CON la variante Delta presente en todo el mundo y camino a convertirse en la predominante en gran parte porque millones de personas optaron por no vacunarse, los diferentes gobiernos no sólo emprenden una ofensiva para convencer a este sector de la población, sino que extremaron los controles para ingresar a lugares públicos.
Pese a las protestas, especialmente en países europeos, por considerar la medida como discriminatoria, ya son varios en el Viejo Continente así como ciudades norteamericanas las que han comenzado a exigir el pasaporte sanitario tanto para viajes como para disfrutar de establecimientos públicos, porque es la única medida preventiva eficaz para evitar la propagación de Delta, la variante hasta ahora más contagiosa de las múltiples mutaciones que ha tenido el covid-19.
En Estados Unidos, que ya logró vacunar al 50% de su población adulta y donde el presidente Joe Biden adelanta una campaña contra los ‘no vacunados’ por considerar que esa es la pandemia que enfrenta el país, comenzaron a escucharse voces críticas señalando que se “está fallando” en el combate contra el covid-19, ya que se están registrando los niveles más altos de contagios en seis meses.
"Nunca deberíamos haber llegado al lugar en que estamos", dijo Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, en "This Week" de ABC. "Sí, estamos fallando".
El aumento de la presencia de la variante delta del virus, altamente transmisible, generó que el total de casos nuevos diarios llegara a 118.000, su nivel más alto desde febrero, las muertes aumentaran 89% en las últimas dos semanas, y los hospitales infantiles en estados como Florida se vieran "abrumados" a medida que los jóvenes son cada vez más afectados.
Los temores sobre la variante delta han provocado un crecimiento de las tasas de vacunación.
Sin embargo, millones de personas, especialmente en áreas de mayoría conservadora, siguen siendo escépticas a pesar de informes científicos que confirman la seguridad de las vacunas.
"No estaríamos en el lugar en el que estamos con este aumento de la delta si hubiéramos sido más efectivos en vacunar a todos", afirmó Collins. "Ahora estamos pagando un precio terrible".
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, destacó, en declaraciones a NBC, la posible aprobación final de vacunas clave por parte de la Administración de Drogas y Alimentos federal este mes.
Pero los menores de 12 años aún no son elegibles para las vacunas, y Collins dijo que la cantidad de niños hospitalizados con covid está ahora en un máximo histórico de 1.450.
Advirtió asimismo que si los niños que regresan a la escuela de manera presencial no están obligados a usar mascarillas "este virus se propagará más ampliamente".
Los Centros para el Control de Enfermedades tuitearon ayer que incluso los niños asintomáticos pueden transmitir el coronavirus y defendieron el uso de mascarillas "en entornos cerrados, incluidas las escuelas".
El secretario de Educación, Miguel Cardona, instó a las escuelas, muchas de las cuales tienen clínicas gratuitas de vacunación contra el covid, a "dejar que los líderes educativos lideren".
En Florida, uno de los estados más afectados por el aumento de casos, el gobernador Ron DeSantis provocó airadas protestas al prohibir a los distritos escolares que exijan el uso de mascarillas. Luego, el Departamento de Salud de Florida autorizó a los centros educativos a exigir el uso de tapabocas en sus instalaciones.
El pase sanitario
El "pase (pasaporte) sanitario", vigente desde hace semanas en Austria, Dinamarca, hace unos días en Francia y próximamente en Nueva York, que reserva el acceso a determinados lugares públicos a las personas vacunadas, curadas o negativas, está ganando terreno.
Los pioneros. En la primavera boreal, Hungría, Austria y Dinamarca estuvieron entre los primeros países europeos en implementar sistemas de pases sanitarios.
En Dinamarca, el pase sigue siendo obligatorio para acceder a varios lugares, como peluquerías o gimnasios.
Hungría, que inoculó rápidamente a su población las vacunas rusas y chinas, comenzó a emitir "certificados de inmunidad" desde marzo. A partir de mayo, estas tarjetas se utilizaron para reabrir hoteles, teatros, salas de cine y el interior de los restaurantes.
