‘Manny’ ante su mayor pelea: presidencia de Filipinas | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 29 de Septiembre de 2021
Redacción internacional con AFP

NOQUEAR la corrupción y la pobreza fue la táctica que se fijó hace una década dando un intempestivo giro personal y profesional. Así, de la fuerza de sus puños pasó a la de las ideas develando desde el Congreso una novel figura política que hoy se alista para el mayor combate de su vida: la presidencia de Filipinas.

Esa es la historia resumida de los años recientes de Emmanuel Dapidran Pacquiao, leyenda del boxeo tras coronarse campeón en ocho categorías y que en lo que calificó como “la decisión más difícil de su vida” acaba de colgar los guantes para entrar de lleno en la carrera presidencial 2022 y que, por lo pronto tiene dos contendientes.

En la liza por suceder a Rodrigo Duterte, quien impedido constitucionalmente a la reelección buscará el poder en cuerpo ajeno, a través de su hija Sara Isay, también está Francisco Miranda, el joven alcalde Manila.

Conocido mundialmente por su diminutivo “Manny” o por su apodo “Pac Man”, Pacquiao pone fin a su carrera deportiva de 42 años, la que sin embargo acompasó en la última década con la política ya que en 2010 fue elegido diputado en el Parlamento y posteriormente senador.

Sus éxitos deportivos lo convirtieron en un orgullo nacional, pero su historia de superación personal, tras aguantar hambre, resignar sus estudios para conseguir el sustento familiar y encontrar en la fuerza de sus puños aunada a la táctica inteligente el camino para alcanzar sus sueños, además de erigirlo como ejemplo de vida le abrieron el camino para una actividad desde la cual busca materializar un mejor país: el ring político.

Cuando a los 14 años debió abandonar su educación secundaria para vender comida al borde de la carretera antes de trabajar en un supermercado para ayudar a su madre, en una familia en la que tenía dos hermanos pequeños, “Manny” no vislumbraba un futuro tan exitoso. En ese momento practicaba boxeo por ‘pasar el tiempo’. Sin embargo, la fuerza de sus puños y, sobre todo, la potencia de su zurda le evidenciaron en pocos años que su camino era como profesional del ring.

Y sobre los cuadriláteros se desenvolvió su carrera de 25 años, una de las más impresionantes de la historia, que a groso modo se resume así:  72 combates, 62 de ellos victorias y es el único boxeador que ha ganado en las seis categorías de pesos (de mosca a super-welter) en las federaciones más grandes (CMB, AMB, FIB, OMB), ocho incluyendo los títulos menores OIB y Ring Magazine.

Símbolo de una longevidad excepcional, 21 años separan su primer título del último. Logrando el cinturón AMB de los welter contra Keith Thurman, el 20 de julio de 2019, se convirtió a los 40 años y siete meses en el campeón de más edad de la historia en esa categoría.


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Esos exitosos golpes le representaron una fortuna económica otrora impensable. Y fue en 2010, cuando sin afugias económicas le ‘asaltó’ el proyecto de ayudar a su país desde otros flancos, especialmente para abrir oportunidades a niños y jóvenes que, como en su pasado, se enfrentan a diario con la pobreza y la falta de oportunidades.

Pero antes de saltar al ring de la política, “Manny” ya era polifacético o ‘multi task’ como se define en esta era tecnológica a los que realizan muchas actividades al mismo tiempo: era jugador y entrenador de baloncesto, promotor de varias marcas, cantante y predicador cristiano. Inclusive creó su propia criptomoneda: el "PAC Token".

Su actividad de pastor le permitió medir el respaldo ciudadano a sus proyectos y fue lo que finalmente lo llevó a la actividad proselitista, consiguiendo sin dificultad un escaño como diputado y posteriormente saltando a la curul de senador.

Y esa inmensa popularidad la que hoy lo tiene soñando con la presidencia del 22.  Una victoria que no es tan imposible como muchos analistas consideran ya que la mayoría de sus compatriotas lo ven como un héroe y hasta un “semidios”.

Aunque desde semanas se especulaba que Pacquiao dejaría el deporte, especialmente tras su derrota de agosto contra el cubano Yordenis Ugas, solo hasta ayer oficializó su decisión.

"Es difícil para mí aceptar que mi tiempo como boxeador ha terminado", dijo en un video colgado en Twitter que rápidamente se volvió viral. "Hoy anuncio mi retirada".

Ahora, rozando los 43 años de vida, se dedicará exclusivamente al combate político por la presidencia y su corta carrera en el Congreso es la base, tanto popular como programática.

En el video, Pacquiao dijo que el boxeo le había dado "la oportunidad de luchar para salir de la pobreza" y "el coraje para cambiar más vidas".

"Nunca olvidaré lo que he hecho y logrado en mi vida. No puedo imaginar que acabo de escuchar la última campana", expresó el filipino, quien hace cinco años había anunciado su retiro del boxeo, pero al que al poco tiempo volvió. Ahora será diferente.


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Guerra a los carteles

Muchos aficionados ven a “Manny” como un ejemplo vivo de que el éxito es accesible para cualquiera que trabaje duro, sin importar su origen. También lo admiran por su generosidad ya que ha donado enormes sumas de dinero a amigos, aficionados y gente necesitada.

Sin embargo, sus críticos lo atacan porque no concluyó sus estudios secundarios y por ello, argumentan, carece de formación intelectual. También porque suele ausentarse del Senado, lo que deja dudas de su capacidad de gobernar el país de 110 millones de habitantes.

En ocasiones ha sido blanco de burlas por sus declaraciones sin fundamento o poco inteligentes, como cuando generó una polémica al apoyar la sangrienta guerra a los carteles de la droga llevada a cabo por el actual presidente, Rodrigo Duterte, que según las ONG, ha causado a decenas de miles de muertos y son objeto de una investigación en la Corte Penal Internacional.

El exboxeador y ahora candidato ha hecho pública su firme oposición al divorcio, al aborto y la anticoncepción, lo que ha sido aplaudido por la mayoría de filipinos, un país con 90% de católicos.

Muchos aficionados ven a Pacquiao como un ejemplo vivo de que el éxito es accesible para cualquiera que trabaje duro, sin importar su origen. Y ese puede ser el ‘motor’ para que su sueño presidencial se convierta en realidad porque por encima de todo, su recorrido de la pobreza al brillo del mundo del boxeo es una historia de éxito, admirada y que intentan seguir miles de sus compatriotas.

Esta estrella filipina, padre de cinco hijos, agradeció ayer a sus millones de seguidores en el mundo su acompañamiento y solidaridad durante su carrera deportiva. Tuvo un recuerdo especial para Freddie Roach, su entrenador desde hace largo tiempo, al que describió como su "familia, un hermano y un amigo".

"Va a entrar en la leyenda, no solo del boxeo, sino también del mundo deportivo", declaró Ted Lerner, un periodista deportivo de origen estadounidense, que trabaja en Filipinas. 

El anuncio de su retiro fue recibido con sentimientos encontrados en su ciudad natal de General Santos, en el sur del archipiélago, donde es idolatrado. Sin embargo, allí como en el resto del país consideran una cierto su decisión de forjarse un futuro en el ring de la política para que pueda, desde allí, seguir dando certeros golpes a la pobreza, la corrupción y la desigualdad.