El gobierno griego, en cabeza del ministro de Energía, Kostis Hatzidakis, acusó a Turquía de recurrir a una política decimonónica a través de sus amenazas de guerra por la disputa marítima que mantienen ambos países y que ha alcanzado en las últimas semanas un nuevo punto álgido.
"La megalomanía y el narcisismo que están exhibiendo al otro lado del Egeo son una base pobre para la toma de decisiones", lamentó Hatzidakis después de que Turquía amenazara a Grecia con una respuesta militar en caso de una expansión de las aguas territoriales griegas en el mar Egeo.
El pasado miércoles Grecia alcanzó un acuerdo con Italia para ampliar las aguas territoriales griegas en el mar Jónico hacia territorio italiano entre 6 y 12 millas náuticas (10 y 20 kilómetros) siguiendo los acuerdos alcanzados recientemente con Italia y Egipto.
"Si esto no es una causa de guerra, entonces ¿cuál es?", había insistido el vicepresidente turco, Fuat Oktay.
El anuncio se produce ante un aumento de la tensión con Turquía por las actividades de exploración y prospección de hidrocarburos en el mar Egeo.
La disputa por la exploración turca de gas natural frente a islas griegas de Rodas y Castelórizo en el Mediterráneo oriental se intensificó constantemente en las últimas semanas. Grecia considera que la exploración es ilegal. La Unión Europea también condenó las acciones turcas y pidió que se detengan.
Grecia acusó a Turquía de llevar a cabo prospecciones y actividades de exploración de hidrocarburos de forma "ilegal" a poca distancia de las islas griegas. Sin embargo, el Gobierno turco rechaza las acusaciones, asegura que tiene derecho a explorar la zona y considera que las aguas en las que se está perforando gas a título experimental pertenecen a la plataforma continental turca.
El conflicto tiene una larga historia. Ya en 1995, el Parlamento turco declaró que la expansión de las aguas territoriales griegas en el mar Egeo era un 'casus belli' o motivo de guerra.
Por otra parte Oktay, tachó de “falta de sinceridad” los llamados al diálogo de la Unión Europea respecto a las actividades de Turquía y a su vez mantener otros planes.
“Conocemos muy bien el idioma de la paz y la diplomacia. Sin embargo, cuando se trata de proteger los derechos de Turquía no dudaremos en hacer lo oportuno”, dijo Oktay.
“Francia y Grecia son los primeros países que mejor saben esto”, agregó Oktay.
Como se recordará la canciller de Alemania, Ángela Merkel, reiteró su llamado al diálogo entre Turquía y Grecia sobre la exploración de recursos energéticos.
“Hice un esfuerzo por reducir la tensión. A veces, esto solo es posible cuando ambas partes hablan una y otra vez”, enfatizó.
La mandataria alemana indicó que la discusión sobre la distribución de las zonas económicas solo se puede realizar en conjunto.
"Como Estados miembros de la UE, todos tenemos el deber de tomarnos en serio los derechos de nuestros amigos griegos y apoyarlos donde tengan razón", explicó Merkel.
Turquía emitió una nueva alerta Navtex, un servicio automatizado que tiene por objeto la difusión de radioavisos náuticos, anunciando una segunda extensión de cuatro días para la exploración energética de su buque de investigación sísmica, el MTA Oruc Reis, en el Mediterráneo oriental, que Turquía había anunciado por primera vez que realizaría investigaciones en la región hasta el 23 de agosto.
Turquía reanudó la exploración energética a principios de este mes en el Mediterráneo oriental después de que Grecia y Egipto firmaron un acuerdo de delimitación marítima.
Turquía se ha opuesto sistemáticamente a los esfuerzos de Grecia por declarar una zona económica exclusiva, que para ellos atenta contra los intereses de Turquía, el país con la costa más larga del Mediterráneo.
Ankara también ha dicho que los recursos energéticos cerca de la isla de Chipre deben compartirse de manera justa entre la República Turca del Norte de Chipre, y la administración grecochipriota del sur.