EL NUEVO SIGLO: A punto de terminar el primer año de los actuales alcaldes y gobernadores, ¿qué se ha podido avanzar en cuanto a la implementación de la Bogotá Región Metropolitana?
Luis Felipe Lota: En este primer año fue muy importante empezar la consolidación de generación de confianza entre los diferentes alcaldes y gobernadores de Cundinamarca. El principal logro de este 2024 es que ya tuviéramos a Soacha en la Región Metropolitana como un actor muy importante en la consolidación de la misma, para poder construir proyectos de impacto regional.
Implementar una región sin tener municipios que se pudieran hablar y construir estrategias, pues no sería realmente una Región Metropolitana.
ENS: ¿Qué responder a algunos críticos que afirman que esta clase de figuras jurisdiccionales y de coordinación administrativa tardan mucho en pasar de la teoría a la práctica?
LFL: Cuando se lleva tanto tiempo sin planear estratégicamente en ese ámbito regional, sin lugar a dudas hay que trabajar en esa planeación y en esa articulación, pero también una de las tareas que hemos venido haciendo es no solamente sentarnos a planear, sino coger los proyectos que están en los planes de desarrollo de los tres gobernantes y que coinciden, para poderlos pegar y empezar a implementar cosas que realmente respondan a las necesidades de los tres.
Por ejemplo, el puente sobre el canal Tibanica, que conecta a Bogotá con Soacha, desde la avenida Ciudad de Cali, ha sido muy importante, porque es un proyecto que le va a dar una cara distinta a la conectividad de la región. Estamos de acuerdo en que hay que planear, pero también hay que ejecutar y son las dos tareas que estamos haciendo en este 2024.
ENS: ¿Cuáles son hoy las tres principales apuestas de la Bogotá Región Metropolitana?
LFL: Las tres apuestas más importantes están atadas a tareas en el corto plazo en materia de infraestructura de transporte: acompañar los procesos de articulación, planeación, estructuración, construcción y operación de proyectos como el puente del que acabamos de hablar o como la fase cuatro de Transmilenio a Soacha o la línea tres del metro.
En segundo lugar está el implementar mecanismos realmente efectivos para el trabajo con las comunidades y para eso la ley nos da la posibilidad de tener el Ágora Metropolitana, un espacio de participación incidente de la ciudadanía, que también va a empezar a operar en estos días y que sin lugar a dudas nos va a permitir generar confianza con los diferentes actores para poder construir en el largo plazo.
La tercera gran meta es acompañar el primer proceso de planeación de largo plazo, pero ahí el gran reto es contar con una construcción colectiva, no solamente desde las comunidades, sino desde las entidades territoriales, incluidas aquellas que no son socios, porque aquí hay que pensar que si no nos movemos todos en clave de ordenamiento, de consolidar una visión conjunta, seguramente no vamos a lograr un progreso equilibrado en la Región.
ENS: Una de las mayores preocupaciones de la zona hoy por hoy es lo que tiene que ver con el suministro de agua, ¿qué se puede hacer desde el punto de vista estructural y de largo aliento para enfrentar esta problemática?
LFL: En general a los temas atados a los vínculos urbanos metropolitanos y urbanos rurales tenemos que ponerles mucha atención. En primer lugar, el tema del agua: hoy ya estamos trabajando en la definición del hecho metropolitano atado al agua para ponernos de acuerdo en la gobernanza del agua.
Cuando uno hace el balance hídrico, encuentra que hay necesidad de optimizar temas como infraestructura, atención y operación de parte de la prestación del servicio, pero también hay que entender que aunque uno de los grandes dolores de cabeza que hemos tenido en ese 2024 ha sido el agua a los hogares, también ha sido el agua hacia la agroindustria, la industria, el turismo, y es parte de la tarea que está en la formulación de este hecho metropolitano del agua.
También está la necesidad de trabajar en el equilibrio energético de la Región. En días pasados, el Grupo de Energía de Bogotá, la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Cámara de Representantes hablaron de la necesidad de pensar en proyectos que garanticen esa estabilidad energética en el mediano y largo plazo.
Y finalmente en tareas como los residuos sólidos en donde Bogotá, por ejemplo, logra reutilizar de manera eficiente cerca del 19 % de sus residuos, pero hay que subirlo mucho más, porque hay países en el mundo que logran casi el 100 % del reaprovechamiento de los residuos sólidos y este tipo de políticas también generarlas a nivel metropolitano.
ENS: Hay quienes afirman que si lograr la coordinación entre el Distrito y los municipios ha sido complicado, más lo es en cuanto a interactuar con ministerios y otras instancias del Gobierno Nacional, ¿qué tan cierto es esto y cuáles son los principales cuellos de botella?
LFL: Cuando uno empieza a trabajar entre municipios, es muy importante garantizar una articulación para un diálogo sobre la mesa con instrumentos iguales y por el contrario la Región Metropolitana nos ayuda a sentarnos en esas discusiones de manera conjunta.
Recordemos que la Región Metropolitana plantea que las decisiones tienen que salir por consenso. Eso nos pone a la tarea de concertar, trabajar y desarrollar estrategias conjuntas que permitan construir de manera eficiente respuestas para lo que los municipios necesitan y así también servir de voceros junto con ellos, de manera articulada y en un solo grupo de trabajo, hacia entidades del Gobierno Nacional para que podamos construir una visión conjunta de crecimiento sostenido, sin invadir sus competencias y su autonomía.
ENS: Una de las controversias más reiteradas entre Bogotá y los municipios circundantes se refiere a la migración urbana, la competencia por impuestos vehiculares y el traslado de empresas de la capital a la sabana, ¿cómo superar estos cortocircuitos?
LFL: En los últimos 20 años Bogotá creció cerca de un 19 % en población, pero cuando uno mira este crecimiento en los municipios de la metrópolis cercana, eso fue cerca de 121 %. Eso nos llama a trabajar de manera articulada para que la planeación sea coordinada y nos permita controlar esos fenómenos de crecimiento para que podamos garantizar una sostenibilidad en todos los factores, no solamente desde el punto de vista de vivienda, sino de servicios públicos, de seguridad alimentaria y de seguridad ciudadana.
Por eso, considero que es muy importante construir ese plan estratégico de manera conjunta, no solamente con los municipios que hoy son parte de la Región Metropolitana, sino también con aquellos que no, para ponernos de acuerdo sobre la mesa en lo que podemos y no podemos hacer para evitar que ese tipo de fenómenos de explosión demográfica y explosión de vivienda sigan sucediendo sin control, como ha venido pasando los últimos años, y que nos ayude a mitigarlo, pero sobre todo a planear a largo plazo cómo podemos sumar entre todos a una mejor calidad de vida para los ciudadanos.