Francia: coalición de izquierda enredada en negociación para primer ministro | El Nuevo Siglo
En el campo Del presidente Macron, liderado por el saliente premier Gabriel Attal, se busca aglutinar una mayoría alternativa y un acuerdo con la derecha podría permitir a su bloque superar al izquierdista Nuevo Frente Popular en escaños./AFP
Lunes, 15 de Julio de 2024
Agence France Presse

LA coalición de izquierda que ganó las legislativas en Francia, sin mayoría absoluta, sigue sin acordar un candidato a primer ministro y ayer socialistas, comunistas y ecologistas impulsaron una propuesta "de la sociedad civil", después de que el principal partido de la alianza ya excluyera esta idea.

Más de una semana después de la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas del 7 de julio, el Nuevo Frente Popular (NFP) -que incluye a La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), ecologistas, comunistas y socialistas- debe lograr un nombre de consenso antes de que el nuevo parlamento inicie sus funciones el jueves.

Las mayores fricciones se dan entre LFI, el principal partido de esta alianza, y los socialistas, después de que esta coalición heterogénea se aglutinara para hacer frente en el balotaje de las legislativas al ala dura de la derecha, que llegó en primer lugar en la primera vuelta.

Para intentar avanzar en esta crujiente negociación, los socialistas, los comunistas y los ecologistas anunciaron que llegaron a un acuerdo para proponer a "un candidato común de la sociedad civil", indicó el Partido Socialista (PS) en un comunicado, sin precisar el nombre.

"Se ha propuesto LFI y sobre esta base esperamos una reanudación inmediata de las discusiones", agregó el partido.

Varias fuentes parlamentarias afirmaron a AFP que se trata de Laurence Tubiana, una académica considerada una de las impulsoras de los Acuerdos del Clima de París, confirmando reportes publicados por la prensa local.

La economista de 73 años ha sido criticada por sectores de LFI que la perciben como cercana al presidente Emmanuel Macron.

Este acuerdo fue anunciado después de una jornada marcada por las duras recriminaciones entre LFI y el PS, cuyo líder Olivier Faure se había declarado la semana pasada "dispuesto a asumir" como primer ministro.

El coordinador de LFI, Manuel Bompard, contactado por AFP, declaró que por el momento no recibieron ninguna propuesta.

El PS lamentó en su comunicado la decisión de LFI de abandonar las negociaciones, asegurando que "nunca ha tenido intención de vetar sistemáticamente" ninguna candidatura del pacto.

Antes del anuncio del PS, Bompard criticó la "oposición sistemática, los bloqueos, los vetos" de los socialistas "a todas las candidaturas".

Esta mañana, Faure propuso en declaraciones a la cadena France 2 "ampliar" las perspectivas y plantar a "alguien de fuera", mencionando la posibilidad de un candidato "de la sociedad civil".

LFI rechazó esta idea, ya que afirmó que no garantiza "la aplicación del programa del Nuevo Frente Popular".

Durante el fin de semana los socialistas descartaron la propuesta de LFI, ecologistas y comunistas de proponer a Huguette Bello, una exdiputada comunista de 73 años que ejerce como presidenta del Consejo Regional de la Isla de la Reunión, un territorio francés en el Océano Índico.

A días del inicio de la nueva legislatura, el campo del presidente Macron lleva varios días intentando aglutinar una mayoría alternativa y un acuerdo con la derecha podría permitir a su bloque superar al NFP en escaños.

El NFP quedó en primer lugar con poco menos de 200 escaños en la segunda vuelta, seguido de la alianza de centroderecha de Macron (160) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (143).

El mandatario se reunió ayer con los líderes de los partidos de su campo. Su formación Renacimiento, que fue rebautizada como "Juntos por la República", también sostuvo un cónclave tras elegir como líder al actual primer ministro, Gabriel Attal.

Attal, de 35 años, presentó su dimisión a Macron tras las legislativas, pero el mandatario le pidió continuar "por el momento" para "garantizar la estabilidad" de Francia en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos, que empiezan el 26 de julio.