EN UNA sociedad polarizada como nunca antes, pero aquejada igualmente por la asfixiante crisis económica, la definición presidencial en Argentina de este domingo tiene una profunda implicación socio-política y económica, por los programas de país diametralmente opuestos del ‘libertario’ (derechista) Javier Milei y el kirchnerista, Sergio Massa.
Tras la izquierda socialista surgida a finales de los años 70, la posterior dictadura y el retorno a la democracia hace exactamente cuatro décadas, durante las cuales solo hubo un interregno de cuatro años para la derecha argentina (Mauricio Macri 2015-2019), esta cita en las urnas puede suponer el fin de la hegemonía del ‘justicialismo’, la corriente escindida del peronismo, que también mutó a la Unión Cívica Radical.
En esta nación, otrora una de las mejores economías del mundo, así como modelo de desarrollo y cultura en Latinoamérica, como nunca antes los candidatos al balotaje -en las antípodas en todo aspecto- concentraron sus agresivas campañas en convencer a los ‘indecisos’, que según cálculos de las encuestadoras rozan el 15%.
Así, el economista Milei concita según el promedio de todas las encuestas realizadas en los primeros 13 días de este mes, el respaldo del 51.1% de los electores, mientras que el ministro Sergio Massa logra el 48.8%. Considerando el margen de error están en empate técnico y, de allí, que la definición de última hora, a pie de urna, que miles de electores inclinarán la balanza.
Bajo este panorama se vislumbra un voto-finish al igual que buena parte del electorado, como públicamente lo han manifestado, se decantará por el “mal menor” para el país, tendencia que favorecería a Milei porque tal como lo expresaron recientemente ocho expresidentes latinoamericanos y el escritor Mario Vargas Llosa, “la esperanza del cambio” es dicho candidato y “Massa representa la continuidad de un modelo económico corporativo fracasado y de instituciones que, en lugar de permitir que Argentina crezca a la par de sus países vecinos, ha mantenido un estancamiento desde hace meses”.
En un comunicado conocido a comienzos de semana, los exmandatarios Iván Duque y Andrés Pastrana (Colombia), Mariano Rajoy (España); Vicente Fox (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile); Luis Fortuño (Puerto Rico) y Mauricio Macri (Argentina) así como el Premio Nobel de Literatura peruano
Los firmantes han señalado que el 'kirchnerismo' ha "hegemonizado" la vida política de Argentina durante el siglo XXI y ahora aspira a obtener "un quinto mandato" con Massa, siendo el candidato el ministro de Economía que ha llevado al país a "una inflación de tres dígitos, pobreza récord sobre 40% y un desempleo que apenas se maquilla con asistencialismo y planes sociales".
"Massa representa la continuidad de un modelo económico corporativo fracasado y de instituciones que, en lugar de permitir que Argentina crezca a la par de sus países vecinos, la ha mantenido en un estancamiento permanente desde hace meses", ha criticado el comunicado, que ha reiterado que las políticas económicas de Massa han sido "una inflación galopante, la pobreza extendida y la angustia económica de millones de argentinos que ven cómo su nivel de vida se derrumba a diario".
El comunicado, que ha compartido La Libertad Avanza, el espacio liderado por Milei, ha sido firmado por los expresidentes Mauricio Macri (Argentina); Iván Duque y Andrés Pastrana (Colombia); Felipe Calderón y Vicente Fox (México); Mariano Rajoy (España); Jorge Quiroga (Bolivia); Sebastián Piñera (Chile); Luis Fortuño (Puerto Rico) y el escritor peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa señalan que una versión propia de La Cámpora que gira en derredor suyo", ha comparado.
