CON VISITA a la escuela Robb, lugar de la masacre del martes, la asistencia a una misa en homenaje a las 21 víctimas y una reunión con los familiares de éstas así como sobrevivientes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y su esposa Jill expresaron su solidaridad y consuelo a los habitantes de Uvalde, Texas.
Ante el memorial levantado frente a la escuela primaria donde se produjo la demencial acción del joven Salvador Ramos, Biden brindó palabras de alientos a padres y familiares de los 19 niños y dos maestras asesinadas.
En momentos en que se conocen crudos testimonios de los niños que sobrevivieron al ataque, el mandatario instó a actuar para prevenir futuras masacres en un país donde los esfuerzos para endurecer las regulaciones de armas de fuego han fracasado repetidamente.
"No se puede hacer que los dramas sean ilegales, lo sé. Pero se puede hacer que Estados Unidos sea más seguro", expresó Biden en su intervención repitiendo lo que expresó en día anterior cuando lamentó que "tantas personas inocentes hayan muerto".
"Así que hago un llamado a todos los estadounidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces y trabajen juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser", dijo el presidente.
Como sucede siempre tras estas tragedias ya comunes en Estados Unidos, el debate sobre el control de las armas de fuego está nuevamente en el tapete.
Destacados legisladores estadounidenses expresaron este domingo un optimismo cauteloso para dar algunos pasos en ese sentido.
"Hay más republicanos interesados en hablar sobre encontrar un camino a seguir esta vez que lo que hemos visto desde Sandy Hook", dijo el senador demócrata Chris Murphy a la cadena ABC, recordando el tiroteo registrado en la escuela de ese nombre en 2012 en Connecticut, que dejó 26 muertos.
Dick Durbin, el demócrata número dos en el Senado, se mostró confiado en que "habrá algunos" legisladores opositores que se manifiesten a favor de impulsar nuevas normas, mientras que Adam Kinzinger, republicano moderado de la Cámara de Representantes, que "ahora estoy abierto a una prohibición" de las armas de fuego o mayores requisitos para su compra y uso.
Testimonios estremecedores
Mientras, trascendían estremecedores relatos de niños que sobrevivieron a la matanza del martes, cuando Salvador Ramos, de 18 años, abrió fuego con un rifle semiautomático.
Ramos ingresó a un aula, cerró la puerta y se dirigió a los niños: "Vais a morir todos", antes de abrir fuego, relató un sobreviviente, Samuel Salinas, de 10 años, al canal ABC.
La policía admitió haber tomado una "decisión errónea" al demorar su ingreso al centro educativo tras ser alertada del tiroteo.
En efecto, tardó cerca de una hora en poner fin a la masacre, a pesar de varias llamadas de niños que pedían una intervención. Los 19 agentes que se encontraban en el lugar esperaban la llegada de una unidad especializada.
A la postre, Ramos fue ultimado por la policía.
Los sobrevivientes del ataque dijeron haber realizado llamadas susurradas y suplicantes al 911. Algunos se hicieron los muertos para evitar llamar la atención del tirador.
Samuel Salinas contó que se tiró al piso para simular su muerte. Lo mismo hizo su compañera Miah Cerrillo, de 11 años, para escapar de la atención de Salvador Ramos.
Acababa de ver como Ramos mató a su maestra después de decirle "buenas noches".
Su maestra, que resultó herida, les susurró que "mantuvieran la calma" y "quedaran quietos".
Finalmente fue rescatado por la policía, que rompió las ventanas de su salón de clases. Desde entonces, sufre recurrentes pesadillas./AFP