“En España no hay espacio para amnistía ni autodeterminación” | El Nuevo Siglo
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Domingo, 1 de Marzo de 2020
Redacción internacional con Europa Press
Expresidentes José María Aznar y Felipe González cuestionan mesa con catalanes, apelan a la centralidad y anhelan acuerdos que permitan más décadas de estabilidad

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OJO avizor, por las consecuencias que podrían tener, es el que ha despertado en España entre la dirigencia política, tanto conservadora como socialista, las conversaciones entre Pedro Sánchez y el Govern catalán, en cumplimiento del acuerdo político que permitió la investidura, tras la también criticada alianza con el izquierdista Podemos.

Esta semana, en medio de fotos oficiales y varias promesas, Sánchez recibió en la Moncloa a Quim Torrá, el presidente catalán y aunque al final señalaron que lo único acordado era volver a reunirse, el líder independentista dejó clara las líneas rojas para un posible entendimiento: amnistía y autodeterminación.

Y ese radicalismo catalán ha encendido las alarmas, de nuevo, en toda España, porque amenaza la institucionalidad y la unidad nacional.

Precisamente esta semana, dos insignes dirigentes, tanto del conservador Partido Popular como del Partido Socialista Obrero Español, Psoe, los expresidentes José María Aznar y Felipe González, se refirieron al tema, evidenciando más coincidencias que diferencias.

Ellos fueron los encargados de inaugurar el I Congreso Nacional de la Sociedad Civil con un debate centrado en "Repensar España”, en el que Aznar expresó que la mesa de diálogo entre el Gobierno y los catalanes es un “elemento devastador para el sistema” que tiene “muy graves consecuencias”, mientras González lo calificó como un “performance para lo que viene en otoño con las elecciones catalanas”.

Y si bien González pidió "desdramatizar", dejó en claro que es un motivo de preocupación, lo que dio margen a Aznar a manifestarle que “tú no lo hubieras hecho y yo tampoco”

 Aznar subrayó que aunque no se produjera ningún acuerdo en la mesa de negociación, el solo hecho de que se celebrara ese encuentro es un "elemento devastador para el sistema" porque, recalcó, “en democracia las formas son esenciales porque afectan a la esencia del sistema institucional".

Y a renglón seguido destacó que "es difícil encontrar un país que le da la llave de la gobernabilidad a alguien que está en prisión condenado por sedición", haciendo referencia a Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana de Cataluña y enfatizando que el "pacto de lealtad a la Constitución ha sido roto".

Por su parte, González indicó que a él lo que le preocupa es "el fondo, no que se dialogue”, al tiempo que agregó que "lo que pasó ayer y pasará mañana y al otro día, no me quiero equivocar, es una performance para lo que viene en otoño, las elecciones catalanas".

Y fue enfático en recalcar, en línea con la posición de Aznar que "todo el mundo sabe que no hay espacio para la amnistía ni para la autodeterminación". De hecho, ha dicho que si a alguien se le ocurre reformar la Carta Magna para que eso tenga cabida, él hará campaña en contra.

“No lo habríamos hecho”

El expresidente del PSOE señaló que "parece" que esa reunión tenía que ver con la aprobación del techo de gasto. "¿Y qué necesidad hay de mezclar una cosa con otra?", se ha preguntado, para pedir a los políticos quitarse "la navaja de la boca" y "reflexionar tranquilamente".

González aseguró que el marco de la Constitución y la ley es el "perímetro en el que cualquier responsable político puede y debe hablar". Si alguien rompe o pretende romper ese perímetro, ha avisado, "legitimará a otros a romperlo por la otra parte", llevando a las turbulencias que se han provocado en España en épocas pasadas.

Ante sus palabras sobre la mesa de diálogo, Aznar espetó a González: "Tu no la hubieras hecho y yo tampoco". En su opinión, no se puede aceptar como "normal" que el Gobierno de España tenga una relación bilateral y un diálogo entre iguales con el Gobierno de una comunidad, algo que, a su entender, "choca con la Constitución y la normalidad institucional".

González y Aznar se mostraron de acuerdo en que si se llegase a reformar la Constitución debería ser para dejar claro "cuál es el precio a pagar por la lealtad constitucional", un precio político, ha dicho, al margen de lo penal. En su opinión, si hay una reforma debería penalizarse "políticamente en serio la deslealtad".

Eso sí, el expresidente socialista dejó en claro que aunque la Constitución se puede reformar hasta en los propios procedimientos para su reforma, él no es partidario de "ablandarlos" porque eso propiciaría "reformitas en una dirección o en otra cada cuatro años".

A su modo de ver, una de las fortalezas de la Carta Magna es que no es "militante" y acoge hasta a quienes no la quieren, aunque eso lleve a "espectáculos de cierto bochorno" como que se acate la Constitución para trabajar para destruirla.

Por su parte el líder conservador Aznar indicó que con lo que está ocurriendo en España hay una "amenaza real" al orden liberal y la democracia. Subrayó que sus "enemigos" ejercen una "atracción fuerte" sobre muchas capas sociales en muchos países. Por eso, ha dicho que hay "serias razones para estar preocupados".

Además advirtió de la falta de confianza en las instituciones y ha destacado que la gente pierde la fe en ellas cuando los políticos que les representan "dejan de creer en ellas". En este punto, ha afirmado que el pacto del 1978 "lo han roto" y ahora hay que "reconstruir la sociedad". "La cuestión es ¿Se puede hacer? ¿Es posible hacerlo

En su turno, González señaló que hay una crisis de gobernanza de la democracia representativa, que se está volviendo a "cierto provincianismo" y "ombliguismo". Esa crisis, dijo, lleva implícito que los ciudadanos no se sienten representados por sus representantes.

Eso sí, admitió que lo que se construyó en España con la Transición es" bastante resilente" porque ya han pasado por "arremetidas muy fuertes" y las han "superado" sin "un exceso de trauma", lo que fue compartido por Aznar quién agregó que pese a esa “resistencia histórica” del país, el "problema doméstico" con el independentismo "afecta a la estabilidad en términos de cohesión del Estado y de subsistencia de la nación española".

Recuperar la estabilidad

González señaló que la Transición y los Pactos de la Moncloa dieron estabilidad durante 35 años pero "se acabó la fiesta" porque han vuelto a la "normalidad histórica" en España que hubo en el pasado, basada en la "inestabilidad, la fragilidad" y la "falta de previsibilidad".

Según ha añadido, desde 2015 el país está en una situación de incertidumbre pero la "resiliencia de España" es elevada y lograrán salir adelante a pesar de que "ya no es posible" volver a lo acordado en los años ochenta y noventa sino que tienen que "repensar" España.

"La pregunta del millón es cómo conseguimos acuerdos transversales basados en los principios que nos han permitido vivir durante años en paz, libertad y estabilidad", dijo.

Y, Aznar, manifestó que quiere que España vuelva a tener un horizonte previsible y proyectos y objetivos "compartidos" que garanticen un "futuro de estabilidad para los próximos 35 años", pero ha admitido que en el escenario actual "va a costar trabajo". Como su antecesor, ha dicho que cree que "no hay vuelta atrás en muchas cosas" y que es "tiempo para construir" y "mirar hacia adelante".

Finalizó el expresidente socialista advirtiendo que a él también le angustia la actual situación porque se ve un "renacimiento de las utopías regresivas" y de una "polarización hacia los extremos". Y así enfatizó que los autoritarismos de izquierdas y de derechas "lo primero que aplastan es la centralidad" en la que vive la sociedad civil. /