Desde entonces, estas restricciones se han levantado, pero aún se requieren certificados en los centros de salud y para reuniones de más de 500 personas.
En Austria, desde que se llevó a cabo la reapertura general a mediados de mayo, era necesario presentar una prueba negativa, un certificado de anticuerpos o una prueba de vacunación en hoteles, restaurantes, gimnasios, museos, conciertos, peluquerías y eventos deportivos. Esta regla se mantiene vigente.
Certificado europeo para viajar. El pase sanitario en formato europeo, con un código flash que permite comprobar si el portador está vacunado o tiene una prueba negativa reciente, entró en vigencia el 1 de julio en la Unión Europea.
Permite a los viajeros cruzar las fronteras de 33 países del Viejo Continente: los 27 Estados miembros de la Unión Europea y otros seis países vecinos (Androrra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, Suiza). En todo caso, las reglas varían según el destino y el país de origen.
Uso limitado en Portugal e Irlanda. En Portugal, se requiere un pase sanitario para alojarse en un hotel o para clases colectivas en gimnasios. También es obligatorio para acceder a las salas interiores de los restaurantes, pero solo los fines de semana y días festivos.
En Irlanda, el pase sanitario solo es necesario para acceder a las salas interiores de restaurantes y pubs.
Uso extensivo en Francia e Italia. En Francia, el pase sanitario comenzó a ser obligatorio el 21 de julio para entrar a establecimientos culturales y de ocio (museos, cines, parques temáticos, festivales, ferias) que acojan a más de 50 personas.
A partir de este lunes, se amplía (para mayores de 18 años) a cafés, restaurantes, aviones, trenes, autobuses para viajes largos y ferias profesionales. El pase también se vuelve obligatorio para visitantes o pacientes que no acudan de urgencia a establecimientos de salud y residencias de ancianos.
Italia está imponiendo un pase sanitario desde el 6 de agosto para entrar en las salas de cine, los museos y los gimnasios, incluso para comer en las salas interiores de los restaurantes.
Este "Pase verde" será obligatorio para los pasajeros de vuelos domésticos, trenes de largas distancias y transbordadores a partir del 1 de septiembre, así como para profesores, personal de establecimientos escolares y universidades y estudiantes universitarios.
Medidas regionales en España y Alemania. En Alemania y en España, las regiones tienen la competencia para establecer este tipo de medidas.
En España, Galicia (norte) introdujo el pase sanitario para acceder al interior de bares, restaurantes y discotecas de los municipios más afectados. Medidas similares fueron bloqueadas por la justicia en Canarias y en Andalucía (sur).
En Alemania, dependiendo de los estados federados es posible que se requiera un certificado de vacunación o una prueba negativa para acceder a lugares como hoteles, gimnasios y cines.
Parcialmente reinstaurado en Israel. Ante la reaparición de las contaminaciones, Israel restableció parcialmente el pase sanitario a principios de agosto: solo las personas completamente vacunadas, curadas de covid-19 o con una prueba de PCR negativa pueden ingresar a un lugar que acoja a más de 100 personas, en interiores o exteriores.
Pronto en Nueva York y Quebec. En medio de un aumento de casos de covid-19 en Estados Unidos, Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, anunció el martes que el pase sanitario, llamado "Key to NYC" ("Llave a Nueva York"), será lanzado el 16 de agosto, seguido por un periodo de transición de un mes.
Este consistirá en una prueba de vacunación para "empleados y clientes de restaurantes cubiertos, pabellones deportivos y teatros". De esta manera, la ciudad de Nueva York será la primera de las grandes metrópolis de Estados Unidos en crear un pase sanitario.
El primer ministro de la provincia canadiense, François Legault anunció el 5 de agosto la inminente implementación de un pasaporte de vacunación. Este documento proporcionará acceso a actividades "no esenciales" como "ir a un restaurante".