El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este jueves que a pesar de haber cancelado la reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, su país sigue abierto al diálogo.
Después de enviar una carta dirigida a Kim, en la que anunció su decisión de cancelar la reunión, Trump se pronunció en una locución televisada en la que aclaró que Estados Unidos sigue abierto al diálogo, pero que antes, tendrá que consultar con su secretario de Defensa, James Mattis, y con Japón y Corea del Sur, para evaluar cualquier reacción por parte de Pyongyang.
Trump canceló este jueves la esperada reunión con el líder norcoreano, un evento que ha marcado un desarrollo histórico en las relaciones de estos dos países rivales.
Trump escribió una carta dirigida a Kim en la que le explicó que había basado su decisión en la “tremenda ira y la abierta hostilidad desplegada en su declaración más reciente”.
“Por lo tanto, permitan que esta carta sirva para representar que la cumbre de Singapur, por el bien de ambas partes, pero en detrimento del mundo, no tendrá lugar”, agregó el mandatario estadounidense, de acuerdo con una copia de la carta proporcionada por la Casa Blanca.
“Esta oportunidad que se perdió es un momento realmente triste en la historia”, aseguró Trump.
Trump y Kim se iban a reunir este 12 de junio en Singapur, en lo que habría sido un momento histórico en el marco del conflicto de estos dos países.
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"Ojalá sucedan que cosas positivas con respecto al futuro de Corea del Norte. Pero si no, estamos más preparados que nunca antes", advirtió el mandatario estadounidense en su discurso televisado.
La viceministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, advirtió este miércoles que Estados Unidos debe decidir si quiere entrar en diálogo con Corea del Norte o enfrentarse a una guerra nuclear.
El ultimátum de la diplomática fue emitido por la agencia de noticias estatal KCNA antes de que se anunciara la cancelación de la cumbre entre ambos líderes.
Con la administración Trump, exigiendo la desnuclearización completa, verificable e irreversible de Corea del Norte, Choe insistió en que fue Washington quien pidió el diálogo, y “si Estados Unidos se reuniera con nosotros en una sala o en un enfrentamiento nuclear, depende completamente de la decisión y el comportamiento de Estados Unidos”.
Choe advirtió que Estados Unidos podría sufrir “una terrible tragedia que no ha experimentado y tampoco ha imaginado hasta el momento”.
La viceministra de Relaciones Exteriores norcoreana señaló al vicepresidente estadounidense Mike Pence por comparar la situación de Corea del Norte con la de Libia antes del fallecimiento de Muammar Gaddafi en 2011, y dijo que Pence debería haber considerado las “terribles consecuencias” de sus comentarios.
La diplomática norcoreana concluyó su declaración sugiriendo que recomendará que su líder reconsidere reunirse con Trump si Estados Unidos “se aferra a actos ilícitos e indignantes”.
A pesar de la advertencia de Choe, se esperaba que el Norte continuara con un simbólico primer paso de desnuclearización más tarde el jueves, con un grupo de medios extranjeros que atestiguarían la planeada demolición de su sitio de pruebas nucleares.