EN MEDIO del pánico, que Sudáfrica califica de ‘innecesario’ y el cada vez más creciente cierre de fronteras, el mundo está desde el jueves en precipitada carrera para enfrentar ómicron, que sigue su expansión global.

Al igual que como sobre el coronavirus raíz, el SARS-CoV2, poco se conoce de esta cepa descubierta en el África austral, pero la sola confirmación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que dado su elevado número de mutaciones sería “altamente transmisible” y de “alto riesgo de reinfección”, lo que en argot epidemiológico significa que puede ser ‘inmune’ a las vacunas existentes, llevó a que cientos de naciones adoptaran medidas sanitarias extremas, las que amén del descontento social amenazan con generar una crisis política en algunas de ellas.

Así con el mundo aun estudiando el original covid-19, se ha entrado en una carrera científica y sanitaria para enfrentar a ómicrom, que tras confirmar Johannesburgo una treintena de casos y unos pocos más en sus vecinos, ya hace presencia en varias naciones de Europa y Asia.

Bélgica fue el país del viejo continente en confirmar un caso de esta nueva variante. Horas después hicieron lo propio Alemania (con dos contagios), Reino Unido (2) Dinamarca (2), Australia (2), Italia (1), República Checa (1), Israel (1) y Países Bajos, más conocido como Holanda, que el sábado en un vuelo procedente de la capital sudafricana encontró 61 países con covid, de los cuales 13 son de ómicron.

A ellos se suman los ya testeados positivamente en Botsuana y Hong Kong.

Y aunque esta cifra nivel global -con corte al mediodía del domingo- es baja (menos del centenar) se prevé que sean muchísimos más ya que hay casos en estudio en Estados Unidos, Portugal y España, la confinada Austria y otras naciones europeas que, como se sabe, desde hace semanas enfrentan una fuerte cuarta ola del covid.

Lo ocurrido en Holanda, con la cantidad de viajeros que dieron positivo al coronavirus y su nueva mutación, llevó a que muchos países más decidieran desde restringir los vuelos al África austral como cerrar sus fronteras. Como se conoce, el sábado de 592 pasajeros procedentes de Johannesburgo y Ciudad del Cabo, 61 positivos fueron positivos a covid-19, de los cuales 13 eran contagios de ómicron, pero podrían ser más porque no se ha completado el estudio de las muestras.

Lo que preocupa a las autoridades sanitarias y que evidencia el alto riesgo de reinfección, es que un gran porcentaje de los contagios por ómicron es de pacientes que ya habían recibido el esquema completo de vacunación. Para citar solo un ejemplo, los dos casos de Australia fueron de pasajeros que estaban inmunizados y regresaron a Sídney el mismo día del cierre de las fronteras de este país con nueve países del sur del continente africano. Doce pasajeros del mismo vuelo están en cuarentena. Todos estaban vacunados y son asintomáticos.

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Nuevas restricciones

Nunca antes otra variante había creado tanta alarma en el mundo, ni siquiera delta, que es la responsable de la cuarta ola del coronavirus global. De esta forma mientras la comunidad científica enfrenta una carrera contra el tiempo para que sus investigaciones puedan dar una luz certera sobre la virulencia y el comportamiento de ómicron, cada vez son más países que extreman sus medidas para evitar la proliferación de la variante.

Así meses después de que decidieran reabrirse plenamente para reactivar la golpeada economía fruto de meses de encierro y parálisis por el covid, hoy vuelven a adoptar medidas que van desde las mínimas de autocuidado, como el uso obligatorio del tapabocas (mascarilla) inclusive en lugares privados y cuarentenas preventivas, hasta el cierre de fronteras.

La decisión del Reino unido, de reimplantar la obligatoriedad de las mascarillas en transportes y comercio a partir del martes, fue replicada en casi todos los países europeos, mientras que, en Norteamérica, Nueva York declaró el estado de emergencia como medida excepcional preventiva, al tiempo que el presidente Joe Biden no sólo instó vacunarse, sino que reclamó la liberación de patentes para que cualquier nación, con el estricto cumplimiento de los cánones, pueda producir biológicos.

