NO solo es el último en la región, sino que a nivel mundial se ubica entre los 20 coleros del Índice Global de Paz que anualmente realiza el australiano Instituto para la Economía y Paz. Es Colombia, que ocupa estos deshonrosos lugares desde hace 16 años, cuando inició esta medición.
Así, en esta “instantánea del estado global de paz” como se autodefine el estudio, Colombia se encasilla en el puesto 146 entre los 164 países o territorios evaluados, mientras que a nivel latinoamericano cierra el listado que encabeza Argentina, que además de ser el más pacífico registró una pequeña mejora en la paz en el pasado que le permitió ascender dos lugares en el ranquin mundial (47).
El informe destaca que el mundo se ha vuelto menos pacífico en los últimos 15 años, coincidiendo otro publicado a comienzos de esta semana, el del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (Prio, por sus siglas en inglés), en que “el nivel de violencia mundial no ha sido tan alto desde la guerra fría”.
Este Índice Global de Paz 2024 señala que la puntuación media de los países se ha deteriorado un 4,5% desde la creación del índice en 2008. De los 163 países incluidos en esta versión, 95 registraron deterioros, mientras que 66 registraron mejoras y dos no registraron cambios: Colombia y Nigeria.
Para evaluar el nivel de paz se miden 23 variables (financiación del mantenimiento de la paz de la ONU, manifestaciones violentas, impacto del terrorismo, delincuencia violenta, inestabilidad política, tasa de homicidios, intensidad de conflictos internos, refugiados y desplazados internos, percepción de criminalidad, muertes por conflictos externos, tasa de personal de policial al igual que las fuerzas armadas, escala de terror político, armas nucleares y pesadas, conflictos internos combatidos, importación y exportación de armas, muertes por conflictos internos, gasto militar y relación con países vecinos).
Con calificaciones que van de 5 (máxima seguridad) a 1, se agrupan en tres indicadores principales: militarización, conflictos nacionales y seguridad y protección. Son éstas las que finalmente dan el puntaje para ubicarse en este ranquin que por el número de estados y territorios examinados representan en conjunto el 99.7% de la población mundial.
De esta forma el Índice divide el estado de paz en cinco clasificaciones: muy alto, (donde se posicionaron 11 países), alto (42), medio (55), bajo (29) y muy bajo (16).
Colombia se encasilla cerrando el listado de las naciones donde el estado de la paz es bajo, precedida (en su orden) de Palestina, Etiopía, Haití, Venezuela, Níger y Pakistán. Los latinoamericanos México, Brasil y Ecuador también están en este grupo, en el que Estados Unidos se encasilla en el No.132.
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Los últimos en índice global de paz 2024
RANQIN PAÍS PUNTAJE
146 Colombia 2.887
147 Nigeria 2.907
148 Myanmar 2.943
149 Burkina Faso 2.969
150 Rep. Centroafricana 3.009
151 Irak 3.045
152 Corea de Norte 3.055
153 Somalia 3.091
154 Malí 3.095
155 Israel 3.115
156 Siria 3.173
157 Rusia 3.249
158 Rep. del Congo 3.264
159 Ucrania 3.280
160 Afganistán 3.294
161 Sudán de Sur 3.324
162 Sudán 3.327
163 Yemen 3.397
*Fuente: Instituto de Economía y Paz
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Con el estado de paz muy bajo y excluyendo a los tres países actualmente con guerras (Israel, Rusia y Ucrania), se encuentran, inmediatamente después de Colombia, cuyo puntaje fue de 2.887, están Nigeria, Nyanmar, Burkina Faso, República Centroafricana, Irak, Corea del Norte, Somalia, Mali, Siria, República Democrática del Congo, Afganistán, Sudán y Yemen, que cierra el listado global con un score de 3.397.
Colero en la región
Este informe ratifica que Colombia sigue siendo el país menos pacífico de Sudamérica por cuarto año consecutivo. Es el único con un conflicto armado interno y la mayoría de los indicadores evaluados retrocedieron.
