Números claves de la economía Trump | El Nuevo Siglo
SI BIEN el auge económico logrado por Donald Trump fue no sólo detenido sino gravemente impactado por el coronavirus, dejó su mandato con positivos indicadores en este campo.
Foto archivo AFP
Jueves, 21 de Enero de 2021
Redacción internacional

UNA economía ‘rugiendo’ y aunque en un tono más bajo al que lo hizo a mitad del año anterior se alista para volver a hacerlo con fuerza, fue lo que el republicano Donald Trump entregó a su sucesor.



Bajo su consigna de ‘América Primero’, Trump desde que llegó a la Casa Blanca adoptó una clara política económica que, entre otras cosas llevó a la mayor reducción de impuestos en las últimas tres décadas (diciembre 2017), el regreso al país de cientos de empresas norteamericanas, alcanzar, en septiembre de 2019, la tasa de desempleo más baja en medio siglo, cuando se ubicó en 3.5% y sacar de la pobreza a más de 6.6 millones de personas, la mayor registrada desde 1964.

Todos los indicadores evidenciaban, al cierre de 2019, el auge económico y proyectaban un notorio repunte en el siguiente. Sin embargo, la imprevista pandemia del covid-19 que golpeó sanitaria, productiva y financieramente al mundo, borró de un plumazo lo que el gobierno Trump había conseguido en sus tres primeros años de mandato.

En marzo y abril se apagó la economía más no los esfuerzos del gobierno republicano para evitar que ésta cayera en un “agujero negro”. En pleno pico de la primera ola del covid-19, Trump logró con el Congreso en marzo un plan de ayuda de urgencia por US$2.2 billones  (Cares Act que luego se amplió a US$2.7 billones)  para subsidiar a los que perdieron el empleo por la pandemia, a los que no tenían, a la reactivación de empresas y a los más necesitados.

En su último mensaje como presidente,  Trump aseguró que en pocos días “llegarán buenas cifras” que demostrarán que deja al país una economía reactivándose. Un panorama de ella se puede tener con los últimos indicadores hasta ahora conocidos y que son el ‘plante’ para la administración de Biden.

1. Crecimiento del PIB: Este indicador refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos por un país o región en un determinado periodo de tiempo, generalmente un año, aunque su medición se hace cada tres meses. Es una de las variables más determinantes para medir el comportamiento de la economía. Así, en el gobierno Trump fue: 2.3% (2017);  3% (2018) y 2.2% (2019). El dato  del año anterior no se ha conocido, pero se puede observar su comportamiento por los trimestres: en el primero el crecimiento fue de -1.3%, en segundo -9.0% (primer pico de la  pandemia) y el tercero 7.4% (33.1% anualizado).



2. Desempleo: Pese al duro impacto del coronavirus este fue uno de los indicadores más positivos, no solo el año pasado sino durante toda su presidencia. En su primer año fue de 4.3%, lo bajó a 3.9% al siguiente y dos centésimas más en 2019: 3.7%. A comienzos del año anterior todo indicaba que seguía su tendencia a la baja ya que en febrero se ubicaba en 3,5%, pero llegó la pandemia y trastocó todo, al punto que en abril registró 14,7%, el  el nivel más alto desde la Gran Depresión de la década de los años 30’s, significando la pérdida de más de 20 millones de empleos.

Sin embargo, comenzó a ceder en mayo cuando se ubicó en 13,3% y en junio fue un impensable 11,1%, por la generación record de 4.8 millones de puestos de trabajo. Fue entonces cuando el presidente Trump aseguró que ello era signo “de que la economía está volviendo a rugir”, teoría que reafirmó tres meses después, cuando el dato bajó de nuevo a 7.9% para seguir cayendo a 6.9% en octubre, 6.7% en noviembre y el mismo dato en diciembre.

