La coalición de derecha liderada por Silvio Berlusconi, que encabeza las encuestas para las elecciones legislativas del domingo en Italia, celebra por primera vez unida este jueves un acto público con el fin de enterrar sus divisiones.
Faltando dos días para los comicios, los tres líderes de la coalición, el ex primer ministro y magnate Berlusconi, fundador de Forza Italia, el xenófobo Matteo Salvini, de la Liga Norte, y la postfascista Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, se citaron en un céntrico cine de Roma para ofrecer una inusual conferencia de prensa, sin militantes ni pancartas.
Si bien resulta poco probable que la coalición obtenga la mayoría absoluta necesaria para gobernar, debido al complejo sistema electoral que combina mayoritario simple con el proporcional, es posible que obtenga un buen resultado como ocurrió en noviembre en las comicios regionales de Sicilia, exitoso ensayo.
Un candidato "tapado" a primer ministro
FI y la Liga contienden por el papel de mayor fuerza interna para poder reclamar el cargo de primer ministro, aún si Berlusconi está inhabilitado por fraude fiscal y dice tener un candidato "tapado".
La posibilidad de que el líder de la Liga, Salvini, llegue a la jefatura de gobierno suscita terror en Europa, ya que representaría una Italia en manos de la extrema derecha.
Desde el comienzo de la campaña, el pacto de la derecha ha revelado sus fisuras internas, ya que están divididos entre la línea moderada y más bien proeuropea de Berlusconi y aquella de Salvini y Meloni, rotundamente xenófoba y antieuropeísta, y dispuestos a violar el techo fijado por la Unión Europea que fija el déficit en un máximo del 3% del Producto Interior Bruto.
Meloni, que no esconde su deseo de convertirse en la primera mujer que dirige a Italia, aún si es el socio menor de la coalición, con un 5 a 6%, ha suavizado su imagen y se ha mantenido lejos de la pelea entre sus aliados.
Ya sea sobre el euro, la Unión Europea, los impuestos o la reforma de las pensiones, cada líder tiene su propio punto de vista y las discrepancias son evidentes.
Recientemente emergieron con mayor fuerza ante la posible alianza con el movimiento neo-fascista CasaPound, cuyo líder anunció que apoyaría un gobierno liderado por Salvini.
El fascismo renovado de Casa Pound, que ha crecido en los últimos años y aspira a entrar en el Parlamento para reforzar las políticas de derecha, ha sido rechazado por Berlusconi.
"No tenemos nada que ver con CasaPound, ni con su programa, ni antes ni después de las elecciones", anunció Berlusconi.
Obligados a unir fuerzas por la nueva ley electoral que favorece a las coaliciones, los partidos de derecha y de extrema derecha han logrado encontrar un denominador común gracias a un programa general.
Un programa que prevé la introducción de un impuesto único, el cierre de las puertas para los inmigrantes, la expulsión de los indocumentados y una reforma del sistema de pensiones que podría costar hasta 310.000 millones de euros, una cifra exorbitante.
Ministros del movimiento antisistema
Mientras la derecha se presenta como una alternativa real, el líder de la formación antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E), Luigi Di Maio, desveló este jueves en un acto oficial los nombres de las personas que conformarían su hipotético Ejecutivo: 17 ministros, entre ellos cinco mujeres.
Un astuto golpe publicitario o "acto de transparencia", como lo llamaron, con el que quieren marcar distancias con los otros partidos y seducir a los millones de electores indecisos.
El equipo de ministros que gobernaría en caso de victoria, es decir si superan en solitario el umbral del 40% de los votos, lo que en principio sería una verdadera hazaña, está formado por profesionales.
"Es un escándalo, han nombrado un gobierno en la sombra, antes de la votación", se lamentó el jefe de gobierno en funciones Paolo Gentiloni, del gobernante Partido Democrático (PD, de centro-izquierda).
"No se trata de técnicos, sino de personas competentes, que tienen la sensibilidad, es decir la mente y el corazón para entrar en un gobierno del Movimiento Cinco Estrellas", explicó Di Maio.
Según los últimos sondeos, publicados el 16 de febrero, el M5E sería el partido más votado en solitario, aunque sin superar el 40% de los votos.
La coalición de derecha liderada por Berlusconi y la xenófoba Liga Norte encabezaría las encuestas pero sin lograr la mayoría absoluta.