“‘Misericordia’ es una balada triste, que es al mismo tiempo una oda a la vida”, así define Lídia Jorge su más reciente novela, la cual fue presentada en la Filbo esta semana.
Este es uno de los libros más audaces de la literatura portuguesa de los últimos tiempos. Brutal y esperanzador, irónico y amable, conmueve, enfurece y saca algunas carcajadas. A través de su pluma, Lídia dibuja un testimonio de la condición humana, de la vejez, de los momentos fugaces en la edad madura, es por eso que el año pasado la novela fue merecedora del Gran Premio de Romance y Novela de la Asociación Portuguesa de Escritores, también fue Premio de Literatura FIL en Lenguas Romances 2021. Y en Francia, esta obra también fue galardonada, seleccionada para el Premio Fémina, y merecedora del Premio de lectores Au bord du jour, y el premio Transfuge a la mejor novela lusófona.
Según la crítica literaria, “Misericordia” es un himno a la lectura, a la literatura y al poder transformador de ambas en la vida de lo humano, pero también al poder de la literatura para levantar del suelo a los desamparados del tiempo y del imaginario social común. Esta es la historia que la madre le pidió a Lídia escribir.
Con 77 años, Lídia Jorge recrea los testimonios de una mujer que ya no está, María Alberta Nunes Amado, quien dejó entre sus últimas pertenencias una serie de reflexiones grabadas. La novela fue publicada en 2022 y traducida en México al español, por la editorial Elefanta el año pasado. La escritora portuguesa conversó con EL NUEVO SIGLO sobre su novela, el homenaje a su madre ya fallecida.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surgió ‘Misericordia’?
LIDIA JORGE: Nació por petición de mi madre. El 8 de marzo de 2020 ella me dijo que escribiera un libro para que la gente sepa que es bueno tener compasión con la gente cuando no se mueve o cuando está enferma. Ella me dijo muchas veces que escribiera un libro con el título de ‘Misericordia’, pero yo no sabía por qué ella quería ese título, pensaba que no era una palabra para una novela, porque es una palabra muy seria, religiosa, teológica. Sin embargo, la última vez que la vi ella me insistió, me pidió que lo escribiera y que a través de él la gente pudiera reflexionar sobre el comportamiento que debe tener hacia las personas mayores. Murió en la época de la pandemia y no la volvería a ver, así que sentía el deber de cumplir su última voluntad.
ENS: ¿Cómo logró engranar una historia tan premiada y aclamada con una palabra a la que usted considera ‘seria’?
LJ: Confieso que al principio me pareció una palabra tan extravagante y no sabía por dónde empezar. Pero después lo comprendí cuando me entregaron sus últimas cosas, entre ellas sus y pendientes, su collar, sus anillos y además un saquito de esos que se colocan en el cuello en el que ella escribía las últimas palabras de su diario personal, fue allí cuando supe lo que yo debía hacer con ‘misericordia’; era hablar de su capacidad de resistencia, su tentativa de ser bella hasta el último momento de su vida. Yo estaba muy triste por su pérdida y a medida que iba escribiendo el libro era como si encontrara en él su propia alegría.
ENS: ¿Cuál es el mensaje de su ‘Misericordia’?
LJ: No es un libro de melancolía o de tristeza. Es un texto que me dejó una gran experiencia emocional y que surgió de una forma muy particular. Es una oda a la esperanza, pero también al honor de ser humanos, de aceptar la humanidad en cualquier etapa de la vida. Es el relato de una mujer que lucha por sus ideales. El personaje principal llega a concluir que, al final de la vida, la sabiduría y el conocimiento son lo más valioso. El libro es un homenaje a mi madre que murió pensando eso y a toda la gente que coincide con este pensamiento. Entonces, es un libro con un escenario interesante, no es solo de los viejos lamentándose, es una historia de la gente mayor que comprende que hacen parte de una cadena importante y que no tiene problema en dejar la vida, que luchan hasta el final de sus días.
ENS: ¿Podría decirse que es una historia de las memorias de su madre?
LJ: En efecto sí, porque habla de mi madre que toda su vida luchó por dos cosas, la belleza y la sabiduría, ella que solo tenía cuatro años de escolaridad pero que se formó a ella misma y por eso decidí escribir un libro sobre la resistencia, sobre la resistencia de la gente que quiere enfrentar la vida. Es la historia de Alberti, una mujer mayor que vive en un asilo donde reflexiona sobre el bien, el mal, el futuro y su propia vida, un texto inspirado por ella, quien murió de covid-19 en una casa de retiro; una mujer que combate la ignorancia, que quiere hasta el final de la vida aprender, que vivió la pandemia como todo el mundo con muchas ganas de continuar para comprender el mundo. Recuerdo que ella se preguntaba: ¿Qué pasará después?, no quiero irme sin aprender, quiero ver lo que va a ocurrir hasta el final quisiera intentar comprender todo, lamentablemente el tiempo no le alcanzó.
RECUADRO
La autora
-Lídia Jorge nació en Boliqueime, Portugal, en 1946. Es una de las escritoras portuguesas más importantes y traducidas de las últimas décadas.
-Su obra ha sido reconocida con los premios portugueses más destacados, así como con galardones europeos como el Premio Jean Monnet de Literatura Europea, el Albatros de la Fundación Günter Grass o el Premio de la Latinidad de la Unión Latina.
-Jorge ha publicado tanto novela como relato y de entre su obra traducida al castellano habría que destacar títulos como ‘El fugitivo que dibujaba pájaros’.