El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha reclamado "garantías de seguridad" a los aliados europeos, además de una posición "unida" para reforzar a Ucrania con más defensas antiaéreas y armamento ante la oleada de ataques rusos contra objetivos civiles e infraestructuras.
En declaraciones antes de la cumbre que celebró con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en su residencia, que juntó al presidente ucraniano con un grupo de líderes europeos de la Alianza, Zelenski ha afirmado que la cita era una "buena oportunidad" para hablar de "garantías de seguridad" para Ucrania "para hoy y mañana".
El mandatario ucraniano ha pedido a Europa una posición "única" y "conjunta" para garantizar que Ucrania cuenta con el equipamiento militar y los sistemas antiaéreos para hacer frente a los ataques de Rusia.
En un momento en el que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca podría precipitar el recorte de la ayuda estadounidense y unas negociaciones de alto el fuego, la reunión en la residencia de Rutte se presentó como el punto de partida para diseñar planes de ayuda a largo plazo a Ucrania, incluyendo la idea de un despliegue de tropas europeas para asegurar un futuro alto el fuego.
Zelenski mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el líder que más abiertamente ha defendido desplegar una misión de mantenimiento de la paz con soldados europeos en suelo ucraniano, mientras que el dirigente ucraniano acudirá este jueves al Consejo Europeo para encontrarse con el resto de líderes europeos.
Por su lado, Rutte ha insistido en que la "prioridad" es que Ucrania esté en la "mejor posición posible" si decide iniciar unas conversaciones de paz con Rusia. "Eso significa que tenemos que hacer todo ahora para que en sistemas antiaéreos y otro armamento y demos todo lo posible", ha asegurado, reiterando la idea de que los aliados tienen que reforzar a Kiev antes de un acuerdo de paz y comprometer su apoyo económico para sostener a Ucrania.
En declaraciones desde la cumbre de la UE y los Balcanes, la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, ha advertido sobre "soluciones realmente cortas y rápidas" en el conflicto en Ucrania y ha señalado que por el momento Rusia "no quiere la paz y eso es un problema".
"Para encontrar la mejor solución, tenemos que apoyar a Ucrania todo lo que podamos. Cuanto más fuertes sean en el campo de batalla, más fuertes serán también en la mesa de negociaciones, y eso también redunda en interés de Europa", ha señalado.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha insistido en que debe primar la soberanía de Ucrania y que "no se someta a una paz dictada". "**Debemos ayudar a Ucrania a sentirse segura. Eso es lo que estamos haciendo hoy con las entregas de armas. Así será también en el futuro, y por supuesto eso significará siempre que hacemos todo lo posible para que haya garantías de seguridad", ha indicado.
A la cita en la residencia del secretario general de la OTAN acudieron varios dirigentes de la UE. Una de las excepciones fue el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, al tratarse de un formato en el que España no suele participar, explicaron fuentes gubernamentales.
Distintas fuentes conocedoras de la reunión anticiparon que la cena con el presidente ucraniano lanzará la reflexión sobre la ayuda a largo plazo a Ucrania y las futuras decisiones que tengan que tomar los aliados europeos en el escenario ucraniano, un contexto cambiante y en el que pueden producirse giros a con la vuelta de Trump a la Casa Blanca.
Otras fuentes europeas indicaban los últimos días que el debate sobre el despliegue de tropas europeas es "inevitable" una vez Trump vuelva al Despacho Oval, mientras que indican que las tropas de mantenimiento de la paz son un elemento habitual en situaciones de crisis.