El nuevo gabinete de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, el tercero en 16 meses, obtuvo este miércoles en el Congreso un crucial voto de confianza que le permite seguir en funciones en medio de un escándalo de relojes de lujo que involucra a la mandataria.
"Ha sido aprobada la cuestión de confianza del señor Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros", anunció el presidente del Congreso, Alejandro Soto.
La votación final fue 70 parlamentarios a favor, 38 en contra y 17 abstenciones, precisó el Congreso en las redes sociales luego que inicialmente se anunciara 36 en contra. Dos votos virtuales se agregaron. La sesión fue presencial y virtual.
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El respaldo del parlamento unicameral, controlado por una media docena de bancadas de derecha, se concretó luego de una sesión de siete horas donde Adrianzén expuso y debatió sobre la política general de su gestión.
El dignatario ofreció en su discurso "una gestión de manos limpias, un gobierno transparente para hacer frente a la corrupción y la ineficiencia". Entre sus prioridades enumeró la reactivación económica, el orden público y la seguridad, y la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.
La derecha controla el Congreso
El gobierno llegó a esta votación debilitado después de que estallara el Rolexgate, un caso en el cual la fiscalía investiga a Boluarte por presunto enriquecimiento ilícito.
El escándalo, originado en unos supuestos relojes Rolex y joyas que no declaró entre sus bienes, provocó una desbandada en el gabinete. Adrianzén, en el cargo desde el 6 de marzo, tuvo que nombrar seis ministros nuevos el lunes.
La Constitución estipula que los nuevos gabinetes se tienen que someter al voto de confianza del Congreso en un plazo de 30 días desde su nombramiento.
En caso de que la cámara le hubiera denegado la confianza, el gabinete entero habría tenido que renunciar y Boluarte nombrar uno nuevo en un plazo de 72 horas.
Adrianzén agradeció el respaldo que "recibimos con humildad", y tendió la mano al Congreso a "que nos acompañen en el proceso de reactivación económica y de lucha por la seguridad ciudadana”.
Boluarte se encuentra en un momento de fragilidad, con un nivel de aprobación que no supera el 10%. Aunque el Congreso es tan impopular como Boluarte. Su desaprobación alcanza el 85%, la aprobación un 9% y un 6% no precisa su opinión, según un sondeo nacional de Ipsos de marzo último.
Desde antes de la votación, el gobierno confiaba en conseguir la mitad más uno de votos sobre los 130 escaños del Congreso gracias a los grupos parlamentarios que van desde el centro hasta la ultraderecha a los que se ha aferrado Boluarte durante su presidencia ante la falta de bancada propia.
Varios legisladores de estas bancadas dijeron que votarían a favor del gobierno para evitar una escalada que lleve a un adelanto de las elecciones generales previstas para 2026.
Escenarios del Rolexgate
La atención está puesta ahora en Boluarte, de 61 años y que asumió la presidencia en diciembre de 2022 en reemplazo del destituido y encarcelado Pedro Castillo por su autogolpe fallido.
La presidenta debe declarar el viernes ante los fiscales por primera vez desde que la policía allanó su vivienda y despacho presidencial el 30 de marzo.
Su futuro "es incierto, a pesar de que se juega por dos cuerdas separadas que son la judicial y la política", dijo a la AFP el analista Augusto Alvarez Rodrich.
La fiscalía puede investigarla por un máximo de ocho meses desde que empezó a hacerlo en marzo. Y sólo podrá acusarla cuando concluya su mandato en julio de 2026, según fija la Constitución.
Así que sería en "el terreno político, el Congreso, donde se decidirá si ella permanece en la presidencia", subrayó Alvarez.
La fiscalía también investiga a Boluarte por los supuestos delitos de "genocidio, homicidio calificado y lesiones graves" por la muerte de más de 50 civiles "durante las movilizaciones sociales entre diciembre de 2022 y enero de 2023" en las se exigía su renuncia y nuevas elecciones.
El parlamento comenzó a tramitar el lunes una moción de vacancia (destitución) por "permanente incapacidad moral" presentada por Perú Libre, partido izquierdista al que perteneció Boluarte. El pedido lo apoyan 30 congresistas, pero para ser admitido a debate necesita el respaldo de más de 50 congresistas.
Una vez admitido, se requieren más de 86 votos para destituirla. La izquierda ya presentó dos mociones de vacancia contra Boluarte, pero ninguna fue admitida a debate.
Con Boluarte son seis los presidentes salpicados por casos de corrupción en lo que va del siglo XXI. Desde 2016 Perú ha tenido seis mandatarios.