China alista consagración de Xi Jinping | El Nuevo Siglo
XI JINPING será ‘ungido’ como el indiscutible líder del siglo XXI por el XX Congreso del Partido comunista que se realizará a mediados de año.
El Nuevo Siglo
Domingo, 2 de Enero de 2022
Redacción internacional con AFP

Cuando hace nueve años asumió como presidente de China, Xi Jinping dio el paso definitivo para consolidar su estrategia política trazada décadas atrás: convertirse en un líder equiparable a Mao Zedong, el fundador de esa República Popular.

Miembro del Partido Comunista de China desde 1974, su carrera política fue meteórica ya que de ser nombrado gobernador de la provincia de Fujian (1999), pasó al año a desempeñarse como secretario de la colectividad en la provincia de Zhejiang donde su rol clave en la industrialización de dicha región le catapultó al escenario nacional, llevándolo al mismo cargo, pero en Shangai en el 2006 y, tan solo un año después, a ser miembro del Comité Central del PCC, el máximo órgano político del país.

Con una nación en plena apertura económica y siendo parte de ese selecto “club” de pensamiento y decisiones, Jinping empezó a introducir su nueva teoría política (la misma que hoy se enseña a estudiantes de escuela y colegio) en torno a modernizar el país, manteniendo las reformas de Deng Xiaoping, pero con un enfoque más profundo y sobre todo muy personal.

Con ello y desde entonces creó un culto a su liderazgo que no sólo le permitió minimizar a sus rivales sino llegar al poder en 2013, en el que permanece y seguirá por tiempo indefinido tras recibir el pasado noviembre el espaldarazo del Partido, en la celebración de su siglo de existencia, y que será ratificado a mediados de este año en el XX Congreso del Partido Comunista Chino.

Desde su llegada al mando del país, el líder de 68 años ha concentrado el poder en sus manos y ha modificado la Constitución para poder seguir gobernando más de dos mandatos. Pero no sólo eso, según expertos sinólogos, reescribió la historia de su partido comunista para consolidarse como el indiscutible líder que llevará al país a ser una superpotencia en pocas décadas gracias a su estrategia política definida como “el socialismo con características chinas para una nueva era”.

Y esa nueva historia del Partido Comunista escrita por Jinping fue avalada durante la reciente celebración de los 100 años de la colectividad política con la aprobación de una “resolución”, donde se resalta que los "errores" se mencionan para ser olvidados, y sobre todo se destaca la importancia de la "nueva era" que lidera el actual mandatario.

Es la tercera vez que el Partido Comunista publica una resolución sobre su historia. La primera la impulsó Mao Zedong en 1945, cuando asumió el liderazgo del partido, la segunda Den Xiaoping en 1981, tras eliminar a los herederos de Mao, fallecido en 1976.

En este nuevo texto de 36.000 ideogramas, se hace referencia a los “errores” de Mao, quien estuvo en el poder n China desde la fundación de la república comunista, en 1949, hasta su muerte en 1976.

A fines de los años cincuenta, Mao Zedong impulsó una política de industrialización forzada llamada del "gran salto adelante" que sumió al país en una hambruna. Combinada con la colectivización de la tierra, esta política provocó la muerte de 30 a 70 millones de chinos, según diversos estudios publicados en el exterior.

La nueva historia del PCC ignora la hambruna y se limita a mencionar los "errores como la campaña por el 'gran salto adelante' y el movimiento por la creación de las comunas populares".

Marginado tras el fracaso de la política económica, Mao retomó la ofensiva en 1966 con la "Revolución Cultural" contra el aparato del PCC que duraría hasta su muerte.

La Revolución Cultura fue "una catástrofe para el país y el pueblo, y crearon un caos interno que duró diez años, lo cual causó al Partido, al país y al pueblo los reveses y pérdidas más graves desde la fundación de la Nueva China", afirma el nuevo texto de historia.

"El camarada Mao Zedong hizo una estimación totalmente errónea de la situación nacional de las clases y de la situación política del Partido y el país", resume el documento.

