La Administración Biden ha negado este lunes que se esté produciendo un genocidio en la Franja de Gaza, donde cerca de 35.100 palestinos, la mayoría civiles, han muerto por la ofensiva militar lanzada por el Ejército de Israel contra el enclave palestino a raíz de los ataques ejecutados el pasado 7 de octubre.
"Creemos que Israel puede y debe hacer más para garantizar la protección y el bienestar de civiles inocentes. No creemos que lo que está sucediendo en Gaza sea un genocidio. Hemos dejado constancia de que rechazamos firmemente esa propuesta", ha dicho el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
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En este sentido, ha recordado que es "una guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás, cuya misión es aniquilar a Israel y matar a tantos judíos como puedan". Sullivan ha subrayado que los civiles palestinos están "atrapados" en medio del conflicto y que han sufrido un trauma "inimaginable".
"Seguimos creyendo que sería un error lanzar una operación militar a gran escala en el corazón de Rafá que pondría en riesgo a un gran número de civiles sin una ganancia estratégica clara", ha agregado Sullivan en rueda de prensa.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó en enero a Israel "tomar todas las medidas posibles" para prevenir un genocidio en la Franja de Gaza y garantizar de manera "urgente" que la población palestina reciba la ayuda que necesita. La decisión se produjo tras una denuncia elevada por Sudáfrica ante el tribunal.
Dos meses después, dictó nuevas medidas provisionales por la situación de crisis humanitaria provocada por la ofensiva contra el enclave. Sudáfrica solicitó la pasada semana de manera urgente a la CIJ medidas provisionales adicionales contra Israel por riesgo de genocidio en Gaza, así como una revisión de las anteriores, dada la operación militar sobre la ciudad de Rafá.