Aunque desde que inició el escrutinio del balotaje por la Presidencia de Brasil, el actual mandatario, Jair Bolsonaro lideró todos los boletines, cuando se llegó al 75% la tendencia revirtió y se mantuvo hasta el final del escrutinio que concluyó con una ventaja del expresidente y líder del izquierdista Partido de los Trabajadores, Luis Inácio Lula da Silva de solo un punto porcentual, por lo que volverá a gobernar a ese gigante sudamericano.

Con el conteo del 97% de los sufragios a nivel nacional, Lula obtuvo un 50.57% de apoyos frente a 49.43% de Bolsonaro, confirmándose así su victoria y la polarización política en ese país, la más acentuada en décadas. 

En ese boletín de la autoridad electoral, el consolidado de votos por Lula era de 58.354.225 y por Bolsonaro, 56.699.722. Una diferencia de algo más de un millón 600 mil apoyos ciudadanos a favor del primero. Los votos votos nulos y no válidos superaron los 5 millones 600 mil.

Con lo escenificado hoy en Brasil se repite  lo ocurrido el pasado 2 de octubre cuando Bolsonaro aparecía como la opción más votada hasta bien avanzado el recuento pese a que finalmente fue Lula quien logró más respaldo, aunque no el suficiente como para lograr la victoria directa en primera vuelta.

Con estas cifras, tanto las de la primera como la segunda vuelta, amén del triunfo del mandatario izquieridsta,  vuelven a quedar en entredicho a las firmas encuestadoras, ya que en la primera vuelta ubicaron a Bolsonaron 13 puntos porcentuales por detrás de Lula y, para este balotaje, la divulgada el sábado por el Instituto Datafolha lo señalaba como perdedor con una diferencia de más de cuatro puntos porcentuales.