LA temporada seca en Colombia inicia con cada año, pero la que se está registrando ahora es tal vez la más calurosa, según se evidencia con hechos como que en la tradicionalmente fría Tunja el termómetro haya subido en los últimos dos días hasta los 20°C, dos puntos más en Bogotá y en uno de los puntos más calientes del país, como es Puerto Inírida, superara los 37°C.
Que el sol se muestre con su máximo esplendor en el primer trimestre del año es normal, aquí y en medio mundo. Sin embargo, el aumento en la temperatura y con una sensación sofocante que se han registrado en estos primeros días del 2024 es un nuevo y amenaza con volverse constante por varias razones que van desde fenómenos meteorológicos tradicionales hasta el calentamiento global.
Desde comienzos de año, pero especialmente esta semana, los habitantes de regiones que fueron llamadas ‘neveras’ del país, como Bogotá, las boyacenses Tunja, Sogamoso, Duitama y Cerinza (uno de los municipios más fríos del país), las cundinamarquesas Nemocón y Zipaquirá o la santandereana Tonga se han visto sorprendidos por los días calurosos, los que tradicionalmente definen con un sol ‘picante’, un cielo sin nubes y muy poco viento.
Y sí, los termómetros han subido desde 0.5% hasta 2.5% grados en todo el país, tal cual lo había pronosticado el mes pasado el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), por una convergencia de factores, pero especialmente porque El Niño está en su mayor intensidad.
“Están ocurriendo varios fenómenos meteorológicos en el país: la evolución de El Niño se está cruzando con una temporada de menos lluvias y escasa nubosidad. Esto se traduce en un aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones”, explicó Ghisliane Echeverry Prieto, directora del Ideam.
Agregó que la funcionaria que este escenario complejo hay que sumar otras circunstancias determinantes como es el aumento de la temperatura mundial que se registró en 2023 (tal cual lo confirmó la agencia europea Copernicus y está por reafirmarlo la Organización Mundial de Meteorología, así como el de los océanos que está en alza desde 1997.
“En el país seguimos con ambos océanos, Atlántico y Pacífico calientes…Desde el año pasado anticipamos que el efecto más fuerte de El Niño se ha sentido en la variabilidad o anomalías de temperatura. Y así tuvimos un año 2023 que aumentó de temperatura, con septiembre y agosto como meses bastante calientes”, explicó la funcionaria, al tiempo que destacó que esa situación se ha mantenido y “arrancamos este año con la mayor parte del país con temperaturas por encima de lo normal para la época. Y se espera lo mismo para febrero y marzo, donde se visualiza que continúe también la época de menos lluvia y el progreso de El Niño”.
La ‘ola de calor’, altos niveles de humedad, pesadez del aire y sofoco constante se siente en todo el país. Baste mirar el comportamiento del termómetro ayer, que fue muy similar al de los dos días anteriores, pese a que se han registrado lluvias en algunas regiones: En la región Caribe las temperaturas fluctuaron entre 29 (Montería y Santa Marta) hasta los 33 grados que se registró en Barranquilla; en la zona andina y centro, estuvieron entre 20 (Tunja) y 30 grados (Cúcuta); la región Pacífica, Pasto (19) y Quibdó (32); en la Orinoquía, Arauca y Puerto Carreño con 36 grados fueron las más calientes, mientras Villavicencio tuvo 32 grados y, en la Amazonía, las más ‘frescas’ fueron Mocoa y Leticia, mientras Puerto Inírida registró 37 grados.(Ver tabla).
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Predicciones y riesgo de incendios
Los modelos de predicción climática del Ideam señalan que el comportamiento esperado del clima en Colombia para este primer semestre no solo estará influenciado por el ciclo estacional típico de la época del año, de oscilaciones de distinta frecuencia como las ondas intraestacionales y ecuatoriales, sino también por la condición actual y evolución de El Niño, que progresivamente irá hacia condiciones neutrales.
