Tiembla la Bombonera: Boca-River por salto a la final de Libertadores | El Nuevo Siglo
Boca Juniors
Martes, 22 de Octubre de 2019

El superclásico argentino Boca-River, que “todo hincha debe ver antes de morir”, volverá a jugarse hoy en semifinales de la Copa Libertadores, con los ‘xeneizes’ forzados en su cancha a remontar el 2-0 que asestaron los ‘millonarios’ en la ida.

Más de 50.000 fanáticos boquenses convertirán al legendario estadio la Bombonera en una olla ardiente de pasión futbolera. Atesoran la esperanza de una hazaña épica frente a una escuadra que a veces parece invencible.

Los hombres de la azul y oro precisan lanzar un tsunami ofensivo para ganar al menos 2-0, que llevaría a la definición con los infartantes penales. Pero tampoco podrán descuidar su arco porque un gol de los vigentes campeones de la Libertadores se computa doble en caso de igualdad.

Quien se clasifique disputará el 23 de noviembre un único encuentro final en Santiago de Chile frente al vencedor de la llave brasileña Flamengo-Inter, que empataron 1-1 el primer choque en Porto Alegre y jugarán la revancha el miércoles en el Maracaná. El estadio Nacional chileno ha sido confirmado por la Conmebol pese al violento conflicto social que vive el país.

Es vox populi hasta en hinchas de otros clubes que los riverplatenses tienen el mejor equipo argentino de los últimos años. Y también el mejor técnico, Marcelo ‘Muñeco’ Gallardo, a quien llaman ‘Napoleón’, un estratega temible. 

Lo demostró River con creces al vencer a Boca 3-1 en el llamado ‘partido del siglo’, la inédita final de la Libertadores-2018 que se jugó en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, por primera vez fuera de Suramérica.

Gallardo ganó siete títulos internacionales desde que asumió en 2014, incluidas dos Libertadores.

Pero Boca quemará hoy las naves, alentado por una multitud que cuando grita y salta en las graderías hace temblar el piso de la cancha.

Lo que no manejan los hinchas es la pelota. Y en ese plano, River es una cosa seria. “Del otro lado (del rival) asusta como juega River”, declaró Leo Ponzio, su capitán, quien vuelve al banco tras una lesión.

Gallardo, como siempre, esconde las cartas. Se sospecha que un arma letal en ataque que puede esgrimir es el ingreso del delantero Ignacio Scocco.

Quien tendrá un lugar seguro es el volante uruguayo Nicolás de la Cruz, una de las figuras en el triunfo del partido de ida.

En el banco contará con una carta fuerte tras ser dado de alta de sus lesiones el colombiano Juan Fernando Quintero, autor de un gol clave en aquella histórica final en España. Los goles en la ida de la semifinal  los marcaron Rafael Santos Borré, de penal, e Ignacio ‘Nacho’ Fernández.

El entrenador boquense, Gustavo Alfaro, es conocido por su espíritu conservador. Hace un culto al equilibrio de las líneas antes que a la audacia. Su dilema es que esta vez debe arriesgar.

Por ahora Alfaro también juega a la escondidas. Se ignora si elegirá en la vanguardia al goleador Mauro Zárate o al veterano Carlos Tevez. “Tenemos fe que podemos darlo vuelta”, dijo Zárate, exjugador de Lazio de Italia y West Ham de Inglaterra.

La otra opción del conductor es el venezolano Jan Hurtado o el corpulento artillero Ramón ‘Wanchope’ Ábila. Un llamado de atención, en cambio, lo formuló el arquero Esteban Andrada, cuyas atajadas evitaron un resultado peor en el Monumental.

VAR de la discordia

Aún resuenan los ecos de las quejas de Boca por los fallos a través del VAR en el Monumental. Alfaro dijo que la “Conmebol debió cuidar las formas y debimos tener el mejor VAR de Sudamérica en River porque no sé si hubiesen cobrado el penal que cobraron”.

 

Apuntó así al penal de Emmanuel Mas al colombiano Santos Borré o la expulsión del mediocampista Nicolás Capaldo, ambos mediante el VAR.

El árbitro será Wilton Sampaio, secundado por Fabricio Vilarinho y Rodrigo Correa (terna brasileña), con el argentino Mauro Vigliano en el VAR.