A no "traspasar línea roja" insta Putin a sus detractores extranjeros | El Nuevo Siglo
ESPERO que nadie tenga la idea de traspasar una línea roja con Rusia, fue la advertencia que hizo el presidente de Rusia, Vladimir Putin
Foto Anadolu
Miércoles, 21 de Abril de 2021
Redacción internacional con AFP

EN MEDIO de crecientes tensiones que incluso ha llevado a la expulsión de diplomáticos de diferentes países, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió a Occidente que "no traspasen la línea roja".

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llevan semanas denunciando que Rusia ha desplegado decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania. También critican el encarcelamiento del opositor Alexéi Navalni, en huelga de hambre desde hace tres semanas y que, según sus allegados, estaría moribundo. De igual forma, Washington impuso sanciones financieras y expulsó a diez  diplomáticos rusos por acciones que consideró nocivas (como los ciberataques) que tuvo inmediata e igual respuesta del Kremlin. Lo propio hicieron otros países.

"Los organizadores de provocaciones que amenacen nuestra seguridad lo lamentarán como nunca tuvieron que lamentar cualquier cosa", recalcó Putin en su discurso anual sobre el estado de la nación.

"Espero que nadie tenga la idea de traspasar una línea roja con Rusia", insistió, prometiendo una respuesta "asimétrica, rápida y dura". 

Su portavoz, Dmitri Peskov, precisó a las agencias de noticias rusas que, con esa "línea", Putin se refería a los intereses de Moscú, a la injerencia en la política interna y a cualquier declaración "insultante" para el país.

Rusia ha sido objeto de sanciones occidentales a causa del conflicto en Ucrania, la represión de la oposición y acusaciones de ciberataques, espionaje e injerencias electorales. Y cada vez, Moscú ha respondido. 

Pero el único asunto internacional que Putin abordó fue el del "intento de golpe de Estado y de asesinato del presidente de Bielorrusia", revelado el pasado fin de semana por los servicios de seguridad de ambos países. Denunció el silencio occidental ante ese caso, un día antes de reunirse en Moscú con su homólogo bielorruso Alexander Lukashenko, un dirigente muy criticado en Occidente por la brutal represión con la que atajó un movimiento de protesta en agosto de 2020.

La crisis económica y sanitaria provocada por el covid-19 ocupó buena parte del discurso del presidente ruso. 

Putin prometió más ayudas para las familias y frenar la subida de precios de los alimentos, a unos meses de las elecciones legislativas.

"Lo más importante ahora es garantizar el crecimiento de los ingresos de los ciudadanos", declaró. El poder adquisitivo de los rusos está en declive desde hace años, a consecuencia de las sanciones internacionales y, ahora también, de la pandemia.

En el ámbito sanitario, Putin alabó los logros científicos, donde se desarrollaron tres vacunas anticovid, que permitirán que se alcance "la inmunidad colectiva en el otoño".

Y, como era de esperar, Putin no dijo ni una palabra sobre la situación de Navalni, encarcelado y en huelga de hambre desde el 31 de marzo para protestar contra sus condiciones de detención. 

Ultimátum checo

Entre tanto el gobierno checo dio un ultimátum a Rusia, advirtiendo que expulsaría a más diplomáticos rusos si no permitía que los representantes checos expulsados por Moscú vuelvan al trabajo este jueves, lo que fue calificado de inmediato por el Kremlin como una exigencia ‘inaceptable’.

La República Checa expulsó a 18 diplomáticos rusos y Rusia hizo lo mismo con 20 funcionarios checos, unas medidas que aumentaron la tensión entre los dos países a raíz del papel de Moscú en una explosión en 2014 en territorio checo.

"La Federación Rusa tiene hasta mañana (hoy jueves) para permitir el regreso de todos los diplomáticos a la embajada checa en Moscú", dijo el ministro checo de Relaciones Exteriores, Jakub Kulhanek, a la prensa. El canciller aseguró que, "si no pueden volver", reducirá "el número de personal en la embajada rusa en Praga, para que corresponda a la actual situación de la embajada checa en Moscú".

"Sugerimos a Praga que deje los ultimátums para la comunicación dentro de la OTAN. Con Rusia, ese tono es inaceptable", respondió la vocera de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, quien anunció que convocarían al embajador checo en Rusia./