Los 27 de la Unión Europea, liderados por Bélgica donde se confirmó el jueves el primer caso de ómicron, fueron los que lideraron la prohibición de vuelos desde y hacia Sudáfrica, así como hacia sus naciones vecinas.  A ellos se sumaron rápidamente Reino Unido y varias naciones de todos los continentes, incluido el africano. Inicialmente todos coinciden en mantener esta restricción hasta el 15 de diciembre, lo que significa un duro golpe para el sector aeronáutico y el turismo que comenzaba a tomar vuelo.

Como era de esperarse la reimplantación de medidas y la obligatoriedad de la vacunación, que por lo pronto solo opera en Austria, ha generado alto descontento social, expresado en decenas de manifestaciones como las registradas este fin de semana en Viena, los Países Bajos y las Antillas Francesas.

Las decisiones de muchos gobiernos amenazan con generarles una crisis política. Evidencia de ello es en Israel, donde tras confirmarse este domingo un contagio de ómicron, el de un viajero procedente de Malaui, restringió vuelos, prohibió la entrada de extranjeros en su territorio, así como obligatoriedad para que sus ciudadanos vacunados que regresen al país se realicen un test PCR y tres días de cuarentena (siete en el caso de los no vacunados).

Esta orden que llega menos de un mes después de que el país hubiera reabierto sus fronteras (el 1 de noviembre), y a tan solo ocho días de la fiesta judía de Janucá, generó el inmediato rechazo de uno de los partidos de la coalición gobernante.

El ministro de Justicia, Gideon Saar, tildó como la "injustificada" el veto a los viajeros, tanto propios como foráneos. "Anteriormente apoyé las propuestas sobre el bloqueo la llegada de esos países africanos, pero aquí hay restricciones que creo que no son correctas, como las que se aplican a la llegada de israelíes, incluidos los vacunados, y una interrupción completa del turismo a Israel", sostuvo.

Agregó que tales medidas tienen "costes económicos significativos, en un momento en que estamos en un buen camino económico", según el ministro, antes de agregar que el mundo "vivirá con el coronavirus y sus mutaciones durante un periodo de tiempo desconocido" y hay que asumirlo así.

Entre tanto, los suizos aprobaron en referendo, con un contundente 63%, instaurar el pasaporte covid en el país.

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¿Alertar o callar?

Como coletazo a lo que ocurre con la nueva variante del coronavirus se ha abierto un debate sobre si se debe informar al mundo, como lo hizo Sudáfrica, so pena de ser blanco de un aislamiento forzoso, con todas las consecuencias que ello trae.

Al reciente pronunciamiento del gobierno de Johannesburgo en el sentido de que las restricciones de viaje impuestas por diversos países sobre su país y vecinos por ómicron son un "castigo" por la capacidad de detección, se sumó el de la presidenta de la Asociación Médica de ese país y una de las descubridoras de esta variante, Angelique Coetzee, quien sostuvo que está cundiendo un “pánico innecesario” ya que en todos los casos detectados los síntomas son “muy débiles".

"Lo que estamos viendo en Sudáfrica y, recordemos, estoy en el epicentro, es muy débil. Para nosotros son casos leves", sostuvo a la cadena BBC, al tiempo que agregó que "estoy bastante segura de que en Reino Unido existe un pánico innecesario, aunque dentro de dos semanas podría estar diciendo lo contrario".

Entre tanto, las autoridades estadounidenses elogiaron la "rápida identificación" de la variante ómicron del coronavirus, y agradecieron la "transparencia" del Gobierno de Sudáfrica a la hora de compartir dicha información.

Según el departamento de Estado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, así se lo expresó telefónicamente a la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricana, Naledi Pandor. "El secretario Blinken elogió específicamente a los científicos de Sudáfrica por la rápida identificación de la variante ómicron y al Gobierno de Sudáfrica por su transparencia al compartir esta información, que debería servir como modelo para el mundo".

Como reseñamos, el mundo está en frenética carrera para blindarse contra ómicron y a la espera de evidencia científica que permita conocer tanto su poder de contagio como su resistencia frente a las vacunas, el uso del tapabocas, el lavado de manos y la inmunización vuelven a ser las ‘armas’ imprescindibles para mitigar el coronavirus.