DE LOS 15 ‘comensales’, diez son los protagonistas y los que cargan la histórica responsabilidad de que Venezuela empiece a ver la luz que lo saque del profundo túnel en que se encuentra desde hace años y al que comienza a faltarle oxígeno económico, sanitario y social.

En la majestuosidad del Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México se materializó el viernes el anuncio de un nuevo diálogo político entre los representantes de Maduro y el reconocido por media docena de países como mandatario interino, Juan Guaidó, gracias al trabajo de filigrana política y diplomática de Noruega, que tras el fracaso del anterior intento (hace dos años) se fijó como meta volver a sentar en la mesa de negociación a los actores enfrentados en el país latinoamericano.

“Nadie más puede resolver esta situación por ustedes”, dijo armoniosa y enfáticamente Dag Nylander, el representante del equipo facilitador noruego en la ceremonia de instalación de este nuevo intento de diálogo político que se espera no sea fallido ya que la caótica situación en Venezuela, por las sanciones económicas internacionales impuestas ante los atropellos políticos no dan más espera.

Al caer la tarde del viernes, en el escenario descrito, fueron invitados por el funcionario noruego y el canciller mexicano a seguir a la mesa de negociación la decena de participantes, a quienes se les comunicó no la carta a seguir y que tendrían como acompañantes permanentes, también en labor facilitadora, a designados rusos de los países bajos.

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A esta primera ‘cena’ entre las partes enfrentadas se llegó luego de meses de reuniones informales y exploratorias, en medio de un hermetismo que fue roto por el propio Nicolás Maduro cuando dijo estar dispuesto a dialogar, posteriormente que sería en un tercer país y finalmente que el punto de encuentro sería México.

"Doy la más cordial bienvenida a México a las delegaciones que participarán en la inauguración del proceso de negociación y diálogo, así como a la firma de un memorando de entendimiento para Venezuela", fueron las palabras iniciales del canciller Marcelo Ebrard, antes de enseñar el documento que, evidentemente, fue rubricado por los representantes del gobierno Maduro y la Plataforma Unitaria, formada por cuatro partidos de la oposición, entre ellos Primero Justicia, de Henrique Capriles; y Voluntad Popular, de Leopoldo López y Juan Guaidó.

En el documento se estable que el proceso de diálogo y negociación estará basado en "una agenda, formato y pautas acordados por Venezuela y la Plataforma Unitaria". Entre estos puntos, se encuentran el levantamiento de sanciones y restauración de derechos, garantía electoral, convivencia política, renuncia a la violencia y protección de la economía.

La delegación opositora está liderada por Gerardo Blyde al que le acompañan Stalin González y Carlos Vecchio de Voluntad Popular, Luis Aquiles Moreno de Acción Democrática (AD), Tomás Guanipa de Primero Justicia, Luis Rondón de Un Nuevo Tiempo (UNT), Roberto Enríquez de Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), entre otros, según indica 'El Nacional'.

La delegación del Gobierno venezolano está encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, que a su llegada a Ciudad de México ha querido agradecer "la solidaridad" del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por acoger la cita y se ha mostrado confiado en que "bajo los auspicios de la paz" se pueda "construir" un acuerdo para la "convivencia pacífica". A este le acompañan el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, y el hijo de Maduro, Nicolás.

El memorando de entendimiento fue firmado por Blyde y Rodríguez como los actores del diálogo político y como testigos por el canciller mexicano y el delegado noruego.

Tras la firma del acuerdo inicial con el que se dio inicio formal a tres días de conversaciones (concluirán mañana lunes) y que está planeado se retomen a fin de mes, el presidente de Venezuela saludó la firma del memorando. "Buscaremos soluciones soberanas entre venezolanos y venezolanas", escribió en twitter.

Por su parte, el líder opositor Juan Guaidó divulgó un comunicado por redes sociales en el que considera que el inicio de las negociaciones supone "la posibilidad de que a través de un acuerdo integral" se logre "una solución a la catástrofe" y "recuperar la democracia en Venezuela".

