SAINT QUENTIN -EN- VILLES. Las pistas de BMX en Saint Quentin fueron el escenario en el que la reina del BMX, Mariana Pajón, se despidió de los Juegos Olímpicos. A sus 32 años la antioqueña se enfrentó a la pista más complicada de su vida, y no lo decimos solamente por la complejidad técnica que presentaba el recorrido de París, sino porque al final de cada manga recorrida era un pedalazo más que daba para acercarse al fin de una era histórica en el olimpismo del país.
Pajón inició su carrera deportiva muy joven. Seguramente en su casa familiar en Medellín habrá videos de la entonces “Marianita” montada en la bicicleta con ruedas de seguridad, aunque pocos, porque no tardó mucho en empezar a montar en la bicicleta rosada muy rápido por las pistas, primero de Antioquia, Colombia y luego el mundo.
En principio corriendo con hombres, algo que no vio como algo malo; al contrario, su capacidad adaptativa le daba para aprovechar cada carrera y aprovechar para aprender y desarrollar su talento. Con cada pedalazo fue edificando lo que terminaría siendo una carrera brillante por donde se le vea.
Centrada, enfocada, siempre lejos de los escándalos, nunca negó un autógrafo, una foto o un saludo para sus fanáticos. Sus victorias hicieron que el BMX en Colombia tomara una dimensión nunca imaginada.
Después de la medalla de oro en Londres 2012, hace 12 años las escuelas de BMX en el país se colmaron de niñas y niños que querían emular a la nueva heroína colombiana. En Río de Janeiro 2016, Mariana se consolidó como la reina del BMX olímpico y en Tokio, en medio de la pandemia, cuando alcanzó a la medalla de plata, lo único que hizo fue agrandar la leyenda.
Dos veces campeona olímpica, tres veces campeona mundial, Mariana, sin ser mayor de edad, supo ganar las carreras de “exhibición”, y lo ponemos entre comillas porque si algo nos demostró Pajón a lo largo de estos años es que en cada carrera dejaba la piel si era necesario, pero nunca daba una carrera por perdida.
Claro, ha pasado algún tiempo y las cosas han cambiado, seguramente el impulso juvenil mezclado con la adrenalina ya no está tan presente y ahora cada curva que toma y cada morro que sube, seguramente tiene más cuidado que hace 15 años, pero cuando va en la bicicleta marcada con el número 100, su figura es inconfundible, inolvidable: rivales y amigos saben que ahí va la reina del BMX.
El final de la historia de Pajón en estas olimpiadas de París pudo haber sido diferente. Quizá soñamos con una medalla, con un último podio, con un último himno, pero teníamos que ser conscientes de la realidad, del contexto. Eso sí, en este caso el resultado era lo de menos, la fiesta más allá de la medalla tenía que ver con la reina y su último baile en París 2024.
Carmona, el sexto Diploma
Con técnica, precisión y el corazón en cada pedalazo, el bicicrosista Mateo Carmona consiguió, en su primera participación olímpica, un diploma que representa un gran inicio en la disciplina a la que tanto tiempo le ha dedicado y el sueño que se propuso desde niño.
Luego de clasificar a la final, se adjudicó el sexto lugar, su primer diploma olímpico, el sexto para nuestro país, en el Estadio de BMX en el marco de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Mateo consiguió el paso a la instancia definitiva luego de obtener dos terceros y un cuarto lugar en las tres mangas de las semifinales. Los puntos totales fueron 10, la posición fue la sexta y el mejor de sus tiempos de 32.536; la final estaba a la vuelta de la esquina.
Ubicado en el séptimo carril, el colombiano inició la última manga, la gran final. La salida y sus primeros metros fueron buenos; sin embargo, lo cerraron en la primera curva. Ocupando los últimos lugares, el colombiano remontó con un fuerte pedaleo y rápidamente comenzó a disputar los primeros cinco puestos. Pero perdió velocidad en los saltos y no consiguió volver a unirse al grupo, por lo que finalizó en el sexto lugar.
“Si no me exigiera tanto, tal vez tendría una sensación diferente. Aunque igual estoy muy contento por lo que acabo de lograr. Obviamente quería más, quería traerle la medalla al país, pero bueno, en esta ocasión no se pudo. Un diploma olímpico tampoco es un mal resultado. Contento y agradecido por eso, porque si uno no agradece las cosas que tiene, cuando tenga más tampoco lo va a agradecer. Entonces, esto es lo que tengo y estoy contento con eso”, comentó el colombiano luego de su participación en sus primeros Juegos Olímpicos.
Diego Arboleda no consiguió el paso a la final luego de culminar en la posición 12 de la general, pues en las mangas de la semifinal obtuvo 18 puntos, producto del séptimo, sexto y quinto puestos en los que finalizó los tres recorridos.
Por su parte, Gabriela Bolle no superó la semifinal al ubicarse en el puesto 14, con 19 puntos, tras el sexto, quinto y octavo lugares que consiguió en los tres recorridos. Asimismo, la múltiple campeona olímpica, Mariana Pajón, no consiguió el tiquete a la final luego de obtener 15 puntos, junto a la novena posición en la general, resultado de un quinto, tercer y séptimo puestos.