De esta forma, las precipitaciones (lluvias) entre este mes y febrero estarán por debajo de lo normal, aunque estemos en temporada seca, por lo que se encienden las alarmas no solo por la posibilidad de registrar una de las sequías más importantes, sino por el alto riesgo de incendios que ello entraña.
Idem contempla un bajonazo en las lluvias para este período de entre 10% y 60% para las regiones Caribe, Andina, el centro-norte de la región Pacífica y gran parte de los Llanos Orientales. Para el resto del país, se estiman precipitaciones dentro del comportamiento tradicional.
Paralelamente, tanto ese Instituto como el Ministerio de Medio Ambiente emitieron una alerta temprana por los incendios forestales, identificando 747 municipios en riesgo.
Boyacá con 82 municipios, Cundinamarca con 78, Santander con 65 y Meta con 24 son los departamentos con el mayor número de alertas rojas por incendios, en donde hay monitoreo de puntos de calor, que tienen un aumento del 44%, principalmente en la región de la Orinoquía.
En lo corrido del año se han registrado 62 incendios forestales en el país, de los cuales 58 están liquidados, 1 controlado y 3 activos (Antioquia y Bolívar).
“Le estamos enviando una alerta al país por el riesgo de incendios forestales en los municipios. Los municipios afectados por estas emergencias se encuentran principalmente en zonas de alta montaña, las temperaturas han aumentado de manera considerable y estamos en alerta en las zonas rurales. Fortalecemos la articulación con las autoridades para enfrentar el fenómeno y mantener el trabajo para contener la deforestación” manifestó la ministra de Ambiente, Susana Muhamad,
De acuerdo con el seguimiento del Ideam, las altas temperaturas y el riesgo de incendios en varias regiones del país, podría generar afectaciones en la calidad del aire de las principales ciudades del país, así como heladas en la sabana de Bogotá y municipios de Boyacá.
Respecto a la temperatura media del aire se espera que aumente este trimestre con respecto a los promedios históricos entre 0.5°C y 2.5°C. Ello, sin duda, incide en la llamada sensación térmica, que es el aumento del calor que percibe una persona y es superior a lo que está marcando el termómetro.
Los rayos UV
Aunque hay en el imaginario colectivo conocimiento de que la radiación ultraviolenta es parte de la radicación solar, persiste la creencia de que por habitar en clima frío o con poco sol no es necesaria protección alguna contra ésta.
Cuando hay temporadas de sol intenso como la actual es indispensable protegernos de esa energética parte del sol que nos llega porque puede generar afectaciones a la salud. Y aquí vale destacar que en estas épocas secas y de intenso calor, la exposición a los rayos UV aumenta considerablemente.
Para tener una idea sobre este fenómeno invisible de alto riesgo basta con señalar que el índice o escala UV establecida por las autoridades sanitarias mundiales van desde -3 hasta 11+ y en Bogotá, donde lo normalmente es de 5, ayer alcanzó un nivel de 13, calificado como extremadamente alto.
De allí que deben seguirse las recomendaciones como evitar exposición al sol y su radiación UV entre las 12 del día y las 2 p.m.; usar protector solar mínimo con un factor de protección de 15% y ojalá acorde con el tipo de piel; vestir con ropa que cubra brazos y piernas; utilizar sombrero de ala ancha o una sombrilla, usar gafas con protector solar y mantenerse hidratado.
Tenga en cuenta que la radicación UV puede producir efectos dañinos en cualquier persona, pero los riesgos aumentan en aquellas que pasan mucho tiempo al sol o han tenido quemaduras de sol; los que tienen piel, cabello y ojos claros; los que tienen antecedentes familiares con cáncer de piel; los mayores de 50 años y los que están tomando ciertos medicamentos como antibióticos, píldoras anticonceptivas y productos que contienen peróxido de benzoílo.
Este comienzo de año es caluroso y así seguirá en todo el país –aunque en algunas zonas habrá lluvias en la tarde y noche- hasta mediados de marzo. Una evidencia de que El Niño no es un juego.