Para Guaidó, entre los principales objetivos del proceso está "lograr un cronograma para elecciones libres y justas que incluya la elección presidencial", "atender la emergencia humanitaria", "reinstitucionalizar el país con poderes independientes" y "restituir los derechos".

"Sabemos que la contraparte es una dictadura y que esto no será alcanzable por su buena voluntad, pero contamos con el respaldo del mundo democrático que ha mantenido un esquema de presión al régimen y podrá considerar aliviarlo, siempre y cuando se traduzca en beneficios concretos para los venezolanos", ha dicho, y así, ha considera, que se podrán levantar las sanciones.

En caso de que el acuerdo no sea fructífero, Guaidó ha mencionado que "el conflicto se profundizará" y "aumentará la presión". "El régimen hace mucho que perdió la capacidad de gobernar", dijo.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, agradeció a México y a Noruega "su apoyo en el proceso de diálogo” y abogó para que “el entendimiento entre venezolanos abone caminos de respeto y bienestar para el pueblo en el marco de la soberanía nacional".

La agenda

La agenda pactada por el oficialismo y la oposición de cara al desarrollo de este proceso se divide en siete puntos: 1. Derechos políticos para todos, 2. Garantías electorales para todos y cronograma electoral para elecciones observables y verificables, 3. Levantamiento de sanciones y restauración de los derechos a activos, 4. Respeto al Estado Constitucional de Derecho, 5. Convivencia política y social, renuncia a la violencia y reparación de las víctimas de la violencia, 6. Protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, 7. Garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.

“Hoy estamos comenzando la segunda etapa de un proceso de negociación que sabemos será complejo y seguramente tendrá momentos muy difíciles. En la etapa previa de pendulación y exploración que hoy culmina no ha sido fácil acordar la agenda que será discutida y desarrollada (…), cada parte ha tenido que ceder para encontrar un punto medio de inicio, teniendo la convicción de que el proceso es más que necesario, porque nuestra Venezuela está muy mal, nuestro pueblo sufre la peor crisis de su historia contemporánea”, declaró el jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria de Venezuela (oposición), Gerardo Blyde.

De acuerdo con Blyde, existe el compromiso de trabajar para que se logre un acuerdo integral que le dé al pueblo venezolano un pacto de convivencia democrática de largo alcance en el tiempo y de profundos cambios en su contenido, en beneficio de todos.

Por su parte, el jefe de la delegación del Gobierno de Venezuela, Jorge Rodríguez, aseveró que la firma del memorando de entendimiento significa esperanza, más allá de las profundas diferencias que separan a las partes. “Ya sabemos que no estamos de acuerdo, ya sabemos de qué manera tan distinta vemos nuestra vida, ya sabemos de qué manera tan diferente vislumbramos el futuro, el trabajo ahora es buscar en donde hallamos puntos de encuentro para garantizar el porvenir y la felicidad del pueblo de Venezuela” dijo.

El representante del oficialismo también indicó que están listos y dispuestos a que en el devenir del trabajo de la agenda se concreten acuerdos tempranos que son urgentes para el bienestar del pueblo venezolano.

Estas negociaciones se basan en el principio de que nada está acordado hasta que todo lo esté acordado, sin embargo, se podrá llegar a acuerdos parciales que se consideren suficientemente discutidos o si su implementación es o urgente o necesaria. Cada parte designará su delegación de nueve miembros y se establecerán mecanismos de consultas con otros actores políticos y sociales.

“El resultado exitoso de estas negociaciones dependerá del compromiso absoluto e incondicional y la voluntad política de los actores”, les recordó el noruego Dag Nylander a los convidados a esta mesa de negociación, que como en cualquier conflicto, es de esperanza.

Propios y extraños son conocedores de las abismales diferencias de opinión de las partes por lo que, como es regla de la diplomacia, la actitud más acertada es esperar con cauteloso optimismo a que las negociaciones se desarrollen y tener paciencia para esperar resultados