El odio es un veneno del que es difícil desintoxicarse: Papa | El Nuevo Siglo
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Viernes, 3 de Diciembre de 2021
Redacción internacional con Europa Press

COMO una mentalidad distorsionada que ha contaminado no sólo las relaciones entre cristianos sino también a las sociedades, calificó el papa Francisco el odio que se ve a diario en todo el mundo.

En su segundo y último día de visita papal a Chipre, el pontífice presidió un acto ecuménico y una celebración religiosa con asistencia de fieles, migrantes y autoridades tanto civiles como religiosas.

"El odio también ha contaminado nuestras relaciones entre cristianos. Y esto deja una marca, una marca profunda que dura mucho tiempo: es un veneno del que resulta difícil desintoxicarse, es una mentalidad distorsionada que, en vez de hacer que nos reconozcamos hermanos, lleva a que nos veamos como adversarios, como rivales", sostuvo Francisco en el último acto oficial en dicho país.

Tras escuchar a los testimonios de los migrantes procedentes de África, de Oriente Medio y de Asia, el Papa ha querido agradecer con un "enorme gracias de corazón" a todos los migrantes que han dado sus testimonios. Francisco confesó que recibió con anticipación los testimonios pero, aún así, lo conmovieron de nuevo.

"Ustedes ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familia de Dios -expresó-. Fueron palabras escritas a los cristianos de Éfeso -no lejos de aquí-, muy distantes en el tiempo, pero tan cercanas, que son más actuales que nunca, como si hubieran sido escritas hoy para nosotros", ha recitado.

Francisco se refirió directamente a los jóvenes migrantes que dieron su testimonio durante este encuentro: "También Dios sueña, como tú, Mariamie, que vienes de la República Democrática del Congo y te has definido "llena de sueños". Como tú, Dios sueña un mundo de paz, en el que sus hijos viven como hermanos y hermanas. Su presencia, hermanos y hermanas migrantes, es muy significativa en esta celebración. Sus testimonios son como un "espejo" para nosotros, comunidades cristianas".

También recordó a otra migrante, Thamara, que con su historia enseña que las personas no son números ni individuos que haya que catalogar. "Somos hermanos, amigos, creyentes y prójimos los unos de los otros", indicó.

A otro de ellos, que compartió con el Pontífice su camino desde Camerún, el Papa aseguró que su historia recuerda que el odio también ha contaminado las relaciones entre cristianos. "Y esto, como tú has dicho, deja una marca, una marca profunda que dura mucho tiempo: es un veneno del que resulta difícil desintoxicarse, es una mentalidad distorsionada que, en vez de hacer que nos reconozcamos hermanos, lleva a que nos veamos como adversarios, como rivales", ha apuntado.

Francisco afirmó que Jesús viene al encuentro "en el rostro del hermano marginado y descartado, en el rostro del migrante despreciado, rechazado y oprimido".

Asimismo, afirmó que Dios llama a no resignarse a vivir en un mundo dividido, en comunidades cristianas divididas, sino a caminar en la historia atraídos por el sueño de Dios, que es una humanidad "sin muros de separación, liberada de la enemistad, sin más forasteros sino sólo conciudadanos". El Papa ha concluido que el camino paciente "hace entrar en la tierra que Dios ha preparado" para los hombres.

Unas horas antes de esta oración ecuménica, Francisco celebró ante unas 7.000 personas en el  estadio municipal de Nicosia, donde reiteró sus llamados a la "fraternidad", al "diálogo" y a abrir los ojos frente a la esclavitud que sufren los migrantes en los campos