3. Solicitudes de subsidio: Aunque este es un programa de antaño, desde que irrumpió la pandemia se extendió a las personas que disminuyeron drásticamente sus ingresos. Tras registrar notables bajas en mayo y junio,  cuando las nuevas solicitudes para estas ayudas bajaron en 1.54 millones, continuaron semanalmente en un sube y baja para cerrar el año, con una reducción en dichas de inscripciones. Así del 27 de diciembre al 2 de enero  787.000 personas apelaron a estos subsidios, 3.000 menos que la semana inmediatamente anterior. Sin embargo, la primera semana de este 2021 repuntaron, ya que fueron de 965 mil, es decir un incremento de 181.000 en una semana, la  mayor desde que comenzó la pandemia.

Tomando en cuenta todos los programas vigentes, son 18,4 millones de personas las que recibieron asistencia por desempleo o por la pérdida de ingresos durante la semana de Navidad. Estas ayudas incluyen las medidas puestas en marcha en marzo por el gobierno Trump como parte del gigantesco plan de recuperación y que amplió hasta el tercer mes de este año.



4. Inflación. El Índice de Precios al  consumo, que mide los cambios en la cantidad que los estadounidenses están pagando por artículos cotidianos, subió en enero del año anterior 0.39%, ubicándose en 2.5% frente al mismo mes del 2019, siendo el mayor aumento interanual desde octubre de 2018. En febrero la variación fue de 0.27%, cayendo el último guarismo al 2.33%, el que bajó en marzo a 1.54% y  bajó  0,3% en abril, la mayor caída mensual desde 2008, debido al impacto de la pandemia del coronavirus sobre la demanda. Un mes después marcó su nivel más bajo, 0.12%  y desde ese momento registró pequeños crecimientos mensuales para cerrar diciembre con un IPC interanual de 1.36%.

5. Déficit comercial. Otro indicador que corrobora que mayo y junio fueron los meses donde más se notó la reactivación de la economía fue éste. Gracias al alza en las exportaciones, sobre todo de vehículos y repuestos de automóviles, el déficit comercial estadounidense se redujo 7,5% en junio, ubicándose en US$50.700 millones. Sin embargo, el impacto del coronavirus volvió a sentirse con fuerza en los meses siguientes, en la considerada segunda ola de la pandemia, haciendo que en noviembre se registrara un aumento en esta medición que no ocurría desde 2006. La razón: el incremento de las importaciones antes de las fiestas de fin de año y con ello el saldo negativo de la balanza comercial fue de US$68.100 millones, unos US$5.000 millones más que en octubre.

6. Producción industrial. Tras hundirse un 11.2% en abril por efectos de la pandemia y una vez se volvió a reiniciar la economía, tras el confinamiento para contener el covid-19, la producción industrial en Estados Unidos registró un alza en junio de 5,4% en relación a mayo, que aunque distante al 10.9% que marcó en febrero era un signo alentador. Tal vez el parámetro más representativo de esta actividad y que se considera el termómetro para todo el país, es el Filadelfia, que si bien se frenó en junio cayendo tres puntos (24.1) cerró año y comenzó este 2021 con un fuerte repunte, el más alto desde febrero pasado: marcó 26.5 puntos. Vale aclarar que es el octavo de consecutivo crecimiento. Algo similar ocurrió en Nueva York que inició su recuperación en julio, tras cuatro meses de baja.



7. Déficit fiscal. Como era de esperarse la ayuda económica masiva del gobierno a hogares y empresas durante la pandemia de coronavirus provocó una disparada del déficit fiscal. Con gastos de US$1,1 billones e ingresos en caída, la brecha para las finanzas públicas en junio, los primeros nueve meses de año fiscal (que culmina en septiembre) se había disparó 267% sobre igual período del año 2019, para alcanzar los US$2,74 billones de dólares. Y cerró en US$3.3 billones.

8. Otras cifras. Hay otros datos muy indicativos del comportamiento de la economía de EU como la confianza de los consumidores que tras desplomarse en marzo y abril subió en junio a 98.1 puntos, tuvo un máximo en septiembre (101.8) y cerró diciembre en  96.1;  y la construcción de viviendas nuevas, que en el último mes de 2020 aumentó más de lo previsto (1,669 millones de casas y viviendas privadas).