¿Está la oposición venezolana en la sin salida electoral? | El Nuevo Siglo
EL APOYO ciudadano a María Corina Machado, la candidata presidencial inhabilitada políticamente por el régimen venezolano es creciente, al punto que algunas encuestadoras dicen que ella o ‘el que ella defina como sustituto’ le ganaría a Maduro. / Foto Twitter Machado.
Sábado, 9 de Marzo de 2024
Redacción internacional

SE DICE que la oposición venezolana está contra las cuerdas y en carrera contra el reloj porque tiene solo 15 días para inscribir a su candidato presidencial ante la ratificada inhabilitación a María Corina Machado.

Pero esta coyuntura propiciada por el régimen podría, por el contrario, jugar a favor del antichavismo. Presionado por la comunidad internacional a través de sanciones (especialmente de Estados Unidos) se logró inesperadamente reactivar la mesa de negociación y en un acuerdo exprés, en Barbados, ‘canjear’ las restricciones que se habían impuesto al petróleo, el gas y el oro venezolanos a cambio de la realización de unas elecciones presidenciales ‘libres y transparentes’, es decir, con todas las garantías para los opositores.

Con el manejo de todos los poderes del Estado y en una conveniente interpretación del texto de Barbados, el régimen liderado por Nicolás Maduro logró que el Consejo Nacional Electoral definiera para el 28 de julio la elección presidencial, con la inscripción de los aspirantes entre el 21 y el 25 de este mes y la campaña será del 4 al 25 de julio, un cronograma ajustado para que el antichavismo escoja al que enfrentará a Maduro en las urnas, ante el injustificado veto a Machado, fundadora de Vente Venezuela.

Con el arrasador mandato de no menos de dos millones de ciudadanos que participaron en la consulta opositora, Machado mantiene su intensa actividad política, siendo consciente de que es improbable que le reviertan la inhabilitación política por 15 años que le impusieron por supuesta corrupción y apoyar sanciones económicas en contra de Venezuela.

Aunque la joven líder política y la Plataforma Unitaria mantienen total hermetismo sobre los pasos a dar, en una inteligente jugada para evitar interferencia y manipulación del régimen, se da por descontado que hay en marcha –desde semanas atrás– estrategia y táctica política de cara a la crucial cita presidencial.

Como se sabe, una estrategia es el plan que se sigue para alcanzar uno o más objetivos, mientras que la táctica, en cambio, son las acciones que se llevan a cabo para alcanzar los mismos. Y la oposición venezolana, con varios de sus líderes en el exilio, otros perseguidos y hasta encarcelados, así como varios más bajo intimidación, entre ellas Machado, realiza una labor de filigrana política. Así, la candidata inhabilitada mantiene los mítines y marchas callejeras, paralelamente a debates internos para escoger a su sucesor.

"Serenidad, firmeza y persistencia” ha sido el lema de la dirigente política desde que fue ‘ungida’ con candidata única y que se ha vuelto recurrente ante la coyuntura.

“Todo lo que va a pasar en la Venezuela de las próximas décadas va a depender de lo que hagamos en estos próximos días", sostuvo este jueves en una concentración política en Mucuchíes, donde fue evidente el inamovible apoyo electoral. Ante una multitud que copó varias cuadras de este pueblo, el de mayor altitud en Venezuela, sostuvo que este régimen perdió la calle, perdió la gente y que va a haber un sustituto que, enfatizó, “es el que va a sustituir a Maduro”.

Su equipo de campaña por ahora descarta que abandone su aspiración, aunque en la práctica no puede inscribirse y deberá elegir a un tercero, es decir, dar la pelea presidencial en cuerpo ajeno.

Tanto la oposición venezolana como la comunidad internacional leen el veto político a Machado como la forma expedita y ‘legal’ de sacarla del camino por ser una amenaza real para la reelección de Maduro.

"Los electores los tenemos nosotros", insiste Machado. De hecho, según la encuestadora ORC, ella ganaría con casi 70% de los votos, y un candidato ungido por ella se impondría igualmente por la misma diferencia.

"El poder de transferencia está intacto", explica Oswaldo Ramírez, director de la firma. "Vemos que el elector ya prácticamente tiene prefijado su voto en la mente". Otros dirigentes alejados de la oposición tradicional –tachados de "colaboracionistas"– han anunciado intenciones de correr en las presidenciales, lo que analistas estiman busca dividir el voto antichavista.

