Debido al alto riesgo de incumplir con la regla fiscal, el centro de pensamiento de Fedesarrollo, recomendó al Gobierno Nacional recortar al menos $26,6 billones del total de $523 billones en que quedó aforado el Presupuesto General para el 2025 y que ya fue radicado en el Congreso de la República.
El Gobierno nacional ha presentado al Congreso de la República el proyecto de ley del presupuesto general para la vigencia fiscal de 2025 por un monto total de $523 billones. En el proyecto, el Ministerio de Hacienda estima ingresos tributarios de $316,5 billones, $26,6 billones por encima del estimado por el propio gobierno en el marco fiscal de mediano plazo, publicado el pasado 14 de junio.
Estas cifras implicarían un crecimiento de los ingresos tributarios del 22,4% frente a la meta de 2024 ($258,6 billones), más de tres veces el crecimiento del PIB nominal, que se estima alrededor del 7,4% en 2025. Como porcentaje del PIB, los ingresos tributarios aumentarían de 16,3% del PIB a 17,8% del PIB, un incremento de 1,5 puntos porcentuales.
Alto riesgo
En declaraciones del director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, conocidas por EL NUEVO SIGLO, dijo que “hay un riesgo alto de que estos ingresos adicionales no se materialicen, ya que $12 billones tendrían que provenir de una reforma tributaria que podría afectar aún más la recuperación económica, y los restantes $14,6 billones no parecen tener una fuente confiable”.
Según Fedesarrollo, una ley de financiamiento o reforma tributaria no es conveniente en una economía con bajo crecimiento, justamente en parte por los efectos de las reformas tributarias de 2021 y 2022 sobre los hogares y las empresas. Además, recaudar $14,6 billones adicionales por encima de lo estimado para el próximo año parecen difícil, especialmente dado el comportamiento del recaudo en lo corrido del año.
En este sentido, lo prudente desde el punto de vista fiscal y de recuperación de la actividad productiva sería reducir el monto del presupuesto en $26,6 billones (1,5% del PIB).
Señaló el director de Fedesarrollo, que “el Gobierno nacional ha mostrado un importante compromiso con el cumplimiento de la regla fiscal, tomando decisiones difíciles como el aumento del precio de la gasolina y el reciente recorte en el presupuesto de 2024. Para continuar en la senda de consolidación de las finanzas públicas del país, es esencial que el monto del presupuesto para el próximo año sea ajustado a la baja”.
Por otra parte, los expertos recalcan que el Gobierno da por hecho que el Congreso apruebe el plan de financiamiento o reforma tributaria que le dejaría los $12 billones del desbalance en inversión, y da por descontado un mayor endeudamiento.
Menos gastos
El gremio Aliadas, en un pronunciamiento conocido por este Diario, pidió al Gobierno evaluar esta reducción y, como mejor opción, optar por reducir gastos en las “áreas no productivas”.
“El Gobierno no puede volver a hacer cuentas alegres. Sin inversión que sigue cayendo por la desconfianza en este gobierno, los recursos serán limitados y no se puede dejar de honrar las obligaciones”.
Con razón, algunos de los señalamientos de los analistas recalcan que el presupuesto para el próximo año ya vendría desfinanciado, toda vez que el Gobierno busca presentar una nueva ley de financiamiento para complementar la caída en la inversión y porque también tiene vía libre para adquirir crédito internacional para este propósito, según un documento Confis aprobado hace algunas semanas.
Esta ley de financiamiento, sería una nueva reforma tributaria, donde si bien el Gobierno prometió reducir progresivamente la carga de las empresas, por otro lado, advierten los expertos, deberían subir los gravámenes a las personas naturales.