En 1981, la resolución precedente iba más lejos en la denuncia del maoísmo, afirmando que el Gran Timonel, como la prensa oficial llamaba a Mao, tenía un balance "negativo de 30%".

El texto denunciaba especialmente el culto de la personalidad que rodeaba a Mao, una mención que no figura en la resolución de 2021.


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Reinterpretaciones

Sobre la represión de manifestantes en la plaza Tiananmén de Pekín en 1989, tema tabú en la China de 2021, se menciona, pero sin hablar de las víctimas.

"A caballo de la primavera y el verano de 1989, el macroclima internacional y el microclima nacional creados por el apoyo y la instigación de las fuerzas hostiles internacionales anticomunistas y antisocialistas ocasionaron graves disturbios políticos en nuestro país", resume el nuevo texto.

"Apoyándose en el pueblo, el Partido y el Gobierno combatieron la agitación con una postura claramente definida y lograron salvaguardar el poder estatal socialista y defender los intereses fundamentales del pueblo", afirma.

Y el resto de esta reescrita historia se refiere a “la nueva era” de Xi Jinping, quien pese a estar en el poder hace solo nueve años monopoliza los dos tercios del vasto texto que cubre un siglo de historia.

Así, su nombre es mencionado 22 veces, más que el de Mao que figura 18 veces y el de Xiaoping, arquitecto de las reformas que convirtieron a China en la segunda potencia económica mundial, que solo se menciona en seis ocasiones. Mientras, sus predecesores aún vivos, Hu Jintao y Jiang Zemin, son citados sólo una vez cada uno.

El actual líder aparece como el principal heredero de Mao, al frente de un país que aspira a convertirse en la primera potencia mundial.

Xi Jinping está en el "núcleo" del PCC y el "pensamiento de Xi Jinping" tiene "un significado decisivo para el desarrollo de la causa del Partido" y "el impulso del proceso histórico de la gran revitalización de la nación china", afirma la resolución.

Esta flamante legitimidad histórica, refuerza el proyecto de Xi Jinping de sucederse a sí mismo al frente del Partido, y por lo tanto del país, tal cual ocurrirá en el Congreso de mediados de este año.

“Avance irreversible”

Días antes de este cónclave político, Xi Jinping pronunció un emotivo discurso en la Puerta de Tiananmen, con ocasión del centenario del Partido, en el que sostuvo que “el pueblo chino se ha levantado y su ascenso, después de más de un siglo de subdesarrollo e invasiones es irreversible".

Tras hacer referencia a las guerras del Opio, el colonialismo occidental y a la invasión japonesa (1931-1945), Jinping alabó al Partido Comunista de China (PCC) por mejorar el nivel de vida y restablecer el orgullo nacional.

"El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1.400 millones de chinos", dijo, frente a una multitud de jóvenes y de miembros del partido congregados en plaza Tiananmen, ensalzando la salida de la pobreza de cientos de millones de chinos en tan solo unas décadas.

"El gran renacimiento de la nación china ha entrado en un proceso histórico irreversible…China se proclama cada vez más una superpotencia”, agregó lo que, según el profesor de la universidad china de Hong Kong, Willy Lam, es un mensaje fuerte a Occidente: “cualquier iniciativa de cortar el paso a China está destinado al fracaso".

Dicha exaltación del nacionalismo afianza el liderazgo de Jinping al interior del gigante asiático mientras al exterior crecen las críticas por sus políticas represivas en las regiones de Xingjiang (minoría uigur), Tíbet y Hong Kong.

Pero ello no hace mella en su liderazgo y fortaleza política. Xi Jinping es la figura que traza el curso de la historia de China. Hoy es su pasado reciente, su presente, pero sobre todo su futuro. Con una autoridad que ya es incontestable y que será ratificada por el XX Congreso del Partido Comunista en pocos meses, la pregunta principal es: ¿hasta dónde llegará? /