"Estamos unidos y vamos a ganar con María Corina Machado", escribió esta semana la Plataforma Unitaria, que puede inscribir un nombre y cambiarlo en el futuro si habilitan a la candidata. El riesgo está en que cualquiera que escoja puede terminar como ella: inhabilitado. Y es por eso que el ‘elegido’ se mantendrá en secreto hasta el último minuto de este 25, cuando vence el plazo de inscripción. Así se evitarían triquiñuelas del régimen que, sin embargo, no abandona las presiones.

Prueba de ello es que el considerado No. 2 del chavismo y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello expresó cuáles podrían ser los sustitutos de Machado. Así, dijo que el político Gerardo Blyde, el segundo gobernador del estado de Zulia, Manuel Rosales; la exdiputada Delsa Solórzano y el abogado Juan Pablo Guanipa están “sonriéndole y esperando que ella les diga eres tú”.

Lo único cierto es que será una persona de confianza y lealtad plena de Machado y del proyecto opositor para sacar a Venezuela de décadas de crisis económica, política y social.

Maduro, en campaña

A la espera de que el PSUV lo confirme como candidato en cónclave partidario este viernes, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, comenzó la campaña para lograr otra reelección, la que no sólo está amenazada por la fortaleza de la oposición, sino por su baja popularidad. Pero con el poder del Estado, un equipo político cohesionado y un vasto programa social, de ayudas materiales que pronto comenzará, espera revertir tal situación.

El chavismo cumplió el febrero 25 años en el poder, los últimos 11 liderados por Maduro tras la muerte de Hugo Chávez en 2013.

La reelección de Maduro en 2018 fue tachada de "fraudulenta" por la oposición, que boicoteó los comicios, y Estados Unidos, que impuso una batería de sanciones para intentar, sin éxito, sacarlo del poder. La UE también desconoció el resultado.

Los efectos de las sanciones han sido el centro de su campaña, que ya comenzó. El martes, el gobernante de 61 años anunció, por ejemplo, un programa social que repartirá desde colchones hasta piezas sanitarias, pasando por ropa y zapatos para los más vulnerables. Y en los últimos días ha aparecido en público, algo que no era habitual.

Una encuesta de la firma Hinterlaces, favorable al chavismo, lo ubica ganador con 55% de los votos. Otros estudios coinciden en que su baja popularidad podría costarle el cargo. En tanto, la firma ORC ubica en 80% el rechazo a la gestión de Maduro; lo mismo que otro estudio de Datincorp.

"Hay un desgaste", explicó a AFP el analista y profesor universitario Francisco González. "Pasa en cualquier movimiento con más de 20 años en el poder", pero Maduro busca "retomar proyectos sociales que quizás en otro momento tuvieron mucha efectividad y en este momento no tanto".

En campaña el chavismo es disciplinado, "se cohesiona en torno a un núcleo que en este momento es Nicolás Maduro", asegura el experto, quien, como el resto de los venezolanos, se encuentra expectante ante la decisión que tome Machado sobre la carta presidencial de la oposición, hoy más unida que nunca y con alta probabilidad de volver al poder si el régimen juega limpio.

Al cierre de semana, Estados Unidos, a través del jefe de la diplomacia para América Latina, Brian Nichols, sostuvo que apoya el "proceso democrático" en Venezuela pese a las "transgresiones" de su actual gobierno, que da pasos "en la dirección equivocada".

"En Venezuela asumimos un riesgo calculado" acerca de "la probabilidad de que los herederos del legado de Hugo Chávez permitieran una elección en la que no controlaran el resultado", dijo Nichols en un acto organizado por la organización empresarial estadounidense American Society - Council of The Americas.

"Finalmente llegamos a la conclusión de que el ‘statu quo’ era malo para Estados Unidos, bueno para nuestros adversarios y no haría avanzar la causa de la democracia", añadió. Recalcó que "la negativa" de Maduro a restablecer los derechos políticos de candidatos, como Machado, "y su acoso y encarcelamiento" de muchos de sus partidarios "fueron pasos en la dirección equivocada".

Pero, "a pesar de estas recientes transgresiones, seguimos comprometidos a apoyar el proceso democrático de Venezuela", recalcó el alto cargo del Departamento de Estado, aunque recordó la advertencia del presidente Biden a Caracas en el sentido de que si no "cambia de rumbo" reimpondrá sanciones al sector petrolero y del gas en abril, como ya hizo en enero con la minera estatal de extracción de oro venezolana.