“Aunque el ámbito de la militarización mejoró, se produjo un deterioro significativo en el campo de los conflictos porque hay más en curso, lo que llevó a una caída general de la paz del 2,2%.”, indica.
De igual forma reseña que “el aumento de los ataques por parte de milicias disidentes, principalmente exmiembros de las Farc, ha provocado deterioros tanto en el impacto del terrorismo como en las muertes por conflicto interno. Colombia fue el único país de Sudamérica que registró una muerte por terrorismo en 2023. Además, se produjeron 781 muertes por conflicto interno. Los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los grupos rebeldes disidentes han provocado un deterioro significativo en el nivel de conflicto en curso”.
En otro de los indicadores principales, el de seguridad y protección, Colombia se ubica en el puesto 160, bajando dos lugares. Supera únicamente a Afganistán, Yemen y Sudán del Sur. En el otro extremo están Singapur, Islandia, Noruega, Suiza y Finlandia, en consonancia con el Top 10 del ranquin global.
Este ámbito se deterioró un 1,7% entre 2008 y 2024. De los 11 indicadores que lo conforman, ocho retrocedieron y tres mejoraron. El mayor deterioro se produjo en el indicador de manifestaciones violentas, en el que 111 países y cinco regiones registraron deterioros en los últimos 16 años. La puntuación media de este indicador se ha deteriorado un 31,2% en todo el mundo.
Sin embargo, este Índice Global de Paz exalta que fue precisamente éste el único de los tres indicadores principales que mejoró el año pasado: 81 países registraron mejor desempeño y 77 empeoraron. Agrega que pese a las reducciones importantes que se registraron en América Central y el Caribe, la región mantiene la tasa de homicidios más alta de todas las regiones.
Colombia también aparece en otro preocupante indicador: el del coste económico de la violencia en porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). Está en el quinto lugar, con un 33.77% de dicho costo, antecedido por Ucrania, Afganistán, Corea del Norte y Somalia. Completan este listado de diez países, República Centroafricana, Sudán, Chipre, Burkina Faso y Palestina
El coste económico de la violencia en este grupo los más afectados osciló entre 21,3 y el 68,6 por ciento de su PIB. Estos países tienen altos niveles de conflicto armado, gran número de desplazados internos, altos niveles de violencia interpersonal o grandes ejércitos.
“Los países afectados por conflictos de alta intensidad sufren costes más elevados por las muertes causadas por el conflicto y las pérdidas por refugiados y desplazados internos, así como por homicidios. Entre estos países se encuentran Ucrania, Palestina, Sudán, Burkina Faso, Colombia y Somalia”, indica el informe.
En otro ítem, que también está Colombia, los diez países con el mayor impacto económico de violencia, el costo promedió el 37,4 por ciento de PIB en 2023. Entre los diez países más pacíficos, el mismo fue equivalente a poco menos de tres por ciento del PIB.
Conclusiones
El Instituto para la Economía y la Paz indica que muchas de las condiciones que preceden a los grandes conflictos son mayores de lo que han sido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente hay 56 conflictos activos, el mayor número desde el final de esa guerra global, y con menos conflictos resueltos, ya sea militarmente o mediante acuerdos de paz.
Así mismo revela que el número de conflictos que terminaron con una victoria decisiva descendió del 49% en la década de 1970 al 9% en la década de 2010, mientras que los conflictos que terminaron mediante acuerdos de paz cayeron del 23% al 4% en el mismo periodo.
En otro acápite asegura que los conflictos también se internacionalizan cada vez más, con 92 países implicados ahora en un conflicto más allá de sus fronteras, el mayor número desde 2008, lo que complica los procesos de negociación para una paz duradera y prolonga los conflictos. Y que, así mismo, este hecho es impulsado por el aumento de la competencia entre las grandes potencias y el auge de las potencias de nivel medio, cada vez más activas en sus regiones.
Finalmente indica que la guerra en el siglo XXI está cambiando como resultado de dos tendencias clave: los cambios en la tecnología militar y la creciente competencia geopolítica.