deportivo de alto rendimiento”.

Destaca que “he ganado muchísimas medallas y no tengo un número exacto, pero más que medallas, es lo que represento y es lo que les dije a todos nuestros deportistas en los juegos Invictus: ‘recuerden que nosotros estamos representando a una comunidad de militares y policías con discapacidad, que dimos todo por nuestra nación y que ahora estamos representando a nuestro país desde el ambiente deportivo’”.

Subraya que “la primera vez que fui a la Maratón de Miami ocupé el quinto puesto. Allí había colombianos y uno de ellos me preguntó cómo había sido mi accidente y le dije que en el Ejército. El señor me abrazó, lloró y me dijo ‘gracias soldado, porque gracias a su labor es que yo puedo volver a mi país’”.

Agrega que “esas palabras fueron mejores que el haber recibido una medalla. Ese colombiano reconoció la labor que hemos hecho los militares y policías. Esas palabras fortalecen más que cualquier medalla o cualquier condecoración deportiva que uno pueda obtener”.