Migración Colombia anunció que empresarios y políticos oficialistas serán inadmitidos o deportados del país por sus nexos con la “dictadura”

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ALEXANDER Ramírez Mendoza no pudo si quiera salir del vuelo chárter que aterrizó en el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz de Barranquilla. Cuando bajó del avión, este miércoles en la mañana, un grupo de funcionarios de Migración Colombia lo esperaba para anunciarle que como ciudadano venezolano no tenía permiso para entrar al país. La razón: sus vínculos con el chavismo.

El caso de Ramírez Mendoza no será el único que se registre en los próximos días. En rueda de prensa, el director general de Migración, Christian Krüger Sarmiento, anunció que “más de 200 personas, colaboradores de la dictadura de Nicolás Maduro, no podrán ingresar al territorio colombiano”.

La decisión se toma en concordancia con las directrices adoptadas en el Grupo de Lima, agrupación conformada por 14 países del continente, que busca una transición democrática y pacífica en Venezuela.

Sin embargo, como reiteró Krüger, se trata de una medida “soberana y discrecional” por parte de la autoridad migratoria, lo que significa que los demás países que conforman el Grupo pueden o no adherirse a este tipo de acciones contra el círculo político y empresarial del chavismo.

“Enchufados”

Ramírez Mendoza había sido designado por Nicolás Maduro para representar a una empresa venezolana con sede en Barranquilla. Mediante el Decreto No. 3.706, firmado por el líder chavista el 20 de diciembre de 2018, el empresario venezolano reemplazaría al presidente saliente de la compañía, Pedro Lugo, al mando de Monómero Colombo Venezolanos S.A., una proveedora de recursos básicos e intermedios para la industria y el sector agropecuario.

El nombramiento de Ramírez al mando de Monómero había generado reacciones en Colombia. Desde su cuenta de Twitter, el senador del Partido Conservador, Efraín Cepeda, había dicho que: “El Gobierno de Colombia debe desconocer el nombramiento del señor Ronald Ramírez a la gerencia general de Monómero con sede en Barranquilla, amigo personal del dictador Nicolás Maduro”.

No se trata de cualquier empresa. Desde Barranquilla, el senador por el Partido de la U, José David Name, explicó que “Monómero representa para Colombia del 20 al 30% del total del mercado de los abonos del país. Si por algún motivo esta compañía llega a tener problemas económicos, financieros, administrativos, se afectaría directamente la agricultura en el país y se va a ver afectada directamente la economía colombiana”.

Este caso se asemeja al del empresario barranquillero Alex Nain Saab, una de las fichas centrales del chavismo en Colombia, quien se encargó de realizar importaciones y exportaciones ficticias a través de una decena de empresas de su familia para lavar dinero, han dicho las autoridades colombianas.

Según el portal venezolano Armando Info, Saab y su socio Álvaro Pulido, también colombiano, alcanzaron a ser “los mayores proveedores de alimentos para el programa de gobierno, los CLAP, destinado a los sectores populares” y cuyo contenido no cumplía con los estándares de una canasta básica familia, como lo ha solido vender el chavismo. Se rumora que el barranquillero hoy vive en Italia para esquivar las investigaciones en su contra.

Los 200 venezolanos que no tienen permiso de entrar o permanecer en Colombia son del círculo más íntimo de Maduro. “Estas personas tienen diferentes característica, son profesionales, otro no son profesionales”, explicó Krüger, quien agregó que la lista la encabezan los líderes del chavismo Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello.

Haciendo la diferenciación, el Director de Migración dijo que hay dos tipos de medidas. Una es para los inadmitidos, aquellos que buscan entrar a Colombia a través de aeropuertos y cruces fronterizos; la otra es para los deportados, personas que ya están en el país y que serán buscadas por las autoridades para que lo abandonen”.

Krüger, sin embargo, reiteró que la aplicación de este tipo de medidas puede variar si se trata de personas que “apoyen, digamos, una transición, seguramente (la lista) podrá disminuir (…) Ese es el motivo por el cual no publicamos la lista, que podrá aumentarse o disminuirse”.

“Conspiran” desde Colombia

El miércoles, desde el complejo militar de Fuerte Tiuna, en Caracas, Nicolás Maduro atacó a Colombia, denunciando que desde el país existen militares convertidos en “mercenarios” para conspirar contra sur régimen y dividir las Fuerzas Armadas.

“Un grupo de desertores militares se han convertido en mercenarios de la oligarquía colombiana y conspiran desde Colombia para dividir la Fuerza Armada (...). ¡Unidad monolítica!”, dijo Maduro rodeado de 2.500 militares en Caracas, que marcharon, y trotaron, a su lado.

A su mano derecha el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, reiteró que Maduro “es el único presidente constitucional (...) y comandante en jefe”, desvirtuando cualquier rumor de implosión interna en el ejército.

En la madrugada del miércoles, el líder chavista, mostrando para algunos su desesperación, anunció en un video en Twitter que Venezuela sería “un nuevo Vietnam” en caso de que Estados Unidos interviniera militarmente. “La agresión imperialista del gobierno de Donald Trump para un intento de golpe de Estado debe crear conciencia”, fustigó.

Plantón

La oposición, liderada por el presidente interino, Juan Guaidó, se plantó en toda Venezuela para exigir los tres escenarios que marcan la presunta transición: cese de la usurpación del cargo, gobierno de transición y elecciones libres.

En su llamado a las Fuerzas Armadas para que se “pongan del lado de la Constitución”, el también Presidente del Poder Legislativo reiteró, “no disparen en contra de un pueblo que exige también por su familia. Es una orden (...) ¡Basta!”, durante un plantón en un hospital que protestaba por la falta de medicinas.

Donald Trump, en apoyo a la protesta, se refirió a las movilizaciones contra Maduro, a las que calificó de “vastas”. “¡La lucha por la libertad ha comenzado!”, tuiteó.

Líderes de la dirigencia opositora, ante la convocatoria de México y Uruguay de una conferencia internacional con países que se declaran “neutrales”, declararon que no hay posibilidad de ningún diálogo con Maduro y su círculo, negando por ahora cualquier indicio de negociaciones bilaterales.