Estados Unidos "sigue examinando" el curso de un envío de bombas a Israel, suspendido por temor a que se usaran en Rafah, pero se asegura de que Israel tenga "lo que necesita para defenderse", dijo el martes el secretario de Estado, Anthony Blinken.
"Seguimos revisando un envío de bombas de 2.000 libras (unos 907 kilos) debido a preocupaciones sobre su uso en una zona densamente poblada como Rafah, pero todo lo demás está sucediendo con normalidad para garantizar que Israel tenga lo que necesita para defenderse", declaró en una rueda de prensa.
Blinken respondió así a una pregunta sobre los comentarios hechos el martes por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, según los cuales el secretario de Estado le prometió durante una reciente visita a Israel que "el gobierno (estadounidense) trabaja día y noche para reducir el cuello de botella" generado en el proceso de entrega de las bombas.
"¿Cómo es posible que las armas y municiones que compramos con nuestro dinero tarden en llegar desde Estados Unidos?", dijo Netanyahu en un discurso en Tel Aviv.
Blinken declinó comentar directamente sobre los asuntos conversados en Israel pero aseguró que no hubo ningún cambio en la posición de Estados Unidos.
"Seguimos trabajando en este tema, pero no ha habido ningún cambio en nuestra posición, que es nuevamente garantizar que Israel tenga lo que necesita para defenderse", resaltó.
Estados Unidos, principal apoyo militar y político de Israel, suspendió en mayo la entrega de un cargamento de bombas por temor a que fueran utilizadas en la ofensiva sobre Rafah, en el sur del territorio palestino de la Franja de Gaza.
El cargamento constaba de 1.800 bombas de 2.000 libras y de 1.700 bombas de 500 libras (226 kg).