También reprocha que el proyecto de Massa "no es más que el original de Néstor y Cristina Kirchner: lograr una hegemonía política a fuerza de presupuesto y castigo a la oposición", al tiempo que lamentan que en el plano internacional el actual gobierno argentino se ha asociado “con los peores gobiernos del planeta"; las "dictaduras regionales" de Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
A renglón seguido enfatizaron que Milei, cree en "las ideas de la libertad y tiene un diagnóstico muy acertado del problema económico del país…La única salida de Argentina es con libertad política y económica, respeto al Estado de Derecho y propiedad privada, y con las reglas del juego de la democracia liberal, la economía social de mercado, la justicia social y la modernidad",
Finalmente se mostraron esperanzados en que “los argentinos erradiquen democráticamente en las urnas el modelo que los ata al populismo, atraso económico y autoritarismo política”.
Entre decepción y esperanza
Más de 35 millones de argentinos están convocados a las urnas este domingo con la responsabilidad de definir el futuro de este país que desde meses atrás sufre una grave crisis económica que ha elevado el índice de pobreza (afecta al 40% de su población) por la galopante inflación (interanual de 143%), abultada deuda (USD 44.000 millones) y endémico deficit fiscal.
A Massa se le atribuye, por su gestión como ministro de Economía, que la inflación se encuentre en tres dígitos y sin visos de ceder. Sin embargo la carta de la izquierda se muestra como un líder sereno y experimentado, capaz de superar la grave crisis económica integrando un gobierno de unidad nacional en el cual estarían líderes de otras fuerzas políticas, con un "Estado fuerte y protector".
Milei, ajeno a la política –más no a la economía- hasta que fue electo diputado en 2021, se presenta como libertario y anarcocapitalista. Ha prometido, entre otras cosas, reducir el gasto público, eliminar el Banco Central y dolarizar la economía para terminar con la emisión monetaria y la inflación.
En la primera vuelta del 22 de octubre, Massa sacó el 37% de los votos y Milei el 30%. Para el balotaje, el candidato de la derecha aunó el apoyo del expresidente Mauricio Macri y de Patricia Bullrich, de la coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio (24%).
Milei cerró su campaña el jueves con un acto enfervorecido en Córdoba ante cientos de millas de seguidores que colmaron las calles de este bastión antikirchnerista. Al grito de "¡Libertad, Libertad!" vitorearon a su ídolo de melena despeinada y campera de cuero con look de estrella de rock, que volvió a cantar desde el podio antes de pronunciar su arenga.
Allí no sólo dijo que “el oficialismo está dando muestras de desesperación muy groseras", refiriéndose a la rápida y creciente entrega de ayudas sociales, sino que está “apelado al sentimiento del miedo para tratar de ahuyentar a los votantes que quieren un cambio…ese que necesita Argentina”.
Cerró la jornada invitando a votar este domingo porque es “la elección más importante en 100 años" y para evitar que Argentina "en poco tiempo" se convierta en "Venezuela o Cuba".
Entre tanto Massa (51 años) optó como cierre de campaña encuentros pequeños. Así, prometió a un grupo de empresarios "un país y un gobierno que defienda a su industria", mientras que a los estudiantes de una escuela secundaria en Buenos Aires que “mejoraré la educación pública, inclusiva y gratuita".
Llegó a su fin una de las campañas más polarizadas y “agresivas que hemos presenciado en los últimos años y que ha polarizado a la sociedad aún más”, como lo resalta Paola Zubán, directora de la consultora Zubán, Córdoba y Asociados, quien prevé un resultado muy reñido.
"Será una elección voto a voto", aseguró la experta, quien expresó su deseo, el que tienen todos sus compatriotas, de que el ‘elegido’ se concentre desde ahora, en la antesala de su posesión el 10 de diciembre, en definir la hoja de ruta que de un pronto respiro económico al país.
En este país del sur latinoamericano el voto es obligatorio, el padrón electoral es de 35,8 millones de personas. Si bien no concurrirá esa gran masa, lo hará al menos el 60% de la misma que definirá entre dar otros cuatro años más a la hegemonía peronista (izquierda) o encumbrar de nuevo a la derecha. /Redacción internacional